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martes, 25 de octubre de 2022

KENOSIS

KENOSIS. Por Miles Christi Cristo Jesús el cual existía en la forma de Dios No exigió tener la gloria debida a su divinidad Se anonado a sí mismo tomando la forma de siervo de Dios Y se asemejó a todos los hombre en su condición. Haciéndose hombre ,se humilló se hizo obediente ,hasta morir en la cruz hasta morir en la cruz. Por eso Dios en forma admirable a Cristo exaltó Y le otorgo un nombre tan alto que a todo excedió Para que así el cosmos entero se centre en Jesús. Él es el Señor que a todos conduce al Padre Amen (Himno Pascual o Cristológico) ¿Qué es la Kenosis? Es un concepto cristológico que tiene su raíz y su base bíblica en Flp 2,7. se dice de Jesucristo que «se vació a sí mismo» (heauton ekénosen), asumiendo la forma de vida humana que es propia de los demás hombres y haciéndose obediente al Padre hasta la muerte de cruz. Significa por tanto el «vaciamiento» de sí que realizó el Hijo de Dios insertándose en la historia de los hombres, hasta pasar por la experiencia de la muerte de cruz. Este acontecimiento ha sido interpretado en diversos sentidos por la tradición teológica. En las Sagradas Escrituras, San Pablo en su carta a los Filipenses(2,5-11)nos escribe lo siguiente: "Tened los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, el cual, como existiera en forma de Dios, no creyó deber retener el ser igual a Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres. Y mientras en su exterior aparecía como hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó un nombre sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble la rodilla de cuantos habitan en los cielos, en la tierra y en los abismos y toda lengua confiese:que Cristo-Jesús es el SEÑOR para gloria de Dios Padre". En el texto original griego dice el versículo 7: "ἀλλὰ ἑαυτὸν ἐκένωσεν μορφὴν δούλου λαβών, ἐν ὁμοιώματι ἀνθρώπων γενόμενος· καὶ σχήματι εὑρεθεὶς ὡς ἄνθρωπος" donde ἐκένωσεν (Ekenosen-Kenosis) es vaciamiento,abajamiento,anonadarse,despojarse de la condición divina de Jesucristo De acuerdo con la teología católica, el abajamiento de la Palabra consiste en la asunción de la humanidad y el simultáneo ocultamiento de la Divinidad. El abajamiento de Cristo es visto primero como su autosujetamiento a las leyes humanas del nacimiento y crecimiento y a la bajeza de la naturaleza humana caída. En Su abajamiento, Su semejanza con la naturaleza caída, no implica pérdida de justicia ni santidad, sino solamente las dolencias y penalidades aparejadas a tal pérdida. Ello afecta al cuerpo y al alma, y consiste en la posibilidad de sufrir por causas internas y externas. En el cuerpo, la dignidad de Cristo excluyen alguna dolencias y estados. El poder preservante de Dios que habitaba el cuerpo de Cristo, no permitió ninguna corrupción y le previno de enfermedades, inicio de la corrupción. La santidad de Cristo no era compatible con la descomposición tras la muerte, que es la manifestación del poder destructivo del pecado. De hecho, Cristo tuvo el derecho de liberarse de todo dolor corporal, y Su humanidad habría tenido el poder de quitar o suspender los efectos de las causas del dolor. Pero El libremente se sujetó a Sí mismo a muchos de los dolores resultantes de la ejercitación del cuerpo e influencias externas adversas como fatiga, hambre, heridas, etc. Siendo que éstas molestias tenían suficiente razón en la naturaleza del cuerpo de Cristo, le eran naturales a El. También Cristo retuvo El las debilidades del alma, las pasiones de Su razón y apetitos sensitivos, pero con las siguientes restricciones: (a) Emociones desordenadas y pecaminosas son incompatibles con la santidad de Cristo. Solamente pasiones sin culpa moral como temor, tristeza y el compartir en el alma de los sufrimientos del cuerpo son compatibles con Su Divinidad y perfección espiritual. (b) Aún el origen , intensidad y duración de esas emociones estaban sujetas al libre parecer de Cristo. Además, El podía prevenir los efectos disturbantes de tales pasiones sobre Su las acciones de Su alma y paz mental. En el Nuevo Testamento se dan también algunos otros pasajes además de Flp 2,7, en donde se hace referencia más o menos explícita a la abnegación, hasta su vaciamiento, del Hijo al entrar en nuestra historia: cf. Jn 1,14, donde el término sarx/carne indica a la humanidad en su fragilidad, transitoriedad Y mortalidad; Gál 4,4: el Hijo preexistente de Dios nació de una mujer y se sometió a la ley; Jn 17 5: el Hijo vive ahora en una situación, donde está privado de aquella gloria que poseía desde toda la eternidad; 2 Cor 8,9: el Hijo era rico, pero se ha hecho pobre (eptócheusen) para enriquecernos a nosotros. Una lectura comparativa de estos pasajes puede ayudarnos a leer con exactitud el contenido de Flp 2,7, que de hecho ha sido y sigue siendo interpretado de manera distinta por los exegetas. Algunos han visto el «vaciamiento» kenótico del Hijo eterno de Dios en su misma bajada en carne/naturaleza humana (como se verá, algunos Padres prefirieron esta interpretación); otros lo han visto en el hecho de que el Hijo de Dios preexistente ha entrado en el mundo y ha asumido la naturaleza humana renunciando a vivir en ella en la condición de gloria y de esplendor que habría de esperarse del Hijo divino y que de hecho se le dio en la resurrección (así piensan la mayor parte de los exegetas de nuestros días); otros finalmente han visto la kénosis en el hecho de que el hombre Jesucristo (no el hijo de Dios preexistente) recorrió un camino de humillación, de sufrimiento, de muerte, de cruz, que desembocó posteriormente con la resurrección en una situación de gloria. Del contexto inmediato de Flp 2,7 y del contexto remoto que nos ofrecen los otros pasajes bíblicos que hemos recordado se deduce que el concepto de «vaciamiento» más aceptable es el segundo: debe verse en la opción del Hijo eterno de Dios de hacerse hombre y de vivir como los demás hombres en la humildad de la condición humana, con su carga de limitaciones, sufrimientos y de muerte, antes de pasar a la situación gloriosa en que se encuentra con y después de su resurrección de la muerte. La kénosis del Hijo no consiste en la encarnación en sí misma, sino en su encarnación en la debilidad, hizo cercano a nosotros e imitable por nosotros (cf. Flp 2,5) Y fue esta kénosis la que el Padre sucesivamente en una situación de existencia humana gloriosa, premió su obediencia hasta la cruz. (Cf. Flp 2,8-11). La época patrística advirtió temprano el problema de la kénosis del apriori cultural helenista del carácter absoluto y de la inmutabilidad de lo divino y de la suma entre la esfera del espíritu y la de la materia y la corporeidad le hacía difícil admitir el vaciamiento radical del Logos divino mediante la asunción de una realidad humana finita, temporal, pasible, mortal. Pero el instinto de la fe hizo superar a la Iglesia de los Padres las dificultades que procedían de su contexto cultural y le permitió permanecer fiel al dato bíblico le imponía con todo su contenido desconcertante. Encontramos un eco del ánimo de la Iglesia patrística en la confesión de la verdad bíblica de kénosis de Cristo en un pasaje del concilio de Éfeso, inspirado en san Cirilo de Alejandría: «Afirmamos que el Logos/Hijo se hizo hombre de un modo inexplicable e incomprensible, uniendo a su hipóstasis la carne animada por un alma racional» (DS 250). San León Magno en el Tomus a Flaviano, patriarca de Constantinopla, habla expresamente de la exaninatio del Logos y la ve en su asunción de la «forma del siervo», de la «debilidad» de este mundo (cf. DS 293; 294). En este texto surge una perspectiva de la kénosis, característica de la reflexión de muchos Padres, pero que está ausente del dato bíblico: la bajada misma del Hijo divino asumiendo la naturaleza humana, en cuanto creada y finita, se ve como un rebajamiento, como un vaciamiento. La clarificación de la unión de lo divino con lo humano en Cristo en el plano de la hipóstasis/persona, que se realizó especialmente en el concilio Constantinopolitano II (553), y la consiguiente concreción de las normas de la «communicatio idiomatum» (es significativa la controversia sobre la afirmación de unos monjes escitas: «Unus de Trinitate passus est in carne», considerada como herética por los teólogos orientales, pero ortodoxa para el Constantinopolitano II: (cf. DS 432) condujo a una comprensión cada vez más exacta del vaciamiento del Hijo en su encarnación. Por no haber valorado esta conquista del pensamiento de los Padres, que hizo substancialmente suya la gran Escolástica, algunos teólogos, sobre todo del área de la Reforma, comenzaron a representar la kénosis de maneras y formas que constituyen de hecho, en diversas medidas, una eliminación del dogma cristológico. La kenosis, acción de despojarse o de humillarse a sí mismo, se convierte en el modelo de la conducta cristiana: humildad, servicio, abnegación, sacrificio, caridad fraterna, disponibilidad, amor a la pobreza. En este sentido la entendie­ron los primeros Padres de la Iglesia y late en la espiritualidad y en la ascesis de los cristianos. Por eso Jesús es el modelo. Y El mismo multiplicará sus alusiones a la humildad, según los relatos evangélicos: "No hagáis como los escribas y fariseos, que buscan los primeros puestos. Vosotros elegid los últimos. Y cuando venga que el que os ha invitado, dirá: Sube más alto" (Lc. 14.10). "El que quiera ser mayor entre vosotros, que se haga vuestro siervo". (Mt. 23. 11) El modelo de esa humildad es para el cristiano el mismo Cristo, quien cambió en la encarnación la forma de Dios por la forma de siervo. "El hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir" (Mc. 10.45). Es el misterio de su vida. El, según ese mensaje profundo del Evangelio, ha venido a servir, ha pasado voluntariamente de "Dios en forma de Dios", a "Dios en forma de siervo." Eso es la "Encarnación". Es importante advertir que la humillación y los términos con que se expresa no son meras metáforas. Son realidades profundas del mensaje cristiano. Sin entender esta realidad no se puede ni presentar, ni entender, ni asumir, ni hacer vida el mensaje evangélico de la humillación del Verbo de Dios. El cristianismo no es una religión de destrucción, sino de construcción y transformación. La kenosis no es el final de todo, no es una destrucción masoquista de la vida, de la ener­gía, de la dignidad, de la libertad, como Nietzsche interpretó el mensaje cristiano y rechazó patológi­camente en sus obras, sobre todo en "Así habló Zarat­hustra" o en "Humano, demasiado hu­mano". El mensaje cristiano reclama ver la kenosis desde la óptica de la apoteosis. "Por lo cual el Señor Dios le ensalzó y le dio un nombre superior a todo nombre, para que ante El se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los infiernos". La exaltación de Jesús, la resurrec­ción y glorificación, es la recompensa a su humillación, a su "obediencia hasta la muerte y muerte de cruz". Dios le ensal­zó en su natu­raleza humana, por encima de todos los seres creados. Le confirió el nombre de Kyrios, Señor, Dominador. Y ordenó que todas las criaturas le rindan adora­ción como a Persona divina. En virtud de esta elevación, la naturaleza humana de Cristo entró a participar en su vida posterrena de la ma­jestad y gloria de Dios (Jn. 17. 5). Y más que recompensa, hay que ver en esa apoteo­sis un reconocimiento de la naturaleza divina de Jesús. "De ellos [de los israelitas], según la carne procede Cristo, que está por encima de todas las cosas, y es Dios bendito por los todos los siglos" (Rom. 9, 5) El sentido de la humillación encarnacional de Cristo hay que entenderlo en la perspectiva del pleno reconocimiento de su divinidad: "Nosotros aguardamos la feliz esperanza y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Redentor Jesucristo". (Tit. 2. 13); Precisamente por eso los cristianos reconocemos a Jesús como Señor y le denominamos continuamente con ese término, expresión de su soberanía divina. Los primeros cristianos trasladaban el sentido de "Señor", que usaban los romanos con relación al César como Señor" de la tierra, a Jesús, el Señor del cielo. Los emperadores romanos se adjudicaban el título de Kyrios, ordenando que se les tributaran honores divinos. Los judíos ya aplicaban a Dios este nombre de Kyrios, versión de los nom­bres hebreos de Dios: Adonai y Shaddai. Conceptos como Soberano, Dominador, Rey, Señor, Fuerte, Roca, etc, eran decisivos para entender la idea sobre Dios. En la primitiva comunidad cristiana de Jerusalén se llamó Señor a Jesús, después de su ascensión a los cielos, dando a esta palabra un sentido religioso. Así lo atestiguan los Hechos de los Apóstoles: 1. 21; 2. 36; 9. 14; 21; 22, etc. "Señor Jesús, re­cibe mi espíritu... Señor, no les imputes este pecado." (Hech. 7. 59) Para San Pablo, Kyrios implica "señor divino". Multiplica las alusiones a Jesús, incluso identifica los títulos bíblicos atri­buidos a Yaweh entre los judíos, que él los transpasa a Jesús: 1 Cor. 1. 31; Rom. 10.12; 2 Tes. 1. 9; Hebr. 1, 10; 1 Cor. 2. 16, etc. "Al nombre de Jesús se doble la rodilla cuanto hay en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra." (Filip. 12.10). "Porque, aunque algunos sean llamados dioses ya en el cielo ya en la tierra, de manera que haya mu­chos dioses y muchos señores, para nosotros no hay más que un Dios Padre, del que todo procede y para quien somos noso­tros; y sólo hay un solo Señor, Jesucris­to, por quien son todas las cosas y nosotros también." (1. Cor. 8.10) fuente: Enciclopedia Católica. Mercaba.org Catequesis Lasalle.

miércoles, 19 de octubre de 2022

¿PORQUÉ DIOS PERMITE QUE SUFRAN LAS PERSONAS BUENAS?AS BUENAS?

¿POR QUÉ DIOS PERMITE QUE SUFRAN LAS PERSONAS BUENAS? Todos conocemos a personas que están pasando por situaciones difíciles, ya sea por enfermedad, por perder un ser querido, problemas familiares, falta de empleo, de casa o sustento, que han sufrido en manos de la delincuencia o de injustica, etc. Sabemos que en muchas ocasiones esas personas que sufren son gente que no le hace daño a nadie, cuando les pasa algo es difícil entender y explicar por qué les suceden esas cosas, ¿por qué Dios permite que sufran? Y si vemos de forma más amplia muchos se preguntan si vale la pena ser buenos, entendiéndose por ser un buen ciudadano, un buen cristiano que cumple con sus obligaciones en su familia, en su sociedad y con su Iglesia, ¿acaso el ser bueno no cuenta? ¿Por qué a los delincuentes, a los malos, a los que son pecadores parece irles tan bien? Les platico algo que acabo de vivir estos días, fui al banco cerca de mi casa, al estacionar mi coche sobre la banqueta salude a Don Néstor, un viejecito que está en una silla de ruedas, le falta una pierna y tiene secuelas de un accidente vascular cerebral o embolia, él vende paletas de dulce para sostenerse, siempre que lo veo platicamos un rato le compro una paleta dejándole dinero de más y termina regalándome una paleta para mi esposa y para mis hijas, es una buena persona, pues bien les comentaba, hace unos días lo salude y le pregunte ¿Cómo está Don Néstor? él con voz quebrada en lágrimas me dijo “Estoy muy mal, una señora me acaba de robar todo mi dinero que tenía en mi cubetita”, traté de tranquilizarlo y me quedé con él platicando y viendo que se fuera calmando, le dejé algo de dinero y me fui de ahí con una rabia e impotencia de lo que habían hecho con un pobre ancianito que dignamente busca su sustento y que una mala persona no le importó nada y lo lastimo y le robó lo poco que tenía, a un viejecito , una persona con discapacidad que no tuvo la forma de defenderse ,una persona buena. Y pensé ¿Cómo es posible que ya no se respete ni siquiera a personas tan indefensas? La verdad me sentía con mucha frustración queriendo hacer algo, eso me hizo pensar mucho y acudir a quien me calma, me ayuda a ver con perspectiva todo lo que sucede y me hace ver el sentido de las cosas, así que me puse a platicar con Dios para pedirle por ese viejecito, pero también por esta sociedad y mundo moderno tan deshumanizado y falto de valores en los que ya no hay respeto ante nada y se pisotean los derechos de los más débiles e inocentes. Nuestra sociedad que en la búsqueda de poder, dinero y un hedonismo desbordado ha optado por excluir a Dios de sus vidas y como resultado vemos la gran crisis de valores y el tipo de personas que no les importa robar a un anciano, matar a un bebe inocente que aún no nace, pervertir a un niño con ideología de género o induciéndolos a la drogadicción, con familias que de facto no son sino la causa de esas personas faltas de valores, incluso en nuestra propia Iglesia donde se está dando traicionar la doctrina de Cristo y quienes deberían defenderla promueven herejías y modernismos en Sínodos o espacios que se supone son reservados para guiar al pueblo de Dios y no perderlo. Pero como Católicos, hijos de Dios ¿qué debemos pensar, hacer y creer de todo esto? Lo primero es entender que Dios no es el que nos ha puesto una trampa y quien nos causa males, achacarle a Dios lo malo que sucede en el mundo como enfermedades, guerras, y crisis de valores es desconocer realmente lo que es Dios para nosotros, dice la Sagrada Escritura “Dios no hizo la muerte ni se goza en la pérdida de los vivientes. Pues El creó todas las cosas para la existencia» (Sab 1, 13-14), recordemos que fue el hombre quien traicionó a Dios, y lo desobedeció, y que nuestros primeros padres fueron los que con su acto de desobediencia introdujeron en nuestras vidas y existencia todos los males, que anidaron en la vida del hombre como consecuencia de lo que hicieron Adán y Eva. La muerte , la enfermedad y los males son consecuencia de este acto primigenio de nuestros padres Adán y Eva, y detrás del todo pecado y desobediencia a Dios está el Maligno, es el verdadero enemigo, el acusador de nuestros hermanos y de nosotros mismos, que busca condenarnos para alejarnos eternamente de Dios el sumo bien. El hombre fue dotado de libre albedrío para que escogiera entre el bien y el mal, y esas decisiones y sus consecuencias es de lo que ahora nosotros vivimos y vemos que pasa, así será para cada uno de nosotros al momento de tomar una decisión que en nuestra libertad nos acerca o nos aparta de Dios. No sé si ustedes hayan leído el libro de Job en la Biblia, es maravilloso ver como Dios confía y actúa con amor a su siervo Job a pesar de las pruebas y de todo lo que ha sufrido , la respuesta de Job siempre cautiva , “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá, El Señor me lo dio , el Señor me lo quitó, bendito sea su santo nombre” (Job 1,21) Satanás como el acusador del hombre busca hacernos todo el mal posible y se vale de todo lo que sabe nos puede hacer renegar y apartarnos de Dios al creerlo como la causa del mal, sin embargo en nosotros mismos debemos buscar la forma de no alejarnos del sumo bien ,el acercarnos a Dios debe de prepararnos para la lucha y la prueba, pues también nos enseña Cristo que “Si alguno quiere seguirme niéguese a sí mismo que tome su cruz y me siga” (Mt 16,24; Lc 9,23) Por experiencias previas en mi vida que supongo la mayoría de nosotros ha pasado, siempre que hay un problema tratamos de solucionarlo, resolverlo de la mejor forma lo que nos pasa, pero en muchas ocasiones eso no es tan simple o incluso no es posible, cuando nos rodea la enfermedad, los fracasos, los problemas, incluso la muerte de nuestros seres más queridos y cercanos creemos que se acaba el mundo y que no tiene sentido nada Buscar la solución y la respuesta no es sencillo, pero debemos centrarnos en el verdadero origen y solución de los problemas, debemos acudir a Dios quien sabemos es la fuente de todo bien, quien le puede dar sentido a todo eso que padecemos, podemos pensar que no merecemos sufrir, que es un encarnizamiento con nuestra vida y un sinfín de pensamientos e ideas que nos llenan de angustia, pero que en lugar de explicar el mal, nos alejamos de quien puede levantarnos y darle sentido a todo. Cuando nos centramos en nosotros, en nuestra humanidad podemos simplemente desesperar hundiéndonos en el pesimismo y en la angustia pues al centrarnos en nosotros, creyéndonos el centro del mundo, se nos olvida que somos simples granos de arena en el basto universo, que nosotros no lo hicimos, que no controlamos realmente aspectos tan esenciales de nuestra vida como nuestra salud o la existencia misma, eso pasa cuando sacamos de la ecuación de nuestro mundo a Dios. Otra de las cosas que suceden es que siempre vemos la connotación negativa de los males y no vemos que son oportunidad de santificación , si asociamos a Dios nuestros problemas, si junto con él tomamos nuestra cruz y nos abandonamos a su voluntad, entonces todo tiene sentido , el poder ver que en el mismo mal que sufrimos Dios nos llena de su gracia y fortaleza, quizá sea para nuestra propia santificación, quizá sea para reparación de tanto que ofende el mundo al Señor, quizá sea para purificar nuestros pecados y acciones en vida , ya sea por nosotros o por los demás debemos ofrecerlo a Dios quien siempre acepta un corazón contrito y arrepentido y le da las gracias necesarias para no perderse. Dios es el origen de todo, nuestro Padre y creador, y al mismo tiempo es la fuente del sumo bien, si queremos sanar, sentirnos seguros y felices ¿Qué debemos hacer? Pues acudir a quien sí tiene el poder de cambiar nuestras vidas y darles sentido pleno a nuestra existencia. Otra cosa que sirve es ver en perspectiva que los males, tropiezos que suceden pueden ser un camino de santidad, o quizá una forma de la cual el Señor se vale para santificarnos y perfeccionarnos, pero ¿cuantos realmente ofrecen sus penas y sufrimientos por Dios y por los demás? Se nos olvida lo que dice la Palabra de Dios, “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo tome su cruz y sígame”, no dejemos pasar y desaprovechar eso que nos lastima, nos causa angustia, pues recordemos que, como dice el Salmista, “un corazón contrito y humillado tu no lo desprecias Señor” (Sal 51,19). Estamos llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra, no nos extrañe persecuciones, problemas, traiciones, guerra total contra nosotros los hijos de Dios, estamos llamados a la batalla, nuestras vidas y almas dependen de ello , más aún la vida de nuestros hermanos están en juego, la salvación de todos, si no acudimos y nos entregamos totalmente al Señor de la vida y de la gracia, entonces nada tiene sentido, nuestro sello al ser hijos de Dios y soldados de Cristo es que tendremos que luchar contra el mundo esperando la gracia de que el Señor Dios nos vea con ojos de misericordia. Cuando alguien desespere por problemas, cuando veamos sufrir a personas buenas es una oportunidad de acompañar, reconfortar, dar consejo y esperanza, guiar y ser luz para esas personas en la oscuridad, dar testimonio que aun en las peores situaciones no estamos solos y que Dios nos da las fuerzas para salir adelante y que nunca nos da algo superior a nuestras fuerzas, y si lo tenemos a Él nada nos impedirá llegar a la gloria eterna. Retomando el libro de Job una frase que me recuerda, me sirve para enfrentar las adversidades que tiene la vida del hombre “Militia est vita hominis super terram, et sicut dies mercenarii dies ejus.” (Job 7,1), “Milicia es la vida del hombre sobre la tierra, y como días de mercenario son sus días”, cada día es una batalla, cada día es luchar por nuestro Dios, las pruebas ,los males son ese campo de batalla y el Señor de los ejércitos les da esas batallas a sus mejores guerreros y nunca los deja solos, no desesperemos en nuestro amor a Dios y al prójimo rechacemos todo mal, todo pecado de nuestro corazón, lo peor apenas viene, pero estemos en gracia y preparados a dar el buen combate, recordemos siempre que Cristo nos dice algo contundente “Yo he vencido al mundo”(Jn 16,33) estamos del lado vencedor aunque parezca que el mundo y el maligno van ganando , solo se resisten a su derrota, pero no prevalecerán. Laus Deo Virginique Matri.

¿PODEMOS ACEPTAR LA EUTANASIA DE UN SER QUERIDO?

¿PODEMOS ACEPTAR LA EUTANASIA DE UN SER QUERIDO? No puedo dejar de comentar algo que es noticia mundial sobre la muerte, diría más bien asesinato de Vincent Lambert , a quien le fueron negados sus derechos a un trato y cuidados dignos dada su condición de persona y paciente enfermo , literalmente se le dejó morir de hambre por la decisión de médicos apoyados en tribunales de Francia. Esto es realmente muy triste desde cualquier punto de vista, se les niega al paciente y sus familiares los cuidados para la preservación de la vida, no es el único caso, pero si el que ha sido más reciente y mediático. A los médicos se nos enseña a salvar vidas no a quitarlas, y cuando tenemos un paciente grave, con complicaciones o incluso en fase terminal de alguna enfermedad tratamos de usar nuestro conocimiento y las medidas necesarias para que el paciente tenga todos los cuidados y atenciones médicas necesarias para 1° Preservar su vida y sus funciones vitales autónomas hasta su deceso por causas naturales 2° No realizar un "Encarnizamiento terapéutico" que es abusar de tratamientos y medidas que prolonguen innecesariamente la vida sin que sea posible evitar el deceso natural de la persona y si aumentando su sufrimiento 3° los cuidados ordinarios para mantener una buena "calidad de vida" no pueden ser legítimamente interrumpidos, como es darles alimentos, bebidas que preserven sus funciones vitales, cuidados elementales de higiene, uso de medicamentos que calmen el dolor o la angustia y sobre todo no tomar medidas que aceleren, prolonguen sufrimiento o interrumpan la vida del paciente. En mi trabajo continuamente me veo obligado a dar informes a los familiares sobre el estado de salud, en ocasiones es sobre el deceso de sus seres queridos, ya sea porque sufrió una complicación y la persona no reaccionó a las medidas que la ciencia médica dispone y llega el término de la vida. En otros casos es porque los familiares o el mismo paciente ya no aceptan que se realicen medidas extraordinarias para prolongar la vida y el sufrimiento del enfermo, lo cual es moralmente aceptable y no contraviene la doctrina cristiana si se permite el curso natural de la enfermedad sin hacer uso de medidas de dudoso resultado o incluso experimentales, no se puede bajo ninguna circunstancia provocar la muerte, pero se acepta no poder impedirla, y por ello el paciente o sus familiares cuando él ya no puede tomar decisiones tienen los derechos legales, respetando siempre la voluntad razonable y los intereses legítimos del paciente. No es algo fácil, pero debemos guiarnos por un sentido de honestidad y ética profesional los que somos médicos o profesionales de la salud, y también como creyentes tener delicadeza y tacto para dar respuestas a quienes sufren y en su caso dar la noticia del fallecimiento, si bien no podemos detener el trance doloroso de la muerte para un ser querido, siempre podemos darle el sentido cristiano y la trascendencia de la vida de las personas que han sido llamadas a cuentas con nuestro Creador. Me ha tocado en ya muchos años de ejercer la medicina personas que toman de diferentes maneras el anuncio de la pérdida de su ser querido, desde la incredulidad, la negación, la ira, el llanto incontenible y la tristeza desgarradora, hasta quienes lo toman con tranquilidad y resignación cuando uno les informa la muerte de un familiar, algunos expresan palabras de enojo, otros de resignación, frustración, tristeza, algunos de liberación o agradecimiento por que ya no padecen sus enfermos. El estar frente a la muerte le da sentido a nuestra propia vida y nos enseña a valorarla, pero los creyentes debemos ir más allá, pues sabemos que la muerte es el destino común y final de todo hombre para presentarse al juicio delante de Nuestro Señor Dios, y con la esperanza de que tenga misericordia de los que mueren y de nuestra propia vida. El tema de la Eutanasia, que es un eufemismo para describir el asesinato de una persona que por su edad o discapacidad se cree que ya no es útil a la sociedad es algo que los cristianos debemos rechazar rotundamente, primero porque uno de los Mandamientos de la ley de Dios así lo dice “NO MATARÁS”, el quinto Mandamiento nos lo recuerda, como también la doctrina católica que a muchos se les ha olvidado. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice claramente en su numeral #2277 “Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable. Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre (cf. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Iura et bona)”.(1) Así pues no encontramos en la disyuntiva con pacientes como Vincent Lambert en el que su dignidad y derechos como ser humano fueron ignorados, lo que provocó su muerte, pero fue decisión de tribunales, médicos y algunos familiares que aceptaron la eutanasia en este caso. Por eso es importante conocer lo que enseña nuestra Iglesia, ya el Papa Benedicto XVI en su momento por medio de la Congregación para la doctrina de la fe respondía algunas preguntas que siempre vale la pena retomar en una carta respondiendo a preguntas de la Conferencia Episcopal Estadounidense sobre la hidratación y alimentación de enfermos, como es el caso de Vincent Lambert, leamos lo que dice: “Primera pregunta: ¿Es moralmente obligatorio suministrar alimento y agua (por vías naturales o artificiales) al paciente en “estado vegetativo”, a menos que estos alimentos no puedan ser asimilados por el cuerpo del paciente o no se le puedan suministrar sin causar una notable molestia física? Respuesta: Sí. Suministrar alimento y agua, incluso por vía artificial, es, en principio, un medio ordinario y proporcionado para la conservación de la vida. Por lo tanto es obligatorio en la medida y mientras se demuestre que cumple su propia finalidad, que consiste en procurar la hidratación y la nutrición del paciente. De ese modo se evita el sufrimiento y la muerte derivados de la inanición y la deshidratación. Segunda pregunta: ¿Si la nutrición y la hidratación se suministran por vías artificiales a un paciente en “estado vegetativo permanente”, pueden ser interrumpidos cuando los médicos competentes juzgan con certeza moral que el paciente jamás recuperará la consciencia? Respuesta: No. Un paciente en “estado vegetativo permanente” es una persona, con su dignidad humana fundamental, por lo cual se le deben los cuidados ordinarios y proporcionados que incluyen, en principio, la suministración de agua y alimentos, incluso por vías artificiales. El Sumo Pontífice Benedicto XVI, en la audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto, ha aprobado las presentes Respuestas, decididas en la Sesión Ordinaria de la Congregación, y ha ordenado que sean publicadas.(2) El Catecismo nos lo dice # 2279 Aunque la muerte se considere inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos. El uso de analgésicos para aliviar los sufrimientos del moribundo, incluso con riesgo de abreviar sus días, puede ser moralmente conforme a la dignidad humana si la muerte no es pretendida, ni como fin ni como medio, sino solamente prevista y tolerada como inevitable. Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados. (1) Así pues como Médicos Católicos cabe plantearnos el que debemos defender la vida desde su concepción hasta su fin natural, que no podemos hacer uso de nuestros conocimientos y pericias para detener la vida de ninguna persona mucho menos de nuestros pacientes, que debemos ser objetores de conciencia frente a casos en que el aborto, la eutanasia y la eugenesia pretenden ser vistos como algo bueno, noble y humano, cuando solo es el rostro de un relativismo y la mal entendida “autodeterminación” que en palabras de Juan Manuel de Prada “son consecuencia de un personalismo que se convierte en un valor absoluto desde el punto de vista moral, con independencia de la naturaleza de sus acciones y le permite expulsar de su vida el sufrimiento , o si no puede hacerlo naturaleza del hombre es la «libertad del querer»; o sea, la voluntad soberana imponiéndose sobre la naturaleza de las, expulsar del sufrimiento su vida, matándose exigiendo que otros le maten”(3). Por eso nos dice el Catecismo #2289 La moral exige el respeto de la vida corporal, pero no hace de ella un valor absoluto. Se opone a una concepción neopagana que tiende a promover el culto del cuerpo, a sacrificar todo a él, a idolatrar la perfección física y el éxito deportivo. Semejante concepción, por la selección que opera entre los fuertes y los débiles, puede conducir a la perversión de las relaciones humanas. No podemos aceptar que los conocimientos que adquirimos para salvar vidas se usen para lo contrario, daremos cuentas a Dios de nuestros actos. Acompañar al enfermo y a sus familiares en estos momentos es necesario de nuestra parte ya sea como profesionistas, pero más aún en calidad de Cristianos que debemos conformar nuestra voluntad y deseos a los de Dios Nuestro Señor, donde no podemos actuar como médicos siempre podemos actuar como hermanos que acompañan en este trance a su prójimo podemos dar palabras de consuelo y esperanza en la vida eterna que Cristo nos ha ganado al precio de su sangre. LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI Manuel Cuevas Miles Christi. (1) Catecismo de la Iglesia Católica (2) http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20070801_risposte-usa_sp.html (3) JUAN MANUEL DE PRADA (ABC 15-07-19) “Muerte digna”

¿TODAS LAS RELIGIONES SON IGUALES?

¿TODAS LAS RELIGIONES SON IGUALES? La respuesta rápida y veraz es un rotundo “NO”, no todas las religiones son iguales pero de ahí se deriva una segunda pregunta, una más importante ¿CUÁL ES LA RELIGIÓN ÚNICA Y VERDADERA? La respuesta es la Religión Cristiana que solo tiene su plenitud en la Iglesia Católica. Esto es algo que nosotros los Cristianos Católicos deberíamos conocer entender, pero sobre todo defender ante el embate milenario de las falsas religiones y del mal entendido ecumenismo y diálogo interreligioso. No podemos decir que todas las religiones son iguales cuando unos niegan la divinidad de Cristo, otros dicen creer en personas, fuerzas, cosas contrarias a nuestra fe y la enseñanza de la Iglesia, otros se niegan a aceptar que nuestra Iglesia Católica es fundada por Cristo y es la verdadera porque ellos no pueden demostrar que sus grupos vienen desde Cristo mismo, algunos aceptan a medias y a conveniencia el Evangelio y así diluyen el mensaje de Dios, en fin es imposible que una religión que atribuye divinidad a un animal o a los árboles, que cree en la reencarnación, la fuerza del universo y demás cosas que ellos puedan creer sea la misma religión que quienes creemos en el único Dios y Señor del universo y que Cristo es el Verbo de Dios encarnado. El gran filósofo católico Joseph Seifert dijo recientemente en una carta “afirmar que “el pluralismo y la diversidad de religiones” (color, sexo, raza e idioma) son queridas por Dios en su sabiduría, a través de la cual Él creó los seres humanos” va mucho más allá de todo esto. Seifert se pregunta esto “¿Cómo puede Dios querer religiones que niegan la divinidad y resurrección de Cristo? ¿Cómo es esto compatible con la lógica? ¿Puede Dios querer que los hombres tengan creencias contradictorias sobre Jesucristo o sobre Dios o sobre cualquier otra cosa? ¿Cómo puede Dios desde la creación haber querido que los hombres caigan en pecado y en contradicción? Adoran dioses falsos, se convierten en víctimas de errores y supersticiones de todo tipo, siguen a falsos líderes y profetas, ya sea Mahoma, Buda, Confucio, Lao Tse, Chamanes y un largo etc. que se adhieren a religiones sutilmente ateas o panteístas como el budismo, o a religiones maldecidas por el Antiguo Testamento y atribuidas a demonios y adoración a demonios, como religiones prehispánicas sangrientas con sacrificios humanos?”. De ninguna manera podemos equiparar el Cristianismo con ninguna de las otras religiones. C.S. Lewis, el famoso ateo convertido en cristiano decía: “El Cristianismo es una declaración que, si es falsa, no tiene importancia, y si es verdadera, es de importancia infinita. Lo único que si no puede ser es moderadamente importante” La diferencia principal entre el Cristianismo y todas las demás religiones se fundamenta en las diferencias entre Jesucristo y otros líderes religiosos. Nuestro Señor, Jesucristo dijo abiertamente que Él era uno con Dios, así que conocerlo a Él es conocer a Dios (Jn 14,9; Mt 11,27) Jesús iba por la vida perdonando los pecados algo que sólo Dios podía hacer, realizando milagros y sanando a los enfermos, sabemos que el nació, predicó, fue torturado, crucificado muerto y sepultado y resucitó de entre los muertos por nosotros. Por eso creemos no solo que fue un buen hombre, un maestro y gran profeta, sino que es verdadero Dios y verdadero hombre, es el Hijo de Dios que vino a salvarnos de la muerte y del pecado y con su sacrificio logró la redención del género humano. Así concluimos que la única religión revelada por Dios mismo es el Cristianismo y quien tiene el depósito de la fe y la plenitud del Evangelio es la Iglesia Católica, la única que tiene un origen demostrable desde Cristo y los apóstoles y la única que tiene las cuatro notas que le confieren autenticidad, es UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. Desgraciadamente las Iglesias Ortodoxas y protestantes se alejaron de la verdad y de la plenitud de la única Iglesia de Cristo, aunque tengan algunas cosas en común con nosotros siguen estando incompletos y mutilados, ya no digamos de las miles de sectas protestantes que tienen creencias tan alejadas del verdadero cristianismo que parecen tener más cosas en común con religiones panteístas o politeístas. Lo comentaba en un artículo anterior “La única y verdadera religión es la Católica, es la que tiene la plenitud del Evangelio de Cristo, es la depositaria de la revelación divina por la Tradición Apostólica y la Sagrada Escritura, los Papas, Concilios y Santos lo han dicho una y otra vez, y sigue vigente el dogma “Extra Eclesiam Nulla Salus” (Fuera de la Iglesia no hay salvación)que busquemos la unión de los Cristianos con los Ortodoxos y las Iglesias Protestantes históricas siempre debe partir de la base que la fe católica es la verdadera, plena y de inspiración divina y que un Ecumenismo debe de tener claro que se debe predicar la verdad del Evangelio a quienes desconocen o no comparten nuestra fe, así mismo el dialogo interreligiosos debe partir dela exposición de que Cristo es el Señor, Dios y hombre verdadero y que ha muerto y resucitado por toda la humanidad ,pero deben aceptar su evangelio y a su Iglesia”( https://marchandoreligion.es/2019/06/reflexiona-sobre-tu-fe/ ). Religiones Teístas Pero hoy quiero explicar esto de forma más amplia ante la confusión que hay dentro de nuestra misma Iglesia, a veces promovida por Sacerdotes y teólogos que ignoran la Revelación divina y el Magisterio de la Iglesia, debemos empezar por saber que “Religión “es el conjunto de creencias que tiene el hombre para relacionarse con Dios. Existen religiones consideradas como monoteístas por creer en un solo Dios, como el Cristianismo, el Judaísmo o el Islam, otras religiones creen en múltiples dioses, como en el Hinduismo, Budismo, Brahmanismo, Animismo y otras. Así que de entrada vemos que hay una diferencia irreconciliable por el hecho de creer en un solo Dios o en muchos “dioses" por lo que trataré de explicar de forma generalizada diferencias entre todos ellos y nosotros los Cristianos Católicos. La Iglesia reconoce en las otras religiones la búsqueda, “entre sombras e imágenes”, del Dios desconocido” ( CEC 843) Les pondré una breve información de las principales religiones y sus creencias, la evidencia misma habla que ninguna es igual a otra. Hinduismo Los hindúes adoran a una multitud de dioses y diosas, todos estos dioses convergen en un espíritu universal llamado brahmán, el cual no es un dios, sino más bien un término para la máxima unidad. Los hindúes ven su posición en esta vida presente como resultado de sus acciones en una vida previa. Si su conducta fue malvada en el pasado, probablemente ellos experimentaran tremendas penurias en su vida actual (reencarnación). La meta de un hindú es liberarse de la ley del karma...ser liberado de futuras reencarnaciones que puede ser de 3 formas: 1. Ser amorosamente devoto/a de alguno de los dioses o diosas hindúes; 2. Crecer en conocimiento a través de la meditación de brahmán (unidad) darse cuenta de que las circunstancias en la vida no son reales, que el ser es una ilusión y que únicamente brahmán; 3. Ser dedicado con varios ritos y ceremonias religiosas. Judaísmo Israel es el pueblo elegido por Dios, que no reconoció su venida. Y aunque las autoridades de los judíos con sus seguidores reclamaron la muerte de Cristo no puede ser imputada indistintamente a todos los judíos que entonces vivían, ni a los judíos de hoy (Nostra Aetate ) el judaísmo comparte con el Cristianismo el Antiguo Testamento y la revelación que Dios hace en él. Es por ello que la Iglesia Católica los considera como hermanos mayores. El judaísmo y el cristianismo son las únicas religiones que enseñan que el creyente puede tener una relación íntima con Dios. Son religiones reveladoras porque Dios se revela a Israel a través de la ley y de su propia interacción con el pueblo judío. Islam Los musulmanes creen que hay un Dios todo poderoso, llamado Allah, quien es infinitamente superior a y trascendente de la humanidad. Allah es visto como el creador del universo y la fuente de todo bien y todo mal. Todo lo que pasa es voluntad de Allah. Él es un juez poderoso y estricto, quien será misericordioso con sus seguidores dependiendo de la suficiencia de las buenas obras de su vida y su devoción religiosa. La relación de un seguidor con Allah es de un siervo para Allah. Los musulmanes creen en un Dios poderoso, pero distante, para ellos solo hay un Dios y su profeta es Mahoma Un musulmán, tiene estos deberes religiosos: 1. Repetir un credo acerca de Allah y Mahoma; 2. Recitar ciertas plegarias en árabe cinco veces al día; 3. Dar al necesitado; 4. Hacer ayuno, un mes de cada año, de comida, bebida, sexo y cigarrillo desde el amanecer al atardecer (Ramadán) 5. Hacer un peregrinaje una vez en la vida para adorar en un santuario en la Meca. Ellos consideran a todos los no musulmanes como infieles y permiten la Sharia y el asesinato y abuso de inocentes en base a sus creencias a menos que se conviertan al Islam. Religiones no teístas Este tipo de religión está conformado por corrientes de pensamiento y tradiciones que no se articulan alrededor de la creencia en seres divinos con una inteligencia y voluntad propias. Por ejemplo, ciertas ramas del budismo y el taoísmo suelen considerarse religiones no teístas. Sin embargo, también existe la posibilidad de entenderlas como filosofías, a pesar de que una definición amplia del concepto de religión las puede incluir, ya que se basan en dogmas y en ciertas tradiciones y rituales Budismo Los budistas no adoran a varios dioses ni a Dios. Buda (Siddhartha Gautama) nunca proclamó ser divino y los budistas rechazan la noción de cualquier poder supernatural. El universo opera por ley natural. La vida es vista como consistente de dolor: dolor al nacer, enfermedad, muerte y continuas penas y desesperación. La mayoría de los budistas cree que una persona ha pasado por cientos o miles de reencarnaciones, cada una de ellas trayendo miseria a la persona. Y el deseo de felicidad es lo que provoca las reencarnaciones de las personas. Por lo tanto, la meta de un budista es purificar su corazón y desechar todos los deseos. Una persona debe abandonar todos los placeres sensuales, toda maldad, todo gozo y todo sufrimiento. Para alcanzar esto, los budistas deben seguir una lista de principios religiosos y una intensa meditación. Cuando un budista medita, no es lo mismo a orar o concentrarse en un dios, es más una disciplina personal. A través de una meditación dedicada una persona tal vez pueda alcanzar el nirvana - "la extinción" de la flama del deseo. Los budistas dicen que no existe una deidad. Formas de panteísmo El panteísmo se basa en la idea de que lo divino y la naturaleza son lo mismo, una sola unidad que no se puede dividir. Eso significa que lo divino no existe más allá de lo natural y viceversa y que, además, no existe un sujeto metafísico que ordene todo lo que ocurre en la naturaleza, ya que esta es autosuficiente, la New Age es un buen ejemplo de este tipo de creencias. New Age La nueva era promueve el desarrollo del propio poder o divinidad de la persona. Cuando se refieren a Dios o a la divinidad se refieren a una conciencia superior dentro de ellos mismos. Alguien en la nueva era se verá a sí mismo como Dios, el cosmos y el universo. De hecho, todo lo que la persona ve, oye, siente o imagina debe considerarse divino. Altamente ecléctica, la nueva era se presenta a sí misma como una colección de antiguas tradiciones espirituales. Reconoce a muchos dioses y diosas, como en el hinduismo. La tierra es vista como la fuente de toda espiritualidad y cuenta con su propia inteligencia, emociones y deidad. Pero reemplazando todo está el Ser. El Ser es el iniciador, controlador y “dios” de todo. No existe realidad fuera de lo que la persona determine. La nueva era enseña una amplia selección de misticismo oriental y técnicas espirituales, metafísicas y psíquicas, tales como ejercicios de respiración, cánticos, golpeteos y meditación... para desarrollar una conciencia alterada y la divinidad propia de la persona Los seguidores de la Nueva Era creen que ellos son dios. ¿Qué decir de estas diferencias? Muchas religiones tendrán una parte que será verdad y otra que contendrá errores (excepto la verdadera, que, lógicamente, no contendrá errores). Por esta razón, la Iglesia Católica en el Concilio Vaticano II nada rechaza de lo que en otras religiones hay de verdadero y de santo. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, aunque discrepan en muchos puntos de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres El Catecismo de la Iglesia Católica ilustra muy bien esta realidad cuando dice: «Desde sus comienzos, la fe cristiana se ha visto confrontada a respuestas distintas de las suyas sobre la cuestión de los orígenes. Así, en las religiones y culturas antiguas encontramos numerosos mitos referentes a los orígenes. Algunos filósofos han dicho que todo es Dios, que el mundo es Dios, o que el devenir del mundo es el devenir de Dios (panteísmo); otros han dicho que el mundo es una emanación necesaria de Dios, que brota de esta fuente y retorna a ella; otros han afirmado incluso la existencia de dos principios eternos, el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas, en lucha permanente (dualismo, maniqueísmo); según algunas de estas concepciones, el mundo (al menos el mundo material) sería malo, producto de una caída, y por tanto se ha de rechazar y superar (gnosis); otros admiten que el mundo ha sido hecho por Dios, pero a la manera de un relojero que, una vez hecho, lo habría abandonado a él mismo (deísmo); otros, finalmente, no aceptan ningún origen transcendente del mundo, sino que ven en él el puro juego de una materia que ha existido siempre (materialismo). Todas estas tentativas dan testimonio de la permanencia y de la universalidad de la cuestión de los orígenes. Esta búsqueda es inherente al hombre» (CEC. # 285). Concluimos que religiones diferentes hacen declaraciones diferentes, y es imposible ver cómo todas pueden ser verdaderas. De hecho, la naturaleza de una proclamación de la verdad es decir que una cosa es cierta, real y válida mientras que otra es falsa. El cristianismo enseña que Jesús es el único camino y que nadie llega a Dios sino por él. Los hindúes y budistas dirían que todas las religiones son iguales, pero niegan la exclusividad de la declaración más fundamental del cristianismo. Es absurdo pretender que enseñan lo mismo. ¿Todas las religiones adoran al mismo Dios? Consideremos eso. La nueva Era enseña que cada persona debería centrarse en una conciencia cósmica, pero requeriría que los musulmanes abandonaran a su Dios, que los hindúes renunciaran a sus numerosos dioses y que los budistas establecieran que existe un Dios. Cuando afirmamos que el cristianismo es la religión verdadera es porque en la vivencia cristiana se realiza la auténtica y perfecta relación del hombre con Dios. Y esta afirmación se justifica porque el objeto al que se dirige esta relación religiosa es la realidad divina misma y porque las actitudes que se sostienen respecto de ella son las correctas. En otras palabras: lo que afirma el cristianismo es que es la religión, que en él se realiza la relación y encuentro entre Dios y el hombre. Los cristianos creemos en un Dios que es amoroso y accesible,la encíclica Evangelii Nuntiandi explica muy bien esta idea cuando dice: «Nuestra religión establece efectivamente una verdadera y viva relación con Dios, que las otras religiones no alcanzan a establecer, si bien ellas tienen también por así decirlo sus manos dirigidas hacia el cielo» Esperemos que a la Iglesia no se le olvide en este próximo sínodo de la Amazonia que debe ser misionera y llevar el Evangelio de Cristo y la verdadera religión a todos y no dejar contaminarse de doctrinas extrañas y contrarias a nuestra Fe. Manuel Cuevas Miles Christi Bibliografía: 1.- Graves preocupaciones sobre el Documento de Abu Dhabi del papa Francisco – por el profesor Josef Seifert https://gloria.tv/article/bkkT8TTFPo8s13PXqQPHsNw7A 2.- Manuel Ocampo Ponce http://www.infocatolica.com/blog/concordia.php/1503010243-solo-la-religion-catolica-pue 3.- https://marchandoreligion.es/2019/06/reflexiona-sobre-tu-fe/ 4.- http://www.conoze.com/doc.php?doc=150 5.- Nostra Aetate http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decl_19651028_nostra-aetate_sp.html 6.-Evangelii Nutiandi http://w2.vatican.va/content/paul-vi/es/apost_exhortations/documents/hf_p-vi_exh_19751208_evangelii-nuntiandi.html 7.- Catecismo de la Iglesia Católica http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html 8.-Unitatis Redintegratio http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19641121_unitatis-redintegratio_sp.html 9.- Orientalium Eclesiarum http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19641121_orientalium-ecclesiarum_sp.html 10.- Ad Gentes http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decree_19641121_orientalium-ecclesiarum_sp.html

CARGAR LA CRUZ

CARGAR LA CRUZ. La Iglesia Católica va a celebrar la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz en memoria de la recuperación de sus reliquias por el emperador romano Heraclio de manos de los Persas y que fue llevada triunfalmente a Jerusalén en el siglo VII d. C. El rey Cosroes II de Persia, en el 614 d.C. conquista Jerusalén y se llevó las reliquias de la Verá Cruz encontradas por Santa Elena, madre del emperador Constantino en el siglo IV. El persa la colocó bajo su trono para burlarse y humillar a los cristianos pero en el 628 el emperador Heraclio logró derrotarlo y recuperó la Cruz y la llevó de nuevo a Jerusalén el 14 de septiembre de ese mismo año, con una procesión del emperador y el patriarca de Jerusalén, Zacarías, la llevó a través de la ciudad. Desde entonces, ese día quedó señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la Vera Cruz El cristiano tiene una particular devoción a este símbolo de vida y redención, donde Cristo mismo ofreció su vida para salvarnos, y contra los argumentos de quienes desconocen de historia, y de Sagrada Escritura se menciona en más de 80 veces la palabra «cruz» y sus derivados. El término griego de «cruz» (σταυρός) es stauros, algunas sectas cambian la Escritura y ponen «madero de tormento» otro ejemplo es que en lugar de «crucificado» ponen «fijado en el madero”. Inventando y agregando palabras traicionan al texto original griego. Pero aun así, su misma Biblia manipulada les sigue gritando su error: (Tomás dijo): A menos que vea en sus manos la impresión de los clavos y meta mi dedo en la impresión de los clavos… (Jn 20,25). Por encima de su cabeza fijaron el cargo contra él, escrito: “Este es Jesús el rey de los judíos” (Mt 27,37) La Biblia dice que en sus manos había clavos y que el letrero estaba encima de la cabeza… es decir Cristo tenía los brazos abiertos, con al menos un clavo en cada mano, y el letrero encima de la cabeza; mientras que ellos, contradiciendo el dato bíblico dibujan al Señor puesto en un poste, con un solo clavo atravesando ambas manos (juntas una encima de la otra), y el letrero encima de las manos. Otro texto: Lc 23,33 dice que a su derecha y a su izquierda pusieron a los ladrones: la palabra δεξιων (=a su derecha) deriva de δεξιά que significa precisamente «mano derecha»... Entonces, se nos está insinuando que Jesús tenía las manos extendidas hacia los lados. Lo mismo nos dice, indirectamente, Jn 21,18 donde Jesús predice la forma de muerte de Pedro, que fue por crucifixión... le dice extenderás las manos, no dice "brazos". Y difícilmente podría decirse que extendería las manos si ellas debieran permanecer juntas. La crucifixión romana era una estructura formada por dos piezas: un poste llamado “Stipites” y un travesaño llamado “Patibulum”. Los pies del ejecutado iban en el poste y los brazos en el travesaño. Así se formaban una crux, con el poste (Stipites) y travesaño (Patibulum) unión de las dos partes: una Cruz. En la Biblia aparece sólo 5 veces la palabra “madero” (xilon), pero con ello se indica el tipo de material, no la forma que tenía, ya que el uso de «cruz» (estaurós) es prácticamente unánime. Un punto a resaltar respecto de la crucifixión, cuando los romanos colocan un "Titulus", que según las costumbres de los Romanos y de acuerdo a la historia y arqueología, era una tabla o tablilla en las que se escribía el delito del condenado a muerte, para servir de escarmiento y mantener la "Pax Romana" en todo el Imperio y donde tenían influencia y dominación, como fue el caso de Judea y Palestina en tiempos de Jesús. Este "Titulus" era colgado en el cuello del reo a muerte o llevado por delante de él, como un aviso y para que todo el mundo viera el delito imputado, ¿Qué decía el "Titulus" de Jesús? los 4 Evangelios coinciden prácticamente en lo escrito, el más representativo quizá sea el Evangelio según San Juan (Jn 19,19) que dice "Pilato por su parte escribió y puso sobre la cruz este rótulo: "Jesús el Nazareno, El Rey de los Judíos". Muchos judíos leyeron la inscripción, porque donde Cristo fue crucificado era un sitio cercano a la ciudad; y estaba escrito en hebreo, en latín y en griego. El Evangelio de Mateo (Mt 27,37) dice; "Sobre su cabeza pusieron la causa de su condena: "Este es Jesús, el rey de los judíos". El Evangelio de Marcos (Mc15, 26) es el más escueto, dice; "La inscripción con la causa de su condena decía: “El Rey de los Judíos". Por último el Evangelio de Lucas (Lc 23,38) dice: "Había también una inscripción sobre El, en letras griegas, latinas y hebreas: "Este es el Rey de los judíos"". Como vemos los cuatro Evangelios mencionan el uso de un "Titulus" o inscripción y los cuatro hacen referencia a que es a Jesús a quien condenan a muerte por ser "Rey de los Judíos" incluso los fariseos querían que Pilatos, quien al parecer escribió la inscripción, la borrara y cambiara, pero Pilatos se negó diciendo “Lo escrito, escrito está" (Jn 19,22). Que significa entonces las siglas INRI, son las letras iniciales de lo que tenía el "titulus" sobre la cabeza del Señor al momento de la crucifixión, y son de la frase en latín que dice "Jesús Nazareno Rey de los Judíos, IESUS NAZARENUS REX IUDAEORUM. Es un dato que es importante, porque la pena capital a la que fue sometido Jesús, era por ser el rey de los Judíos, el Mesías, el hijo de Dios, lo que implícitamente es reconocer que lo mataban los judíos y los romanos, porque Jesús se decía Dios mismo, según los judíos solo Dios es Rey del pueblo de Israel, y la expresión "Rey de los Judíos", tanto como la de "Hijo de Dios" equivalen a reconocer su divinidad por parte de Jesús. Bueno y todos estos datos ¿de qué nos sirven hoy a los cristianos? ¿El símbolo de la cruz qué relación tiene en mi vida? La respuesta nos la da N. S. Jesucristo de forma contundente “Si alguno quiere venir en pos de mí que se niegue a sí mismo, TOME SU CRUZ Y ME SIGA, porque quien quiera salvar su vida la perderá; pero quien la pierda por mí la encontrará”. Es contundente la respuesta que nos da el Señor, debemos tomar nuestra cruz, debemos aceptar la carga y esa es la única forma de seguirlo, aceptando la voluntad divina sobre nuestras vidas, el tomar la cruz que ha sido destinada para cada uno de nosotros, y que a ejemplo de Cristo la llevemos hasta las últimas consecuencias. Y en estos tiempos en que vemos tanta división y apostasía dentro de la misma Iglesia nos preguntamos, realmente habremos entendido el mensaje del Señor Jesús?, Acaso no debemos los católicos ser luz del mundo y sal de la tierra? No me cabe duda que la única forma de ser fieles a Dios en estos momentos es aceptar nuestra cruz y llevarla, pero eso no significa quedarnos callados ante las injusticias, ante las herejías, ante el pecado, llevar la cruz es algo que odia el mundo pues le recuerda a todos que se han apartado del Señor y que lo han crucificado, que quien ose llevar su cruz es un reproche para esas almas infieles que se contentan con la tibieza o que han entregado su alma al enemigo malo. Quien lleva la cruz debe saber que será humillado, afrentado, que recibirá golpes y calumnias, será excluido e injuriado, pero acaso no lo dijo el mismo Cristo “bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa, alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa es grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros” (Mt 5,11-12), en estos tiempos en que los lobos vestidos de ovejas asolan el rebaño de la Iglesia no debemos dejarnos engañar por ideologías modernistas y engañosas que se disfrazan de buenismo y falsa misericordia y que abogan por la unión de religiones, la ecología , el relativismo que permite aceptar el pecado y la ofensa a Dios para no lastimar a las personas ¡NO, LO QUE IMPORTA ES LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS! Los buenos Cardenales, Obispos y Sacerdotes hoy parece que se cuentan con la mano, y los poderes del infierno pretenden avasallar a la Iglesia de Cristo, pero lo que no entienden es que ellos son del bando perdedor, que por mucho que hagan la Iglesia Católica permanecerá incólume pues creemos en la promesa de Cristo “et porta inferí non praevalenbunt adversum eam”. (Mt 16,18) El discípulo no puede ser más que el Maestro y si a Cristo lo torturaron y crucificaron, no solo debemos esperarlo, sino incluso desearlo, pedir que seamos perseverantes y fieles en la prueba, que no claudiquemos, que no seamos como aquellos que lo abandonaron en el Calvario. En este próximo Sínodo de la Iglesia se viene un ataque frontal a la fe y a la revelación dada por Dios mismo, los falsos pastores se están regodeando porque creen que ha llegado su tiempo y van a abogar por permitir la apostasía dentro de la misma Iglesia, no han sabido tomar su cruz y darán cuenta de ello, y nosotros también si no tomamos nuestra cruz, si no damos testimonio y declaramos abiertamente que Cristo es el único Señor del universo, que ha muerto y resucitado por nosotros ,si no defendemos la fe entregada la doctrina católica seremos llamados a cuentas aunque solo quede un grupo pequeño de fieles una resistencia al mal es necesario afrontar los problemas, luchar contra la herejía y el pecado aunque no será fácil es lo que se tiene que hacer, finalmente aceptemos cargar la Cruz que Dios ha dispuesto para cada uno de nosotros. No cargar la cruz equivale a desconocer el sacrificio redentor de Cristo a negarlo delante de los hombres y no hay cristiano sin cruz hermanos, debemos entenderlo y vivirlo, aunque en ello nos vaya la vida, pues quien la pierda por Cristo la ganará. LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI. Manuel

NECESITAMOS OTRO LEPANTO

¿NECESITAMOS OTRO LEPANTO? Se cumplen 451 años de la batalla de Lepanto, cuando la flota católica de la “Liga Santa” enfrentó a la armada turca que amenazaba con invadir a Europa e imponer la fe musulmana destruyendo el cristianismo. El 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto se enfrentan en combate la flota cristiana bajo el mando de Don Juan de Austria contra Alí Pachá y la flota turca. La flota cristiana formada por la armada de España, los Estados Pontificios, la República de Venecia, Génova, Ducado de Saboya y la Orden de Malta fueron coordinadas por el papa Pío V, se reunieron alrededor de 230 naves con 50,000 soldados, según las fuentes históricas. La flota turca con más de 320 naves y el doble de soldados que los cristianos, superaba en número y barcos del lado cristiano, se pensaba en la victoria musulmana. El resultado de la batalla no puede ser más favorable para los cristianos que vencieron definitivamente el poderío turco naval, y se evitó la debacle del cristianismo amenazado por los musulmanes. Esto definitivamente fue por gracia divina y la poderosa intercesión de la Virgen María, por ello San Pio V dijo al conocer la victoria de los cristianos dijo que María era “Auxilium cristianorum” como quedó en la jaculatoria de la letanía lauretana que rezamos con el Rosario. Por ello ante los peligros que sufrimos y ante las graves crisis que enfrenta la Iglesia nosotros recurrimos a quien es auxilio de los cristianos, a la Virgen María Santísima Madre de Dios. En estos tiempos que nos ha tocado vivir ya no hay la fe que antiguamente se tenía, hoy los frentes en que se ataca y combate a nuestra fe se han multiplicado, ateos, masones, musulmanes, new age, relativismo, herejía, todo eso enfrenta la Iglesia de Cristo y no veo que la mayoría de los cristianos estemos dispuestos a luchar por defender nuestra fe. Ya personas como las de Lepanto, las de la “Cristiada” en México, La Vendée en Francia, la de la Guerra civil española en que miles ofrendaron la vida por su fe y religión hay pocas y parece una opción olvidada y descartada. Lo más triste y difícil de asimilar es ver que el peor enemigo lo tenemos dentro de nuestra propia Iglesia. Es inconcebible que Cardenales, Obispos, sacerdotes, y las más altas instancias no defiendan la revelación divina y la fe depositada en nuestros padres desde que Cristo fundó su Iglesia sobre el fundamento de los apóstoles. El peor enemigo es el que llevamos dentro, el que traiciona el magisterio y la tradición apostólica, prefiriendo seguir al mundo ya que comparte todo lo que es políticamente correcto pero se olvida de proclamar fuerte y claro que Jesucristo es el Señor Dios que con su muerte y resurrección nos da la vida a todo el género humano. Es notoria la falta de fe y el querer cambiar lo que les incomoda a muchos para hacer una religión más a modo con su pensamiento modernista. Quieren cambiar la sacralidad de la Eucaristía para dar la comunión a quienes viven en pecado mortal o en adulterio olvidando lo que dice San Pablo que quien come y bebe indignamente el cuerpo de Nuestro Señor , come y bebe su propia condenación(1 Cor 11,29). Ahora está de moda aceptar las relaciones “anti natura” en aras de una supuesta misericordia y buenismo, pero sin señalar que es algo contrario a las leyes de Dios. Lo que vemos en el Sínodo de la Amazonia que se lleva a cabo en Roma estos días es para ponerse a temblar ante el abierto embate y descaro de quienes olvidan la fe que todos juramos profesar en el credo y pocos pastores hay que levanten la voz ante esto. Vemos que algunos impulsan ideas conciliadoras con el mundo como “mujeres ordenadas” hombres casados que hagan la función de sacerdotes o “viri probati”, religiosas que “confiesan” sin tener el orden sacerdotal, abolición del celibato sacerdotal, eso sí mucha apertura con la gente que practica el panteísmo y chamanismo, pero que ni siquiera se les exige tener firme la fe católica. Los pastores que deben de confirmar en la fe al pueblo de Dios están callados y no dicen nada y solo algunas voces que claman en el desierto avisan que se está alejando a los fieles de Dios y de la tradición, haciéndolos ver como retrogradas y los llenan de injurias en lugar de decir que todavía hay verdaderos profetas que Dios manda en estos tiempos aciagos. En el pasado el Papa San Pio V convocó a la liga Santa para que la cristiandad triunfara en Lepanto, el Papa Francisco está en la encrucijada en que debe de actuar conforme a lo que es su ministerio petrino, de confirmar en la fe a sus hermanos, de guiar al pueblo de Dios a la santidad y salvación, de defender la fe católica de todos los enemigos externos e internos. Necesitamos un nuevo Lepanto, una verdadera batalla donde se defienda la fe revelada, en donde se combata la herejía y los ataques que buscan destruir la Iglesia de Cristo. Sabemos que no lo lograrán, pues la promesa del Señor es que no prevalecerán las fuerzas del infierno contra su Iglesia, pero lo que debe preocuparnos es la salvación de miles de almas que confundidas por la ambigüedad o permisión del pecado sigan el camino ancho de la perdición y se condenen. Un nuevo Lepanto es metafóricamente la batalla del bien contra el mal que debe empezar por nosotros mismos, con nuestra conversión testimonio oración y sacrificio. Un nuevo Lepanto empieza hoy con el Sínodo de la Amazonía, donde la desventaja numérica contra los adversarios de la fe es notoria donde el abandono de quienes deben guiar al pueblo de Dios es evidente y pocos son los que abiertamente proclaman la verdad y el amor a Cristo. El “Instrumentum Laboris” está plagado de errores y herejías que ponen en grave riesgo a muchas almas que ignoran y desconocen los fundamentos de su propia fe. Desde la crisis del arrianismo la Iglesia no se había visto tan seriamente amenazada por sus enemigos como hoy en estos tiempos y en este Sínodo que se centra más en ecología, migrantes, teología india, panteísmo, pero no en la salvación de las almas y en una verdadera evangelización por misioneros fieles a la doctrina cristiana, que proclamen sin ambages que Cristo es el Señor Dios de los ejércitos. No debe negarse que pensar en cuidar la creación de Dios y las necesidades de nuestro prójimo son importantes, pero nada será nunca más importante que la salvación de las almas y predicar el Evangelio. ¿Queremos que se eviten los grandes males y se cumplan las amenazas del Maligno y sus secuaces? Vivamos en gracia, pidamos la poderosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, que como nuestro auxilio nunca nos deja. Recemos el Rosario y hagamos ayuno y sacrificios por la Iglesia para que no prevariquen en su fe tantas almas. Pidamos que el Espíritu Santo ilumine al Papa y a los Obispos para que hagan lo que Dios quiere y no lo que el mundo y sus ideas personales pretenden. Tú como yo seguramente somos de los simples fieles católicos que amamos a Dios y a la Iglesia, dejemos nuestra zona de confort y hagamos algo por la fe que nos decimos profesar. Seguramente nadie nos escuchará en el Sínodo de la Amazonía y podemos ser tachados de mil cosas, pero la realidad es que si podemos hacer algo y eso es la oración a Dios y pedir la intercesión una vez más de la Virgen María. Si queremos que un nuevo Lepanto, que una nueva victoria de la cristiandad se dé, no debemos confiarnos a nuestra fuerza pues nosotros no valemos nada, pero el Señor Dios de los ejércitos si puede hacer todo y si clamamos a Él suficientes almas y pedimos misericordia y que abata a sus enemigos que confrontan su Iglesia seguramente nos escuchará. EXSURGE DOMINE ET IUDICA CAUSAM TUAM. (Salmo 73) Manuel Cuevas Miles Christi.

SINCRETISMO O INCULTURACIÓN

SINCRETISMO O INCULTURACIÓN (A propósito de Pachamamas y actos idolátricos paganos) Aún hay repercusiones por lo acontecido en el pasado Sínodo de la Amazonia celebrado en Roma, donde todos pudimos ver que hubo rituales paganos que son contrarios a nuestra fe cristiana y atentan contra el primer mandamiento de la ley de Dios. Lo más polémico fue ver que un valiente joven católico de origen austriaco arrojó al río Tíber unos ídolos paganos que retiró de una Iglesia en Roma ,figuras que representaban a la “Pachamama” o “madre tierra como la consideran tribus de la zona de los Andes y el Amazonas ,dándole carácter de deidad o personificación de una fuerza u objeto como si este existiera o fuera un poder o fuerza que rige el curso de su vida, contrario a la creencia cristiana de la divina providencia de Dios y de que solamente Él es el creador de todo el universo. Hemos visto tristemente que incluso obispos y algunos sacerdotes tratan de justificar lo que a todas luces no podemos consentir los cristianos, todo eso sobre las ruinas y restos de la ciudad eterna que albergó a tantos mártires y vertió tanta sangre por defender precisamente lo que algunos ahora pretenden justificar. Los mártires católicos que yacen por miles en las catacumbas y en los cimientos de Roma fueron ejecutados por no rendir culto idolátrico a los falsos dioses y emperadores romanos, si esto no fuera cierto ¿Por qué no ofrecer incienso, libaciones o culto pagano como se les exigía a los cristianos? Con un simple acto se salvaban, pero ellos prefirieron honrar a Dios únicamente, aun a costa de su vida. Sorprende que algunos en un intento de justificar lo acaecido en el Sínodo dicen que esas imágenes no representan nada, que son un “símbolo”, que no son “dioses” y eso lo sabemos, no son dioses pero el acto idolátrico y pagano no es que existan o no esos ídolos, sino en rendir culto de adoración a un objeto, animal o persona, como fue el caso y que es exclusivo a Dios, y profanar con esas imágenes y cultos paganos templos consagrados a Dios, ese es el punto de esta triste afrenta y quienes deberían haberse pronunciado fuerte y claro no lo hicieron quizá para ser políticamente correctos. Debemos entender lo que es el sincretismo y diferenciarlo de la inculturación en la que parece que muchísimas personas confunden y por tanto creen que es bueno esa convivencia entre ídolos paganos y el culto cristiano. El sincretismo se denomina al proceso mediante el cual se concilian o amalgaman diferentes expresiones culturales o religiosas para conformar una nueva tradición. La palabra, como tal, proviene del griego συγκρητισμός (synkretismós), que significa ‘coalición de dos adversarios contra un tercero’, el sincretismo en la religión se entiende como la unión de dos tradiciones religiosas diferentes que se asimilan mutuamente, dando como resultado el nacimiento de un nuevo culto con elementos y productos de ambos, lo que ya no es sino una creencia muy diferente de la que tiene su origen. Un ejemplo de sincretismo lo podemos ver en el Vudú, el Cristianismo y las religiones animistas y panteístas africanas dieron por resultado el culto y la religión Vudú, que si bien tiene algunos elementos que pueden creerse cristianos es una religión que solo suplantó el culto de la Virgen y los Santos para justificar su adoración a demonios y espíritus y eso es lo que pretenden algunos al querer introducir el culto a la “pachamama” en la liturgia de la Iglesia lo que resultaría en algo que ya no es cristiano, que ya no sería nuestra fe católica, es una creencia nueva y diferente, ya no conserva identidad de cristianismo ,por el contrario está completamente alejado a lo que hemos recibido del mismo Dios y Señor. Así quien compara con una simple imagen esos ídolos paganos de falsos dioses como la “pachamama” ignoran que para los indígenas de América del Sur si es una deidad y lo más importante quebrantan el primer mandamiento que entre otras cosas nos dice “Amaras a Dios por sobre todas las cosas y no tendrás dioses ajenos delante de mí” (Ex 20,4). Los católicos veneramos todo aquello que se relaciona con Dios: templos, altares, objetos sagrados e imágenes de Cristo, la Virgen María, los ángeles y los santos, les veneramos y damos culto porque nos hablan de Dios, de su presencia y de su actividad, pero nunca adoramos esas cosas, incluso a las imágenes las respetamos y les damos culto , porque nos hablan de Dios, de su presencia en su Iglesia, pero no caemos en idolatría como confunden los protestantes al malinterpretar Ex 20,4 y nunca leer el contexto o citas en el que el mismo Dios ordena hacer imágenes (Ex 25,18) pero aquí no es el caso, la “pachamama” es un falso dios, que representa a la madre tierra, dice Monseñor Athanasius Schneider que también es fácil relacionarla con “Gaia” el culto a la “madre tierra” que tiene como fin volver a cultos paganos y panteístas, que es el foco de la política ambiental global o eco teología que hemos visto en Sínodo y este neo paganismo ve como su mayor enemigo al cristianismo. Dice Mons. Schneider “la adoración de la pachamama es una ilusión de inculturación. El principio de inculturación es la proclamación del Evangelio, que puede ser acogido por todos los pueblos de todas las culturas. El dinamismo de la evangelización conduce a un proceso gradual de transformación de la cultura que da la bienvenida a la Palabra de Dios, y penetra en el corazón de la misma cultura a través del mantenimiento del bien, la limpieza del mal que contiene, y provoca una evolución dinámica de la fe que siempre podrá renovarlo todo”(3 ). La Inculturación es el esfuerzo de la Iglesia por hacer penetrar el mensaje de Cristo en un determinado medio socio-cultural, llamándolo a crecer según todos sus valores propios, en cuanto son conciliables con el Evangelio, por eso los católicos debemos saber y entender que el sincretismo no es algo bueno ni deseable, lo que si se acepta es la “inculturación ,este término incluye la idea de crecimiento, de enriquecimiento mutuo de las personas y de los grupos, del hecho del encuentro del evangelio con un medio social. San Juan Pablo II, lo entendía como « la inserción del evangelio en una cultura autóctona y la introducción de esa misma cultura en la vida de la Iglesia». (1) La inculturación al igual que el ecumenismo debe partir sobre la base que la plenitud del Evangelio y el depósito de la revelación divina solamente se encuentra en la Iglesia Católica «La Iglesia católica no rechaza nada de lo que es verdadero y santo en otras religiones. Con sincero respeto considera aquellas maneras de obrar y vivir, aquellos preceptos y doctrinas que aunque discrepen, en muchos puntos, de los que ella tiene y propone, sin embargo frecuentemente traen consigo un rayo de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres» El proceso de la inculturación es el de la transcendencia de la Revelación con respecto a las culturas en que se expresa, la Palabra de Dios no podría identificarse o vincularse de modo exclusivo a los elementos de cultura que la transmiten. El evangelio, donde se implanta, impone frecuentemente incluso una conversión de las mentalidades y una enmienda de las costumbres: también las culturas deben ser purificadas y restauradas en Cristo. (1 y 2) Esto no es lo que ha pasado en el Sínodo de la Amazonia donde no vemos clara y firmemente el anuncio del Evangelio y la proclama de que Cristo es el Señor Dios, nuestro salvador y redentor. El Padre Edgar Alan Valtierra , sacerdote de la Arquidiócesis primada de México, Director de la Comisión de ecumenismo del arzobispado de México y Secretario Ejecutivo de la Comisión de Diálogo interreligioso y Comunión de la Conferencia del Episcopado Mexicano., nos recuerda en un artículo reciente , “La Encíclica Redemptor missio nos dice que la “inculturación” es un camino lento que acompaña a toda la vida misionera y requiere la aportación de los diversos colaboradores de la misión ad gentes, la de las comunidades cristianas a medida que se desarrollan , la de los Pastores que tienen la responsabilidad de discernir y fomentar su actuación”. El culto a la pachamama tiene el riesgo de no hacer más cristianos a los que desea evangelizar y si hacer paganos a los que se supone están evangelizados, el Papa Benedicto XVI le llamaría sincretismo o relativismo”. El Padre Edgar Valtierra concluye: “El tema de la pachamama en el Sínodo del Amazonas es tan oportuno y trascendente como hablar de Huitzilopochtli o la Santa Muerte en un Sínodo mexicano” (4) Debería recordarse lo que se dijo en Aparecida (V Conferencia CELAM, del 13-V AL 31-V-2007) señaló: #531. La Iglesia estará atenta ante los intentos de desarraigar la fe católica de las comunidades indígenas, con lo cual se las dejaría en situación de indefensión y confusión ante los embates de las ideologías y de algunos grupos alienantes, lo que atentaría contra el bien de las mismas comunidades. (5) Así que nunca podemos comparar una imagen religiosa que usamos los católicos que es fruto de una sana inculturación y no los ídolos paganos como la pachamama que son fruto de un sincretismo que no permite la Iglesia, y alegar que es lo mismo es desconocer lo que ya han pronunciado varios concilios. Por eso vale la pena aclarar lo que la Iglesia dice sobre las imágenes para no caer en el relativismo e iconoclasia, en el Concilio de II Nicea durante la querella contra los Iconoclastas en el siglo VIII se pronunció lo siguiente: “Como si continuáramos el camino real y, siguiendo el magisterio divinamente inspirado de nuestros Santos Padres y la tradición de la Iglesia católica (porque sabemos que esta tradición es del Espíritu Santo que habita en la Iglesia) , definimos con toda certeza y diligencia que ,así como a la figura de la preciosa y vivificadora cruz, también las venerables y santas imágenes , ya sea de colores, pinceles como de otro material, que decentemente se propongan en las santas iglesias de Dios, en los vasos y vestidos sagrados, en las paredes y retablos , en las casas y en los caminos; a saber, tanto las imágenes de nuestro Dios , Señor y salvador nuestro, Jesucristo, como de la inmaculada señora nuestra santa Madre de Dios, de los honorables ángeles y de todos los santos junto con los varones ilustres. Los que contemplan estas imágenes, más rápidamente se elevan a recordar y desear a quienes representan y a besar con veneración, no de latría, que solamente a la naturaleza divina se debe dar…El honor a las imágenes pasa a los que representan. Así se refuerza la doctrina de nuestros santos padres, la tradición de la santa iglesia católica…NOSOTROS ACEPTAMOS LAS IMÁGENES VENERABLES.NOSOTROS ANATEMIZAMOS ( declaramos fuera de la Iglesia) A LOS QUE NO PIENSAN ASÍ” C. II de Nicea, sesión VII, 23 de octubre de 787 d.C. (Dezinger #600,605) Durante el siglo XVI fue necesario que nuevamente la Iglesia se pronunciara al respecto durante el Concilio de Trento, y el 3 de diciembre de 1563 aprobó y promulga el decreto para el culto a los santos e imágenes: “El sagrado concilio manda…Que además de las imágenes de Cristo, de la Virgen Madre de Dios y de los demás santos, se conserven principalmente en los templos y que se les tribute el debido honor y veneración, no porque se crea que en ellas reside alguna divinidad o virtud, por la cual deba dárseles culto, o que a ellas haya que pedirles algo, o que la confianza haya de depositarse en ellas, como lo hacían antiguamente los paganos, que ponían sus esperanzas en los ídolos(Salmo 134,15ss);sino porque el honor que a ellas se les rinde se refiere a las personas que ellas representan; de tal modo que a través de las imágenes que besamos, ante las cuales nos descubrimos la cabeza y nos inclinamos, es a Cristo a quien adoramos y a los santos cuya representación tienen ellas, veneramos. Lo cual ya fue explicado por el Concilio de Nicea contra los destructores de imágenes (iconoclastas) Dezinger n. 1823 Volviendo a la “pachamama” resulta evidente que no es una imagen de Dios, la Virgen o los Santos, por tanto es una imagen extraña y que representa una deidad indígena, un falso dios y por tanto no se puede aceptar o consentir que profanara con su presencia un templo consagrado y mucho menos los rituales paganos que se le ofrecieron durante el pasado Sínodo de la Amazonia en Roma, es fruto del sincretismo y no de la sana inculturación. Algunos quieren comparar a la “pachamama” con a la Virgen de Guadalupe y es un error, Monseñor Eduardo Chávez, canónigo de la Basílica de Guadalupe, promotor de la canonización de San Juan Diego y experto en el fenómeno guadalupano nos dice claramente que no es lo mismo el culto cristiano a la Madre de Dios que una supuesta representación de deidades indígenas , por el hecho que en el Tepeyac le daban culto a una deidad azteca, explica que la Virgen de Guadalupe lo que ella toma, lo que recoge en el Tepeyac es el ambiente materno, nada más. Pero ella no es ninguna continuidad con ninguna “diosa” Coatlicue, NO ES UN SINCRETISMO, ES INCULTURACIÓN, es decir toma lo bueno y verdadero que ya sembró Dios, el verdadero Dios en el corazón de todo ser humano. La Virgen de Guadalupe hace una perfecta inculturación y precisamente por ello los indígenas en situación tan difícil, ven que ella viene con Aquel que verdaderamente da la vida, que sana y que salva, tomando algunos de los aspectos característicos que ellos conocían, llevándolos a la plenitud de Jesucristo nuestro Señor, ¡Inculturación, no sincretismo!”(6) La imagen de la Virgen María en su advocación adquiere rasgos indígenas como la tez morena, o algunas figuras y símbolos que a los ojos de los indígenas fue algo familiar que les permitió entender el mensaje del evangelio de Cristo, y contribuyó a la milagrosa conversión de miles de indígenas en el continente americano, eso es verdadera inculturación, no el sincretismo imágenes extraña a nuestra fe ¿por qué no recurrir a ella que es Emperatriz de América y no a ídolos paganos como la pachamama? LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI Manuel Cuevas Ramírez. Bibliografía: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_cti_1988_fede-inculturazione_sp.html http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/cti_documents/rc_cti_1972_fede-pluralismo_sp.html http://www.kath.net/news/69787 https://www.religiondigital.org/sursum_corda_el_blog_de_guillermo_gazanini/Pachamama-Sinodo-solo-buena-voluntad_7_2170652923.html http://www.inculturacion.net/docmag/Textweb.htm https://www.facebook.com/watch/?v=1565252750289480 https://www.corazones.org/doctrina/dezinger.htm

LA PERSEVERANCIA EN TIEMPOS DE CRISIS

LA PERSEVERANCIA EN TIEMPOS DE CRISIS
No se ha ustedes, pero a mí me pasa que el ver noticias, televisión, u otros medios de comunicación me provoca dolor de cabeza ante tanta información, mucha de ella negativa pues son malas noticias, me crea un sentimiento de molestia, frustración y muchas veces impotencia ante las cosas que suceden en este mundo. El problema de la pandemia de Covid-19 a nivel mundial, la gran crisis económica, los problemas geopolíticos de cada país hacen pensar a muchos que son signos del fin de los tiempos y yo quiero hacer una reflexión sobre ello si me lo permiten. En cada época de la humanidad siempre han existido guerras, pestes, catástrofes naturales el surgimiento de imperios y el derrumbe de otros, etcétera, no hay nada nuevo bajo el sol, la historia se repite continuamente al menos en lo que sería el origen y motivación de los problemas del ser humano. Tanto para alguien que vivió en el siglo III después de Cristo o en la Edad Media o en la Revolución Industrial del siglo XIX pensaron seguramente que la venida anunciada de Nuestro Señor Jesucristo era inminente ante los aparentes signos de su llegada, sin embargo no fue así para ellos y seguramente no lo será así para nosotros, es necesario tener presente las palabras de N.S. Jesucristo “Nadie sabe el día ni la hora” y si Él lo dijo era para que entendiéramos que no importa el día que el Señor nos llame a rendir cuentas, debemos estar preparados y prestos a rendir cuentas de los talentos que Dios nos ha dado. Esto nos debe hacer pensar que la vida que tenemos es única e irremplazable, también significa que el día en que el Señor nos llame a cuentas tendremos que enseñar los frutos de los talentos recibidos, si somos discípulos y seguidores de un Dios perseguido y crucificado no podemos esperar menos que persecución, afrentas y odio de los enemigos de Dios y de la Iglesia, eso no debe extrañarnos si realmente somos cristianos. Vemos la perdida de fieles en muchos lugares que eran católicos anteriormente, esto va en aumento, ya sea porque apostatan como en Alemania, miles lo han hecho o en Centro y Sudamérica que abrazan sectas protestantes que hacen un proselitismo agresivo y embaucan a los ignorantes, o personas que se alejan por los anti testimonios de Sacerdotes, Obispos y fieles que en lugar de perseverar en la fe se abandonan a sus vicios y pecados, provocan rechazo y abandono de la fe y algunos escandalizados optan por alejarse de la Iglesia, muchos se hacen ateos abandonando toda creencia religiosa, dejan de perseverar, total es más fácil vivir sin preocupaciones y dejan de seguir a Dios de estar en gracia escuchando el canto de las sirenas del mundo, lo que es políticamente correcto, pero se alejan de lo que Dios nos enseña en sus Mandamientos, en la moral y doctrina católica . En nuestra misma Iglesia vemos tristemente como Cardenales, Obispos, Sacerdotes y religiosos optan por defender las ideas del mundo, la ideología de género, el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, atacan al celibato sacerdotal, quieren el orden sacerdotal en las mujeres,permiten cultos idolátricos llevando “pachamamas” a iglesias católicas, esos dejaron de ser pastores y guías, van arrastrando por el camino de la condenación a quienes junto con ellos no perseveran en la verdadera fe. Vemos con molestia e indignación como atacan nuestros templos, profanan nuestras Iglesias, queman y destruyen nuestros objetos litúrgicos e imágenes, atentan sacrílegamente contra Jesús Sacramentado tirando hostias consagradas y nadie levanta un dedo para defender la Iglesia, solo unos cuantos fieles y algunos buenos sacerdotes se atreven a ir contra el orden establecido defendiendo como se debe nuestra fe y vemos tristemente la mordaza que desde las jerarquías eclesiásticas quieren callar a quienes solo pretenden defender su fe, ¿Todo para qué? Para ser políticamente correctos, acorde a lo que el Mundo considera bueno, pero que no deja de ser pecado y contrario a lo que nos enseña Dios, no perseveran. Vemos como en muchos países sigue prohibido el culto en las Iglesias, privándonos a los fieles de los Sacramentos y de la oportunidad de acudir a adorar a Dios en nuestras iglesias y templos, aunque los gobiernos permitan otras actividades que se consideran más importantes, y muchos de nuestros Pastores tímidamente lo aceptan, aun cuando lo primordial de la Iglesia debería ser la salvación de las almas. Vemos como ahora el influjo del islam avasalla a Europa y nadie se preocupa, porque ya no hay identidad como cristianos, ya pocos perseveran en cuidar y proteger el tesoro que es la fe católica, la herencia cristiana, la cultura occidental y por no perseverar veremos cada vez más mezquitas y menos iglesias, la muestra reciente de Hagia Sophia, templo cristiano arrebatado por el musulmán hace siglos en Turquía a los cristianos será pronto mezquita decretado por un gobierno anticristiano, y por falta de perseverancia de nosotros quienes deberíamos alzar la voz para protestar o hacer algo contra ello. A muchos nos falta perseverancia, nos falta testimonio, nos falta vivir en gracia de Dios y proclamar al mundo que está equivocado y que aunque la mayoría este en contra de las palabras de N.S. Jesucristo estas son las que nos llevan a la salvación, muchos creen que con no hacer daño a los demás es suficiente, se nos olvida que ser cristianos es dar la vida por Dios y por nuestros prójimos, el amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Recordemos que perseverancia es permanecer en estado de gracia hasta la muerte, la Iglesia enseña que es imposible la perseverancia sin ayuda de Dios, ¿cuantos de nosotros pensamos y hacemos eso?, permanecer en estado de gracia, no basta que toda una vida, 10, 20 50 años vivamos en gracia si al final no perseveramos en ella y perdemos la salvación, recuerden que basta un solo pecado mortal para quitarnos la gracia de Dios y arrojarnos al infierno. Tribulaciones, problemas de la vida, enfermedades, sufrimiento, persecuciones el espíritu del mundo, el afán de riquezas o placeres nos aparta de la perseverancia en la gracia, se sofoca el fruto que Dios ha sembrado en nosotros. Decía San Agustín sobre la perseverancia “Al decir si tal es la voluntad de Dios, demuestra que es don de Dios el padecer por Cristo, cosa que no se da a todos los santos, y por esto no se ha de decir que no alcanzan el reino de Dios, no entran en su gloria perseverando hasta el fin en Cristo, aquellos que no tienen la gloria de padecer por Cristo, porque Dios no lo quiere. ¿Y quién osará sostener que no se les concede la perseverancia a los que, a causa de una enfermedad corporal o por otro accidente cualquiera, mueren en Cristo?, pues más difícil es perseverar donde el enemigo combate para que no se persevere, y, por ende, se lucha hasta la muerte por perseverar. Aquella perseverancia es más difícil tenerla, ésta es más fácil, pero igualmente fácil le es dar una y otra a aquel para quien nada es difícil. Dios nuestro Señor prometió esta perseverancia, diciendo: Pondré mi temor en su corazón para que no se aparten de mí. Que es decir: Tal y tanto será el temor mío que yo pondré en su corazón, que se adherirán y unirán a mí con perseverancia” Esta frase es la que me impacta de lo que dice San Agustín “SE LUCHA HASTA LA MUERTE POR PERSEVERAR” yo me pongo el saco y pienso que así debe ser. El Evangelio según San Mateo nos previene de lo que pasa con la semilla que cae en terreno malo, pedregoso, con espinos o en el fértil, los que dan fruto el ciento por uno o acorde al talento trabajado, el Sembrador, que es Dios, nos viene a dar la semilla de la salvación y de la inmortalidad El que persevera hasta el final dispuesto siempre a cambiar, a dejarse salvar por Cristo, a poner generosamente en servicio y ayuda al prójimo esos talentos recibidos, él es la buena semilla que cayó en terreno fértil, que oyó la voz del Señor, que hace suyas las Palabras de vida del Evangelio y que da siempre testimonio hasta la muerte, ese es el que persevera hasta el final. (Mt 13,1-23) Sabemos que en muchos casos no es así, incluso entre los discípulos y apóstoles se dio falta de perseverancia, Judas Iscariote fue el ejemplo más triste, pero muchos otros de los apóstoles como Pedro también tuvieron su momento de debilidad y abandonaron al Señor, sin embargo arrepentidos volvieron a ser perseverantes hasta la muerte como nos lo recuerda su martirio, recordemos lo que dice el Evangelio según San Juan “Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con El. Jesús dijo entonces a los doce: ¿también ustedes quieren marcharse? Le respondió Simón Pedro: Señor ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”. (Jn 6, 66-69) Pidamos a Dios que nos permita ser perseverantes, como la Virgen María, como los santos, como los apóstoles, como los mártires que dieron su sangre por no abandonar su fe en Cristo Jesús, como dice San Pablo "Comenzasteis bien vuestra carrera, ¿quién os puso obstáculo para no seguir a la verdad?" (Gal 5,7) N.S. Jesús nos advierte, “Estad atentos, para que no os engañen” y también “Surgirán numerosos falsos profetas que engañarán a muchos” ¿cuantos se han dejado engañar por el modernismo y relativismo que hay en nuestra Iglesia? ¿cuantos nos hemos dejado seducir por las obras del Maligno y los placeres del mundo? (Mt 24,4:11; Lc 21,8; Mc 13,5). ¿Y que necesitamos para perseverar? Oración y abandono a la Providencia de Dios, el Catecismo de la Iglesia Católica nos lo dice “CEC #2742 “Orad constantemente” (1 Ts 5, 17), “dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo” (Ef 5, 20), “siempre en oración y suplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos” (Ef 6, 18). “No nos ha sido prescrito trabajar, vigilar y ayunar constantemente; pero sí tenemos una ley que nos manda ORAR SIN CESAR” (Evagrio Pontico, Capita practica ad Anatolium, 49). Este ardor incansable no puede venir más que del amor. Contra nuestra inercia y nuestra pereza, el combate de la oración es el del amor humilde, confiado y perseverante. Este amor abre nuestros corazones a tres evidencias de fe, luminosas y vivificantes: Orar es siempre posible, Orar es una necesidad vital, Oración y vida cristiana son inseparables. Tengamos en cuenta que no es fácil, también la Iglesia nos lo dice en el mismo Catecismo “CEC #2755 Dos tentaciones frecuentes amenazan la oración: la falta de fe y la acedía que es una forma de depresión o de pereza debida al relajamiento de la ascesis y que lleva al desaliento. ¿Queremos perseverar? Oremos, ¿Queremos cambiar el mundo? Empecemos por nuestra propia vida ¿queremos no caer en tentaciones y en el pecado? pidamos a Dios que nos otorgue el don de la perseverancia, en estos tiempos aciagos de problemas, pandemias, ataques y tristezas que nuestra luz sea Cristo y recordemos que el Señor ha vencido al mundo y a la muerte, confiemos en su misericordia y no cejemos en perseverar en nuestra fe y amor al Señor. Cristo de forma contundente nos dice “Sólo el que persevere hasta el fin se salvará” (Mt 10,21), pidamos la gracia de la perseverancia y como decía San Agustín “SE LUCHA HASTA LA MUERTE POR PERSEVERAR” va de por medio nuestra salvación, de la Iglesia y del mundo entero. Manuel Cuevas Ramírez