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sábado, 19 de enero de 2019

N.S. JESUCRISTO TUVO HERMANOS CARNALES? LA VIRGEN MARÍA TUVO MÁS HIJOS DESPUÉS DE JESÚS?


N.S. JESUCRISTO TUVO HERMANOS CARNALES?

LA VIRGEN MARÍA TUVO MÁS HIJOS DESPUÉS DE JESÚS?



(Virginidad de María post partum, y quienes eran los hermanos de Jesús)



Frecuentemente los herejes,sectarios, y enemigos de la Iglesia, la atacan diciendo que adoramos a María ,lo cual no es cierto, la amamos, honramos y veneramos,pero no creemos que sea un especie de "diosa" como es la creencia protestante y ellos dicen que tuvo mas hijos carnales, aparte de Jesús, es cierto eso? Ya entraremos en detalles, este post n es trabajo mío,lo hice gracias al aporte de muchos trabajos de otros hermanos y paginas católicas, pero pienso que es importante para esclarecer realmente el dar a conocer a detalle toda esta información.que Dios y la Virgen María los bendiga y proteja.






Queremos combatir las herejías contra la virginitas post partum de la Madre de Dios; es conveniente y urge; en efecto, porque ni los historiadores cercanos a la vida de la Sagrada Familia, como el contemporáneo judío de la secta farisea, Flavio Josefo (37-110), ni otros escritores un poco más tardíos, como el pretor y quindecimviro responsable del culto, Tácito (55-120), o el flamen Divi Augusti (sacerdote del culto al Emperador), Plinio el Joven (61-112),o el historiador romano Suetonio (70-126), jamás mencionaron que Jesús tuviera hermanos carnales. Ninguna de estos escritores era cristiano; en efecto, no hay ninguna fuente histórica externa que afirme la existencia de hermanos carnales de Jesús. Los Santos Padres, apologetas, mártires y confesores…, en fin, toda la Iglesia de forma unánime creyó desde el principio en la virginitas post partum de María. Ni los mayores heresiarcas, como Lutero, Calvino y Zwinglio se atrevieron a negar ese aspecto del Dogma de la Perpetua Virginidad de María. No fue hasta muy tardíamente cuando los teólogos luteranos, calvinistas, anglicanos, etc., a través de una exégesis liberal y racionalista, movidos por su inquina contra la devoción mariana de los católicos, pusieron un especial énfasis en atacar los títulos dogmáticos con los que está adornada la Madre de Dios. La vaca sagrada del protestantismo y el bombón de los modernistas católicos, Karl Barth, reformado, con su teología dialéctica (1886-1968); el luterano Josep Bornkamm; Maurice Goguel, racionalista reformado…, son sólo unos ejemplos del protestantismo cuya exégesis naturalista contaminó a algunos teologos a través del ecumenismo, al precio de negar la verdad estos últimos; de tal manera que estos teólogos, sedicentes católicos, terminaron por aceptar la herejía de aquellos, negando la virginitas post partum de María, y la esparcieron con sus escritos. Hoy son una plaga,pero afortunadamente Dios sigue manteniendo el control de su Iglesia y el Espiritu Santo a inspirado a Santos ,teólogos y exegetas católicos que se apegan a la ortodoxia y son fieles a la doctrina milenaria de la Iglesia. Abordaremos, pues, este artículo refutando cada herejía y su error exegético, y lo plantearemos como respuestas a objeciones previas. 2. Objeciones al Dogma de la virginitas post partum: Primera objeción de carácter lingüístico: “Las conveniencias doctrinales para defender la Virginidad Perpetua de María han hecho de los hermanos de Jesús, parientes en contra de los documentos” (Joseph Bornkamm; teólogo luterano). Contra esta herejía y craso error exegético la Iglesia defiende el dogma con muchísimos argumentos, los cuales podemos resumir en tres tipos: A. {Argumentos filológicos} Estos herejes se amparan en un error filológico para proclamar falacia. Sabemos que, al menos, tres de los Evangelios fueron escritos originariamente en hebreo o arameo y más tarde traducidos al griego. En ellos abundan los semitismos. La palabra “hermanos” en arameo es “aja”y en hebreo “aj”; tanto una como otra se tradujeron al griego como “adelphos”. Ahora bien, en las Sagradas Escrituras la palabra “aj” puede tener varias significaciones, además de hermano de sangre, porque en esa lengua no hay un término para describir a los hijos de una misma madre y/o padre. Veamos algunos ejemplos, entre muchos: I.-“aj” traducido por “adelphos” significando parientes familiares de tercer grado, cuarto grado..: primo, sobrino, tío, etc. Ejemplo 1º: “Dijo, pues, Abram a Lot: «Ea, no haya disputas entre nosotros ni entre mis pastores y tus pastores, pues somos hermanos.” (Génesis 13,8) Aquí vemos a Abraham llamando a Lot hermano, cuando realmente Abraham es su tío. He aquí la prueba de que era su tío: “Estos, son los descendientes de Téraj: Téraj engendró a Abram, a Najor y a Harán. Harán engendró a Lot.” (Génesis 11,27) Ejemplo 2º: Labán dijo a Jacob:“dixit ei num quia frater meus es gratis servies mihi dic quid mercedis accipias” (Gén 29:15) – Labán dijo a Jacob: El que seas mi hermano no es razón para que me sirvas de balde; dime qué salario quieres-. Labán llama a Jacob su hermano a pesar de ser su tío. Ejemplo 3º: “El hermano y la madre de Rebeca dijeron: «Que se quede la chica con nosotros unos días, por ejemplo diez. Luego se irá.» as él les dijo: «No me demoréis. Puesto que Yahveh ha dado éxito a mi viaje, dejadme salir para que vaya donde mi señor.» ellos dijeron: «Llamemos a la joven y preguntémosle su opinión.» Llamaron, pues, a Rebeca, y le dijeron: «¿Qué? ¿te vas con este hombre?» «Me voy», contestó ella. Entonces despidieron a su hermana Rebeca con su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres. Y bendijeron a Rebeca, y le decían: «¡Oh hermana nuestra, que llegues a convertirte en millares de miríadas, y conquiste tu descendencia la puerta de sus enemigos!»” (Génesis 24,55-60). La madre de Rebeca, junto al hijo de aquella llama a su propia hija, hermana. II.- “aj”traducido por “adelphos” significando la pertenencia a la misma tribu, pueblo. Ejemplo: “En aquellos días, cuando Moisés ya fue mayor, fue a visitar a sus hermanos, y comprobó sus penosos trabajos; vio también cómo un egipcio golpeaba a un hebreo, a uno de sus hermanos”. (Éxodo 2,11) Las Sagradas Escrituras nos narran cómo Moisés vio que golpeaban a un hebreo, y por ser de su mismo pueblo el Éxodo dice que es uno de sus hermanos, cuando no existía ningún lazo de consanguinidad. III.-“aj” traducido por “adelphos” significando un lazo espiritual. Ejemplo : “¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.” Marcos 3,33-35 En el pasaje anterior a Cristo le hacen referencia de sus ‘hermanos’ (que le esperan a fuera), y Él hace el contraste con sus hermanos espirituales, nótese que no implica que aquéllos sean hermanos hijos de su misma madre, porque también podrían ser parientes, según el primer significado, o del mismo pueblo según el segundo. IV.- .-“aj”traducido por “adelphos” significando hermanastro; no implicando hijo de la misma madre. Ejemplo 1: “En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene” (Lucas 3,1). Filipo era hijo de Herodes el Grande y Cleopatra de Jerusalén, mientras que Herodes era hijo de Herodes el grande y Maltace (su cuarta esposa). Esta genealogía es de Flavio Josefo. Ejemplo 2: “No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o fuera de ella.” (Levítico 18,9. Ejemplo 3:“Maldito quien se acueste con su hermana, hija de su padre o hija de su madre. – Y todo el pueblo dirá: Amén” (Deuteronomio 27,22). Más pruebas de que la palabra “hermanos” por sí sola no implica hijos de una misma madre la tenemos en varios pasajes del antiguo testamento, como en estos dos últimos ejemplos. Visto lo anterior, respondemos a esta primera objeción lingüística: No existía en el hebreo antiguo una expresión para distinguir al hermano del primo o pariente. Todavía hoy, en pleno siglo XXI, sigue sin existir en el hebreo moderno una palabra para describir ese vínculo de hermanos con comunes padres. Para poder distinguir entre un “hermano” o “pariente” es necesario acudir a expresiones tales como “hijo de la misma madre (o padre); v.g.: “fulano y mengano son hijos de Zutana”, indicaría con claridad que ambos son hermanos por parte de madre (Zutana) aunque tampoco sabríamos si compartían el mismo padre y si, por lo tanto, sólo fuesen hermanastros. Tampoco “el árabe moderno, como el hebreo, tiene un término para discernir entre hermanos y primos, al igual que ocurre en África en todas las culturas tradicionales” (1) Esta diversidad de uso de la palabra hermano se debe, como hemos dicho, a que en arameo y hebreo (las lenguas maternas de Jesús y sus discípulos) no existía un equivalente para primo, primo segundo y otros grados de parentesco; por esa razón solía usarse la palabra “aja“, es decir, hermano; porque es evidente que es más fácil decir “hermano”, que “el hijo de la hermana de mi padre”, por ejemplo. Sin embargo, en griego si existía un término para “primo” o “pariente”: “anepsios”; no obstante la palabra“adelphos” (hermano en griego) es la más frecuentemente utilizada con un significado más extenso que el de hermano carnal debido a la fuerte influencia del lenguaje arameo y del hebreo en la Escritura. En efecto, la traducción griega de la Biblia, llamada de los Setenta (LXX) o Septuaginta, del siglo II antes de Cristo, cuidadosamente elaborada para el servicio de la populosa e influyente diáspora judía helenizada, desarrolla un griego de fuerte componente hebraico. Y en ésta, sólo utiliza la palabra “anepsios”,dos veces: Números 36,11 y Tobías 7,2; como hemos visto en los ejemplos citados, entre muchísimos habidos, se transcriben los vínculos mediante la palabra “adelphos” (hermano en un sentido amplísimo). Los traductores de la versión griega de los LXX no dudaron en transcribir “aj” o “ajá” por “adelfos” aún en los casos en que el parentesco no provenía de la filiación de padres comunes, o de una misma madre o padre. Demostremos lo dicho presentando algunos textos en griego, latín y español, más otro en hebreo como muestra de decenas de ellos habidos en la Biblia con la palabra “aja” para describir un lazo que no es sanguíneo. ἀδελφός adelphos



אָחִ֖יו aja



Génesis 13,8 en hebreoוַיֹּ֨אמֶר אַבְרָ֜ם אֶל־לֹ֗וט אַל־נָ֨א תְהִ֤י מְרִיבָה֙ בֵּינִ֣י וּבֵינֶ֔יךָ וּבֵ֥ין רֹעַ֖י וּבֵ֣ין רֹעֶ֑יךָ כִּֽי־אֲנָשִׁ֥ים אַחִ֖ים אֲנָֽחְנוּ׃



ESPAÑOL: “Abram dijo a Lot: No haya pleitos entre nosotros ni entre nuestros pastores, que somos hermanos. (Gén 13:8)LATÍN:” dixit ergo Abram ad Loth ne quaeso sit iurgium inter me et te et inter pastores meos et pastores tuos fratres enim sumus (Gén 13:8).Génesis 29,15 en hebreo:וַיֹּ֤אמֶר לָבָן֙ לְיַעֲקֹ֔ב הֲכִי־אָחִ֣י אַ֔תָּה וַעֲבַדְתַּ֖נִי חִנָּ֑ם הַגִּ֥ידָה לִּ֖י מַה־מַּשְׂכֻּרְתֶּֽךָ׃



ESPAÑOL: “Labán dijo a Jacob: El que seas mi hermano no es razón para que me sirvas de balde; dime qué salario quieres”. (Gén 29:15)LATÍN: “dixit ei num quia frater meus es gratis servies mihi dic quid mercedis accipias” (Gén 29:15)



1 Crónicas 15,4-5 en hebreo;וַיֶּאֱסֹ֥ף דָּוִ֛יד אֶת־בְּנֵ֥י אַֽהֲרֹ֖ן וְאֶת־הַלְוִיִּֽם׃,לִבְנֵ֖י קְהָ֑ת אוּרִיאֵ֣ל הַשָּׂ֔ר וְאֶחָ֖יו מֵאָ֥ה וְעֶשְׂרִֽים׃ ס



ESPAÑOL: “David reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas: De los hijos de Queat: a Uriel, el jefe, y a sus hermanos, ciento veinte. (1 Crónicas 15,4-5) LATÍN: “necnon et filios Aaron et Levitas de filiis Caath Urihel princeps fuit et fratres eius centum viginti”. (1Cr 15:4-5) En fin, lo que es obvio para las culturas orientales que hablan árabe o las más antiguas de África, que aún hoy carecen de un término propio para describir el lazo de los hijos de los mismos padres, es dificultoso a estos soberbios porque no aman la verdad. Confiteor Deo omnipoténti, Beátae Maríae semper virginis..reza la Iglesia al pie del Altar al comenzar cada día el Santo Sacrificio de la Misa, haciendo evidente el adagio Lex orandi lex credendis. Notas (1) Victorio Messori. Cf. Tierra Santa, pag. 18; nº 12-2013



Ya refutada la objeción de los herejes sobre el uso de la palabra “hermanos” en las Sagradas Escrituras desde un ámbito puramente lingüístico, demostrando que no se usa en hebreo en el sentido de nuestro idioma,es decir, hijos de un mismo ascendiente, sino en un sentido mucho más amplio, al carecer el hebreo y el arameo de una palabra que designe el vínculo de sangre de dos o más personas hijos de un mismo padre o madre. Nos proponemos ahora, también desde un punto de vista filológico, refutar otras dos objeciones, respecto a la verdadera significación de las palabras “hasta” (ἕως) e “y” (“kai”), para en los próximos artículos, si Dios quiere, rebatir desde un punto de vista bíblico y teológico las herejías, no sólo de los racionalistas protestantes, sino también las de los liberales católicos que, como mala hierba, crecen por doquier tras el último concilio, tratando de asfixiar el trigo. Segunda objeción de carácter lingüístico: “Pero se lee en las sagradas Escrituras:“Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús.” (Mateo 1,25), de lo cual se deduce con naturalidad que la conoció después”. Contra esta herejía, que quiere apoyarse en un craso error exegético, la Iglesia defiende el dogma con muchísimos argumentos, de los cuales vamos a continuar exponiendo, en este artículo, los de carácter filológico: A.2 {Argumentos filológicos} En primer lugar mostremos el texto de San Mateo 1,25 en griego para una mejor comprensión de lo que vamos a decir: 



"καὶ οὐκ ἐγίνωσκεν αὐτὴν ἕως οὗ ἔτεκεν υἱόν· καὶ ἐκάλεσεν τὸ ὄνομα αὐτοῦ Ἰησοῦν."



Obsérvese la quinta palabra (“ἕως”), que se traduce ordinariamente por la preposición española “hasta”: Uno de los argumentos más violentos (…), y constantes de parte de los detractores de este dogma se encuentra en la libre interpretación del texto de Mt 1:25, donde los adversarios de la Virginidad perpetua de María han visto en las palabras “…y no la conoció hasta que nació Jesús”, el argumento para la negación de la Virginidad de María después del Parto. Aunque esta interpretación del texto ha sido ya refutada cientos de veces por los padres de la Iglesia y miles de veces por los teólogos, los modernistas han querido confirmar sus prejuicios exegéticos encontrando en las palabras “conoció” ( γινώσκω ginōskō) y“hasta que”, ( ἕως heōs) alguna evidencia que pudiera destruir el dogma católico de la Virginidad perpetua de María, como verdad de fe revelada por Dios. El argumento lo plantean diciendo que la palabra “conoció” (ginōskō) connota actividad sexual futura cuando se considera la palabra (heōs), “hasta que”. Además, dicen algunos apologetas no católicos, que si el Espíritu Santo hubiera querido transmitir el mensaje de que María mantuvo su virginidad a lo largo de toda su vida, bien pudo haber inspirado a San Mateo a escribir algo distinto, o haber detenido su mano antes de las palabras: “Hasta que dio a luz.” Entonces esa oración nos habría enseñado que María fue una virgen perpetua leyendo así: “José… no la conoció” o como en la Biblia NVI se leería: “Pero él no se unió a ella.” Y por tanto este versículo, según los no católicos y herejes, establece, por deducción, que hubo un momento en el que José y María “tuvieron unión sexual” Las refutaciones contra esta blasfema herejía provienen no sólo del campo católico, sino también desde la misma secta protestante, donde alguno empieza a recuperar el sentido común, aunque desgraciadamente no del todo. El comentarista protestante Jamieson Fausset Brown escribe sobre Mat 1: 25; “Y no la conoció hasta que parió a su hijo primogénito”. La palabra “hasta” no necesariamente da a entender que vivieran en una relación distinta después, lo cual se hace evidente considerando el uso de la misma palabra en 1Sa.15:35; 2Sa. 6:23; Mat.12:20”. En efecto, “hasta” tiene generalmente el significado de “nunca” , “jamás” para poner el énfasis en la acción precedente. Veamos primero los ejemplos bíblicos que cita J.F. Brown. EJEMPLO I: “Samuel no vio más a Saúl hasta el día de su muerte. Y lloraba Samuel por Saúl, pero Yahvé se había arrepentido de haberle hecho rey de Israel” (1Sa 15:35). Como sabemos por la Biblia Samuel no vio más a Saúl; luego “hasta”no significa aquí que le vio el día en que murió o después de haber sido enterrado; “hasta”significa que jamás le volvió a ver; es una forma de enfatizar que “no vio más a Saúl” a causa de que Yahvé se había arrepentido de haberlo hecho rey. EJEMPLO II: “Y Mical, hija de Saúl, no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte”. (2Sa 6:23) Mical, la hija de Saúl, no tuvo hijos el día de su muerte, ni luego de morir, lo que sería un absurdo. ¿Por qué el autor no escribió “no tuvo ya hijos”?,¿Es que Mical tuvo hijos después de muerta? No; no tuvo hijos; el escritor sagrado quiere resaltar especialmente que no tuvo más hijos. EJEMPLO III : “no quebrará la caña cascada, ni acabará de apagar la mecha que aún humea, hasta que haga triunfar la justicia de su causa.” (Mat 12:20). Este texto de San Mateo está hablando del Siervo de Dios. Es obvio que “hasta”significa aquí un énfasis añadido sobre “no quebrará”; es decir, que jamás quebrará. Soló un prejuicioso o un idiota podría decir el absurdo, de que si bien el Siervo de Dios no fue apagado antes, sí se quebraría luego de triunfar la justicia de su causa en el Juicio. Otros ejemplos: EJEMPLO IV: “Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»” Mateo 28,20



Mateo 28,20 (Griego)



διδάσκοντες αὐτοὺς τηρεῖν πάντα ὅσα ἐνετειλάμην ὑμῖν· καὶ ἰδοὺ ἐγὼ μεθ’ ὑμῶν εἰμι πάσας τὰς ἡμέρας ἕως τῆς συντελείας τοῦ αἰῶνος.



Veamos este ejemplo que cita el comentario de la Biblia de Ginebra:“¿Esto significa que Jesús no estará con nosotros después del fin del mundo? No, el pasaje no está diciendo eso, solo está haciendo especial hincapié en que no nos abandonará hasta el fin del mundo.” Sería deplorable una exegesis sin ningún rigor científico que concluyera que, luego del fin del mundo, Jesús no estaría más con los elegidos. EJEMPLO V: “Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies.” Hechos 2,34-35.



Hechos 2,34-35 (Griego)



οὐ γὰρ Δαυεὶδ ἀνέβη εἰς τοὺς οὐρανούς, λέγει δὲ αὐτός Εἶπεν Κύριος τῷ Κυρίῳ μου Κάθου ἐκ δεξιῶν μου,(35)ἕως ἂν θῶ τοὺς ἐχθρούς σου ὑποπόδιον τῶν ποδῶν σου.Porque David no subió a los cielos; pero él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. 



¿Qué quiere decir en este texto? ¿Significaría que Jesús ya no sigue ni seguirá sentado a la diestra del Padre, después que sus enemigos caigan? ¿Cómo quedaría el texto si interpretamos con mentalidad modernista? Quedaría como una paradójica, desatinada e irracional tesis teológica. Esa es la caricatura en que ha convertido la nueva teología a la exégesis. EJEMPLO VI: “Mira que yo estoy contigo; te guardaré por doquiera que vayas y te devolveré a este solar. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho.” (Génesis 28,15) Dios promete a Jacob no abandonarle hasta cumplir las promesas que le ha hecho, pero no está diciendo que sí le abandonará después de cumplirlas. ¿Por qué aquí sencillamente el pasaje no se limitó a escribir “No te abandonaré”?. Porque quería resaltar que Dios no abandonaría a Jacob antes de cumplir sus promesas, pero no estaba afirmando abandonarle después. Hay muchos pasajes, en donde esta misma palabra es utilizada y que nos pueden ilustrar que “hasta” no implica un cambio posterior de estado, pero pensamos que no sería ameno abrumar con más ejemplos y que son suficiente prueba los ya aportados, para demostrar que la palabra “hasta”, en el idioma hebreo, nos da a entender que una cosa no sucederá en el futuro. Así mismo en San Mateo 1,25 el evangelista no estaba afirmando que José conoció a María después de dar a luz, sino que estaba haciendo énfasis en que Jesús nació sin intervención de José. Afirmamos con toda la Tradición de la Iglesia que no puede deducirse de San Mateo 1,25, por tanto, que la conoció más tarde: no más de lo que se puede deducir de esta expresión de 2ª de Samuel 6:23, y Mical, hija de Saúl, no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte, como si se pudiera deducir , alocadamente, que Mical tuvo hijos después de muerta cuando su cuerpo se descomponía. Luego de haber probado lingüísticamente que Mateo 1,25 no implica que José conoció a María, más adelante probaremos con base bíblica que no la conoció. El lector puede encontrar otros ejemplos del uso de la palabra “hasta” (“ ἕως”) sin cambio posterior de estado, en Génesis 8,5 y 49,10; 1 Timoteo 4,13 y 6,14; Romanos 8,22; Filipenses 1,5, etc. A.3 {Argumentos filológicos} Tercera objeción de carácter lingüístico: Pero se lee en el relato de la Bodas de Caná: “Después [de la boda, Jesús] fue a Cafarnaún con su madre, sus hermanos y [ en griego ‘kai’] sus discípulos , pero estuvieron allí sólo unos días” (San Juan 1,12). Luego parece que sus hermanos y discípulos eran personas diferentes. La partícula griega “kai” traduce textualmente un waw arameo que, con alguna frecuencia, corresponde a la conjunción copulativa española “y”.Pero en este caso, es explicativo, y su equivalente en español es “por tanto”, “es decir” u “o sea” . En los Evangelios en griego no siempre la partícula “kai” se puede traducir por nuestra conjunción “y” si se quiere evitar decir una incoherencia. Según el Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento Exhaustivo, Vine: El empleo exegético o explicativo de “kai”, puede quedar representado mediante las expresiones “o sea”, “esto es”, ”y ciertamente”, ”es decir”; por lo general se traduce “y”. En tales casos no se tiene a la vista una mera adición. Vemos así: En Mt 21.5, “y sobre un pollino” significa “es decir, sobre un pollino”. En Jn 1.16 la cláusula “y gracia por gracia»”, es explicativa de “la plenitud”. En Jn 12.48: “y no recibe mis palabras” no es una mera adición a “El que me rechaza”, sino que explica lo que involucra el rechazo, como lo muestra el versículo precedente. En Mc 14.1: “y la fiesta de los panes sin levadura” constituye quizá un ejemplo de ello, por cuanto la fiesta de la Pascua es definida en este sentido en Lc 22.1; así, puede entenderse en “la pascua, esto es, la fiesta de los panes sin levadura”. En Hch 23.6 el significado es “la esperanza, esto es, la resurrección de los muertos”. En Ro 1.5: “la gracia y el apostolado”puedesignificar “la gracia expresada en el apostolado”.Otros ejemplos de cómo la palabra “kay” se debe traducir por “es decir” u “o sea” pueden verse en Ef 1; Jn 3.5; Tit 3.5; Ro 12.2; etc. Veamos un ejemplo en detalle, entre varios, para mostrar que no se puede traducir “kai” por “y”: “Los sumos sacerdotes, los ancianos y los maestros de la Ley y (“kai”) el tribunal supremo en pleno” (Mc 1,1) sería una defectuosa traducción, siendo la adecuada esta otra: “Los sumos sacerdotes, los ancianos y los maestros de la Ley ,o sea, (“kai”) el tribunal supremo en pleno” (Mc 1,1). Porque, en efecto, los que ya se habían citado eran todos los que integraban el tribunal supremo. Ahora volvamos al texto de las Bodas de Caná de la objeción herética, cuya incorrecta traducción sirve de arma a los terroristas exegéticos. Dicho texto debe traducirse así: “Después [de la boda, Jesús] fue a Cafarnaún con su madre, sus hermanos, es decir, [en griego “kai”] sus discípulos , pero estuvieron allí sólo unos días” (San Juan 1,12). El argumento puramente filológico se ve apoyado por la señalización del lugar al cual Jesús se dirige. No va a Nazaret, lugar al cual se dirigiría si quienes le acompañaban fueran sus hermanos menores, sino a Cafarnaún, centro de la predicación del Reino en Galilea, acompañado de sus discípulos. Por otra parte, la Biblia nos narra que José era justo; en el pensamiento judío “justo” no es solo aquél que es sensible para las cosas de Dios, sino uno que, además, conociese bien la “Torá”; en efecto, “justo” (“δικαιος”) en griego tiene el sentido de persona observante de la ley; y sobre esta observancia es seguro que José conocía el episodio de la zarza ardiente, cuando Moisés aturdido por la visión del fuego que no consumía aquellas ramas, oyó el siguiente mandato: “No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar que pisas es suelo sagrado.” (Éxo 3:5). También conocería el caso de Uza (2ª Samuel 6:6), que tan solo por tocar accidentalmente el Arca donde Dios permitía manifestar su presencia le costó la vida; en efecto, cuando se acercaban a la era de Nacón, los bueyes dieron un paso en falso y Uza quiso sujetar el Arca de Dios y puso la mano para sujetarlo. Entonces Yahvé se enojó con Uza y Dios lo hirió allí mismo; murió al lado del Arca de Dios. (2ª Samuel 6:6,7). José, hombre justo, ni siquiera podría imaginar un conocimiento sexual; ni le era posible profanar aquel insigne Vaso virginal al cual viniese a manifestarse el poder del Padre, la Sombra del Espíritu, y la cohabitación del Hijo. La gracia de Dios se derramó copiosamente en San José para cumplir perfectamente su vocación de protector del Verbo de Dios hecho carne y de su Madre. Con la refutación de estas tres objeciones lingüísticas, la más esgrimidas por los herejes y sectarios, podemos pasar a rebatir las objeciones desde un punto de vista bíblico y teológico. Refutadas con toda contundencia posible las objeciones filológicas más comúnmente esgrimidas contra la Virginitas post partum de la Madre de Dios previamente), nos proponemos ahora rebatir las torpes e impías impugnaciones al dogma de fe desde un punto de vista exegético. Todas las negaciones de la verdad revelada en el ámbito escriturístico provienen de casi un único error: el libre examen de la Escritura fundado por el heresiarca Lutero; pregonado por sus partidarios en estos últimos cinco siglos y que ha abducido a muchos teólogos ‘católicos’. Proseguiremos con el mismo método de los artículos anteriores. En primer lugar pondremos la objeción como la plantean los herejes, y luego responderemos.



Cuestión: Primogénito 



Primera objeción de carácter bíblico: «Se lee en San Lucas 2,7 que María “dio a luz a su Primogénito” luego se entiende que hubo otro que fue segundo, etc., para que Jesús sea denominado el Primogénito». A este ardid de los librepensadores respondemos: Puesto que todos los herejes aceptan, al menos, que Jesús fue, en efecto, el Primogénito; en eso coinciden los más desviados de entre ellos, no les queda más remedio que concluir que, si como dicen, Jesús tuvo más hermanos, éstos serían menores en edad a Él. Según los más críticos entre los herejes , Jesús hubiera tenido cuatro hermanos y dos hermanas; todos menores en edad que Nuestro Señor. La casa de Nazaret estaría repleta de chiquillos, según ellos. Ahora bien, San Lucas narra que cuando Jesús tenía 12 años, María y José fueron con él solo a Jerusalén. Dicho viaje de unos trescientos kilómetros ida y vuelta a pie por caminos poco aptos no era obligatorio, mucho menos para la mujer y requería entre 17 y 20 días de ausencia de casa para ir y volver, incluyendo la estadía en la ciudad, que el propio evangelista nos dice cuántos fueron: «más de regreso, cumplidos los días. Lc. 2,43»; y como sabemos eran siete los días que duraba la Pascua, quedándose hasta su término según la Escritura, esos fueron los días en Jerusalén. Si hubiera tenido más partos María ¿habría dejado solos en casa durante tres semanas a niños aun pequeños? No es posible imaginar tal situación, menos en una familia de la que no consta que tuviera importantes medios para tener ayos. Pero aun suponiendo que, por una sola vez, es decir, cuando Jesús tenía doce años, algún pariente se hubiera hecho cargo de la prole de cuatro a seis supuestos hijos pequeños -grave responsabilidad, pues serían muchos chiquillos para cualquiera que no fuera su madre, más cuando no estaban obligados por la Ley a hacer esa peregrinación- durante unas tres semanas, no hubiera repetido cargar con ese grave compromiso sobre los hijos de otros, ni un año más. Pero resulta que, en realidad, María y José no fueron solamente ese año a Jerusalén, sino que «iban todos los años para la fiesta de Pascua» o « según costumbre », como nos dice San Lucas en el cap. 2,41. Esa ausencia acostumbrada de la casa de Nazaret año tras año no sería posible si María hubiera tenido 4 a 6 hijos pequeños más, algunos de los cuales estarían en periodo de lactancia y otros sin saber andar, como dicen los herejes. María sólo tuvo un Hijo: Jesús; por eso subieron únicamente con Él a Jerusalén. Segunda objeción de carácter bíblico: «Se lee en San Mateo 12,46-50 que la Madre de Jesús y sus hermanos querían hablarle, para que volviera a casa » Vayamos al pasaje de Mt. 12, 46-50 donde se narra que sus hermanos habían ido a buscar a Jesús ¿Cómo sería posible que los hermanos menores se atrevieran a buscar a Jesús para obligarle a regresar a casa? Eso sería desconocer el estrecho marco cultural de la época y la absoluta jerarquía del primogénito sobre los hermanos menores.Entre los hebreos, al igual que entre otras naciones, el primogénito disfrutaba privilegios especiales. Además de tener la mayor parte del afecto paterno, tenía dondequiera el primer lugar después de su padre (Génesis 43,33) y una especie de autoridad directiva sobre sus hermanos más jóvenes (Gén. 37,21-22.30, etc.); se le reservaba una bendición especial a la muerte de su padre, y lo sucedía como jefe de la familia, recibiendo doble porción entre sus hermanos (Deut. 21,17). Además, el derecho de progenitura, hasta el tiempo de la promulgación de la Ley, incluía el derecho al sacerdocio. Por supuesto, este último privilegio, como también la jefatura de familia al cual iba adherido, continuaba en vigor sólo durante el tiempo que los hijos vivieran bajo un mismo techo; pues, tan pronto formaban una familia aparte y separada, cada uno se convertía en cabeza y sacerdote de su propia casa. (Enciclopedia Católica)No hay ninguna duda que éstos que ven con desagrado el ministerio de Jesús no son hijos de María, sino parientes y además menores que Él. San Mateo es un evangelista que, sistemáticamente, aplica las profecías del Antiguo Testamento a los hechos de Jesús. No hubiera dejado ocasión de citar ante esta vicisitud el Salmo 69,6 : «Soy como un extranjero para mis hermanos, como un extraño para los hijos de mi madre». Más no lo citó, a pesar de que venía como ‘anillo al dedo’, si realmente hubiesen sido aquellos, hijos de María. Nótese que para decir que fulano es hermano de sangre de zutano, al no haber en hebreo ni en arameo una palabra para ello, tiene que decirse que fulano y zutano son hijos de Mengana. Pues bien, nunca se dice en los Evangelios que esos hermanos son hijos de María. Sólo Jesús y nada más que Él es llamado el hijo de María. Tercera objeción de carácter bíblico: «Se lee en Hechos 1,13-14: “Estos todos estaban perseverando unánimemente en la oración, con las mujeres; y María, la madre de Jesús, y con los hermanos de él”. (Hch 1:14); luego los hermanos de Él eran hijos también de María» Advirtamos, en primer lugar, que no dice ‘María y sus hijos’ ni ‘María la madre de Jesús y de los demás” o algo semejante que indicara que María era también madre de los otros, sino«María, la madre de Jesús y de los hermanos de Él»; Esta claro en el texto que María no era la madre de los que aquí son llamados «hermanos de Él». En segundo lugar, todos los exégetas junto con la tradición concuerdan en que San José murió pronto. Los evangelios no dan señal alguna de que estuviese presente en los años de la vida pública de Jesús, ni en su Pasión ni luego de la Resurrección. Cualquiera que sepa algo de cómo era la vida social de la mujer entre los israelitas, no podría explicar la presencia de María, tanto en la vida pública como en la Pascua de su Hijo, salvo apelando a la viudedad de la Virgen y la acogida por Jesús, que ejercía como jefe de familia por la primogenitura. En efecto, María aparece sin su esposo José, cosa impensable en una sociedad donde estaba muy mal visto el que un hombre hablase con una mujer en público (por eso se extrañan los apóstoles cuando encuentran a Jesús hablando con una mujer en el Pozo de Sicar (Jn. Cap. 4), hasta el punto que tal acto podía ser motivo de repudio. Solo la viudedad y que Jesús en el ejercicio de sus derechos la acogiese, explicaría la continuada presencia de su Madre, especialmente en el Calvario. Pues bien, si María era viuda cuando Jesús fue crucificado, no habría explicación razonable para que en la Cruz Jesús confiara a San Juan la custodia de su madre, si como dicen los heresiarcas, tuviera más hermanos de sangre e hijos de María. Lo natural y legal hubiese sido que los otros hijos se hiciesen cargo de su madre cuando el primogénito de los supuestos hermanos muere. Sin embargo, en medio de la agonía, Jesús señala a San Juan como custodio de María. Y ese testamento suyo se cumplió de inmediato; pues «Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.(Jn 19,27)». No hubo necesidad de que María volviera a Galilea a arreglar sus cosas con sus otros hijos y dejar disposiciones y voluntades que debieran tener en cuenta, porque no tuvo más hijos. Por eso, Ipso facto, luego de la sepultura, el discípulo amado la recibió en su casa. Sabemos también que en el día de Pentecostés junto con los apóstoles, y otras mujeres, estaba María, la Madre de Jesús. Cincuenta días después Juan cuidaba de María. María es, pues, la Virgen Madre de Jesús; sólo tuvo un Hijo: Jesús, concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, que murió en la Cruz y resucitó al tercer día. Fue siempre virgen, antes del parto, durante el parto y después del parto. Conclusión sobre el uso de ‘Primogénito’



Un descubrimiento de 1922 en Tell-el-Yehudieh, confirma lo que venimos diciendo sobre el uso y hasta la preferencia de la palabra ‘Primogénito’. Se trata de un epitafio del año cinco antes de Cristo. La inscripción hace decir a la difunta mujer judía, Arsinoe, a la que estaba dedicada: «En los dolores del parto de mi primogénito el destino me llevó al fin de mi vida». Parece ilógico, según el pensamiento protestante, que si esta mujer judía murió dando la vida a su hijo primogénito, ya que era imposible que tuviera otros, no se usara la palabra ‘unigénito’ y en su lugar se escribiera ‘primogénito’. Lo cual demuestra que era común denominar al hijo único primogénito, por una parte, y la torticera y perversa mente de los teólogos católicos al frente de cátedras abducidos por la teología liberal protestante, por otra. El hecho de que S. Lucas haya usado ‘Primogénito’ en vez de ‘Unigénito’, prueba que no estaba pensando en hijos posteriores, pues aunque ‘unigénito’ es lingüísticamente posible y muy correcto, en la Biblia, y en el contexto histórico, el uso de esta palabra para designar a un hijo único es inusual, solo se emplea a veces para designar que es Hijo único del Padre, (cf. Jn 1:14; 18), pero también se usa la palabra Primogénito en relación al Padre; aunque sabemos que, en efecto, Jesús es Hijo único, el texto dice; «Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios» (Heb 1:6). Aquí notamos que para introducir al mundo a su Hijo se consideró usar “Primogénito” del Padre, en vez de “Unigénito” Por otro lado, el término ‘Primogénito’ (prototókos), no supone la existencia de otros hermanos menores, sino que subrayaba los derechos y privilegios, (Ex 13:2;12; 22:29; 34:19; Núm 3:12,13; 8:18). El pensamiento de San Jerónimo, en palabras de John Lightfoot es el siguiente: «A la ley al hablar del primogénito no se interesaba en si alguno había nacido después, sino solamente en si alguno había nacido antes». Este título de Primogénito se aplica a Jesucristo, para expresar su supremacía universal en Rom8,29; Col 1,15; Heb 1,6; Apo 1,5. Por lo tanto, de la palabra ‘Primogénito’ no se sigue la incorrecta interpretación de que hubo más hijos. S. Lucas elige este título porque Jesús tenía los deberes y derechos del Primogénito y porque era el portador de las promesas, y porque la primogenitura en Jesús es como lo dice S. Pablo: «…para que en todo tenga Él la primacía» (Col1:18). La tradición, tanto judía como cristiana, entiende que la muerte de los primogénitos de Egipto, tanto de hombres como de animales (cf. Ex 11,5), afectó a todos los primeros nacidos de cada mujer, tuviese ésta otros hijos o no. Todos, sin excepción. Igualmente, el mandato de Dios de Ex 13,2 (Conságrame todo primogénito, todo lo que abre el seno materno entre los israelitas. Ya sean hombres o animales, míos son todos), era entendido por los judíos, sin referencia alguna a otros nacidos posteriores o a hijos únicos. Habría que añadir que el término ‘primogénito’, en lenguaje bíblico, en el caso de varios hermanos, podía aplicarse a otro de los hermanos en caso de recibir de Dios una bendición especial. Por ejemplo, Efraín es llamado ‘primogénito’ en Jeremías 31,9 siendo el segundo hijo de José (Gn 41,52); el salmo 89 dice que David (el último de ocho hijos) es llamado primogénito por Dios: «Yo también le pondré por primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra» (Sal 89,27-28). Por lo tanto, hemos creído demostrar que Primogénito sólo significa primer nacido y así se usa en Lucas 2,7 ya que se quería señalar el derecho y el privilegio, y no señalar con este término si había hijos posteriores. Dios mediante, seguiremos refutando las herejías contra la Virginidad Perpetua La Madre de Dios, en una próxima entrega Permíteme cantar tus alabanzas, Virgen Santa Hazme fuerte contra tus enemigos



LOS PARIENTES DE JESÚS Virginitas: post partum



Un corolario es una proposición que no requiere de una prueba en particular, porque se deduce con facilidad de lo que antes se ha demostrado o de lo que previamente se supone fuente de la argumentación; en este caso de las Sagradas Escrituras. Sobre nuestro asunto, Virginitas: post partum de María, son los mismos textos de los Evangelios los que nos aseguran que los llamados en ellos “hermanos de Jesús” en realidad no lo eran de sangre; es decir no eran hijos de María, la Madre de Jesús, y ni siquiera de su padre adoptivo, San José. Cuarta objeción de carácter bíblico: Se lee en « Mat 13:55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? »; luego no sólo Jesús tenía, al menos, cuatro hermanos, sino que conocemos sus nombres. Contra la ignorante y herética objeción: Hay fundamentalmente dos razones que impiden interpretar este pasaje literalmente. La primera es que, si así lo hiciésemos nos obligaría a interpretar también literalmente las palabras “hijo del carpintero”, contra la demostración irrefutable de que Jesús no era hijo de José, tal como ha certificado toda la exégesis bíblica católica e incluso protestante hasta el modernismo. La segunda consiste en que en todas ellas se usa la voz griega genérica de δελφός “adelfós” la cual, como hemos visto,abarca un abanico de excepciones ya que esta palabra también puede referirse a personas de la misma nacionalidad, parientes, primos, tíos, vecinos etc La tercera radica en que los propios evangelistas nos indican el tipo de parentesco de Santiago, José, Simón y Judas con Jesús, diciéndonos que no eran hermanos de sangre, es decir que no eran hijos de la Virgen María. Si usted tiene una Biblia a mano con correspondencias lo puede ver con facilidad. Nuestro propósito consistirá, pues, en evidenciar a los lectores sobre lo que consta en las mismas Sagradas Escrituras: cuál era el parentesco exacto de estos cuatro discípulos con Jesús. Con la intención de facilitar su comprensión, vean el siguiente cuadro extraído de los mismos Evangelios;



RESPECTO A SANTIAGO:



Algunos sugieren que se refiere a Santiago el Mayor, hermano de Juan, hijos del Zebedeo y de María Salomé. A los que otros objetan que se refiere a Santiago el Menor, hijo de Cleofás y de María de Cleofás. Seguiremos esta segunda observación más profunda, a mi modo de entender. Prueba de que Santiago el Menor, el “hermano del Señor”, era hijo de Alfeo Cleofás y María de Cleofás Había también unas mujeres que de lejos le miraban, entre las cuales estaba María Magdalena, y María la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé. (Mar 15:40). Pasado el sábado, María Magdalena, y María la de Santiago, y Salomé compraron aromas para ir a ungirle (Mar_16:1 ). Santiago [el menor] el de Alfeo y Tadeo (Mt 10:4).RESPECTO A JUDAS TADEO



Prueba de que Judas Tadeo, también era hijo de Alfeo Cleofás. Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena (Juan 19:25) . Santiago [el menor] el de Alfeo y Tadeo (Mt 10:4). RESPECTO A JOSÉ



Prueba de que José también era hijo de Alfeo Cleofás. Tenemos a José mencionado como supuesto hermano de Jesús en Mat 13:55, pero este tampoco era hermano de Jesús, en primer lugar porque entre los judíos no se acostumbra ponerle el mismo nombre del padre, y segundo porque era hijo de Cleofás, y hermano de Santiago el menor por tanto, primo político de nuestro Señor por ese lazo, y seguramente primo segundo carnal al ser María la de Cleofás probablemente prima de la Virgen María. Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo (Mat 27:56). Había unas mujeres que miraban de lejos, entre ellas María Magdalena, María, madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé. (Mar 15:40) Prueba de que Santiago, Judas Tadeo y José eran hijos de María la de Cleofás Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago (Jud 1:10) Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo (Mat 27:56). Luego si María era madre de Santiago y José y Judas Tadeo nos dice en su epístola que es hermano de Santiago, los tres son hermanos. Esta María no puede ser otra que la de Cleofás, o bien Salomé y jamás la Virgen María, pues en lugar paralelo de San Juan nos dice Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena (Juan 19:25) . San Juan sitúa a las cuatro mismas mujeres en el Calvario, pero añade a la información de San Mateo que María, la madre de Santiago y José, era la de Cleofás y señala a María, la madre de los Zebedeos, como hermana de la Virgen María. Entiéndase la palabra “hermana” en el sentido parental amplio, ya explicado. Prueba de que María de Cleofás, esposa de Alfeo Cleofás, era muy probablemente prima hermana de la Virgen María. Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena (Juan 19:25). Luego los hijos de María de Cleofás, en ese serían primos, tal vez segundos, de Jesús.RESPECTO A SIMÓN



Prueba de que Simón podría tener un lejano parentesco con el Señor o ser también hijo de Cleofás. “Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelota” (Lc 6:15). En dos lugares de la Biblia es llamado Cananeo (Mateo 10:4; Marcos 3:18). Sin embargo en otros dos lugares es llamado Simón Zelote (Lucas 6:15; Hechos 1:13). “Cananeo” muchas veces se interpreta como un gentilicio, indicativo de que Simón era de Canaán, lo que parece raro, considerando que todos los apóstoles habrían sido naturales de esa macro-región (que abarca Galilea, Judea, Samaria, Transjordania y Líbano). Para los ortodoxos, “cananeo” lo relacionan con que el santo Simón era originario de Caná de Galilea y era conocido personalmente por el Señor y su purísima Madre, porque el pueblo de Caná no estaba muy distante de Nazaret. Como sabemos por Jn. 2:1-11, el Señor asistió a las bodas de Canaán, muy probablemente a las de un pariente de la Virgen María, donde convirtió el agua en vino. Con lo cual, se puede inducir que San Simón formara parte de los parientes que la Virgen María tenía en aquel lugar. Nada más se sabe. Pero teniendo en cuenta todo lo anterior, parece sensato pensar que él, junto con otros parientes, los tres de Cleofás, fueran los que junto con la Madre de Jesús señala Mat 13:55, que, como hemos demostrado su parentesco no consiste en ser hermanos de la misma Madre. Sin embargo, ll historiador palestino Hegesipo dice que Cleofás era hermano de san José y padre de Judas Tadeo y de Simón. Este último fue elegido para suceder a Santiago el Menor en la sede episcopal de Jerusalén. Prueba de que Cleofás y San José podrían ser hermanos Un cuadro genealógico de San Tadeo lo da a conocer Fr. Simpliciano, religioso de los Menores Alcantarinos de Nápoles, diciento que Cornelio A. Lápide lo tomó del libro“Deipara” de C. Castro. Dice lo siguiente: “Natán tuvo tres hijos: Sobé, Jacob y Ana. Sobé madre de Santa Isabel, que fue madre de San Juan Bautista y madre también de María la esposa de Cleofás, que lo fue de San Tadeo. El otro hijo fue Jacob, padre de San Cleofás y de San José, esposo de la Virgen, y el tercero fue Santa Ana, la madre de la Virgen María”. El historiador palestino Hegesipo dice, como hemos visto, que Cleofás, y padre de Judas Tadeo y de Simón, era hermano de san José.RESPECTO A SANTIAGO EL MAYOR



Para los que sostienen la más improbable tesis de que el Santiago de que se habla en Mat 13:55 , es el Mayor, escribiremos unos pocos apuntes, dado que aún está más probado que Santiago el Mayor, era hermano de San Juan Evangelista y ambos, hijos de María Salomé y el Zebedeo. Prueba de que Santiago el Mayor y Juan eran hermanos, hijos del Zebedeo y Salomé, probable hermana o prima de la Virgen. Santiago el mayor, hermano mayor de Juan el Apóstol hijo de Zebedeo su madre era Salome . Salomé era prima hermana de la Santísima Virgen María, y Santiago el Mayor y Juan por lo tanto vendrían siendo primos hermanos de nuestro Señor; esto podría explicar el apostolado de los dos hermanos, la petición de Salomé y su propio reclamo para la primera posición en su Reino. “Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago [el mayor] el de Zebedeo y su hermano Juan” (Mat 4:21) “Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan” (Mat 4:21)“Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo”. Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, (Mar 15:40) Salomé, es en San Juan la hermana de la Virgen María, pero también puede entenderse que en realidad la Virgen María era hermana de María de Cleofás ; entendido en un probable sentido de prima o pariente cercana. Según la manera en que leamos a Juan 19,25, podemos entender que la hermana de su madre se refiere a Salomé o a María de Cleofás. Sería extraño, por sentido práctico, imponer el mismo nombre a para dos hermanas; por lo cual serían primas.Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena (Juan 19:25)De cualquier manera lo que aquí nos interesa saber es que ni Santiago el Mayor ni San Juan eran hermanos carnales de Jesús; cuestión obvia. Quien sea “hermana” de la Virgen María, ora María Salomé ora María la de Cleofás o ambas, es difícil de dilucidar; probablemente las dos tenían algún grado de parentesco con la Madre de Dios.



Esto es algo de lo mucho que se puede decir al respecto del tema ,pero que concluimos que María no tuvo más hijos carnales que Jesús y que los hermanos de Jesús mencionados en los Evangelios son sus parientes,no hermanos de sangre,así que estudiemos bien esto pues es fácil ver las falacias,mentiras y errores de los sectarios que desconocen las Sagradas Escrituras y malinterpretan y sacan de contexto algunas cuantas citas bíblicas para atacar a María la Madre de Dios y Madre nuestra.



LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI

Gloria a Dios y a la Virgen Madre.



Fuente: Hispanismo.org

miércoles, 16 de enero de 2019

CADENAS DE ORACIÓN

CADENAS DE ORACIÓN



EXTIRPANDO LA SUPERSTICIÓN EN LOS CATÓLICOS: LAS LLAMADAS CADENAS DE ORACIÓN o PIRÁMIDES ¿ESTA CLASE DE ORACIONES LAS PROMUEVE LA IGLESIA? SEGÚN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, LA SUPERSTICIÓN ES UN PECADO CONTRA EL PRIMER MANDAMIENTO PORQUE ATRIBUYE A COSAS PODERES QUE SOLO LE PERTENECEN A DIOS.

- UN CATÓLICO PREGUNTA: Fray Nelson, hace días recibí un correo de una persona conocida. Hasta donde entiendo es algo que está circulando mucho por Internet y que dicen que el Padre Ignacio dice más o menos así:

"Padre Ignacio es el cura sanador de Rosario, es excelente y cura realmente, ha hecho muchos milagros de sanación... Rezar hace bien... sé que escogí a mis doce personas, y estoy segura que recibiremos fortaleza, sabiduría, paz y luz divina. Esta es una novena del padre Ignacio, que empezó el 10 de Enero de 2005 y todavía no se ha roto... cuando la recibas, reza un Avemaría y has un pedido especial....verás lo que sucede al cuarto día de haberla recibido..." Y otra que decía: "Si escribes AMEN, te aseguro que hoy tendrás un milagro".

Mi pregunta es: ¿Esta clase de prácticas son católicas? ¿Promueve la Iglesia que se hagan esas "cadenas de oración"? ¿No es verdad que se parecen mucho a otras "pirámides" en que uno tiene que escoger personas para que la cadena siga y "no se rompa"?

- RESPUESTA POR FRAY NELSON MEDINA :

Debo decirte que yo mismo he recibido esas historias de la Novena del P. Ignacio, así como otras prácticas que no deberían ser tan malas, porque están invitando a orar, pero que en realidad sí hacen mucho daño y hay que evitarlas por las siguientes razones:

1. Lo más pernicioso es aquello de: "A LOS TANTOS DÍAS VERÁS UN MILAGRO..." “SI ESCRIBES AMÉN TE ASEGURO QUE HOY TENDRÁS UN MILAGRO”

¿En dónde nos ha enseñado la Iglesia semejante barbaridad? ¿Cuándo se ha visto que a Dios se le pongan plazos? Lo que la Sagrada Escritura nos enseña es exactamente lo contrario como leemos en el libro de Judit, cuando los ancianos y jefes de Israel fueron donde esta santa mujer. El relato va así:

Vinieron y ella les dijo: «Escuchadme, jefes de los moradores de Betulia. No están bien las palabras que habéis pronunciado hoy delante del pueblo, cuando habéis interpuesto entre Dios y vosotros un juramento, asegurando que entregaríais la ciudad a nuestros enemigos si en el plazo convenido no os enviaba socorro el Señor. ¿Quiénes sois vosotros para permitiros hoy poner a Dios a prueba y suplantar a Dios entre los hombres? ¡Así tentáis al Señor Omnipotente, vosotros que nunca llegaréis a comprender nada! Nunca llegaréis a sondear el fondo del corazón humano, ni podréis apoderaros de los pensamientos de su inteligencia, pues ¿cómo vais a escrutar a Dios que hizo todas las cosas, conocer su inteligencia y comprender sus pensamientos? No, hermanos, no provoquéis la cólera del Señor, Dios nuestro. Si no quiere socorrernos en el plazo de cinco días, tiene poder para protegernos en cualquier otro momento, como lo tiene para aniquilarnos en presencia de nuestros enemigos. Pero vosotros no exijáis garantías a los designios del Señor nuestro Dios, porque Dios no se somete a las amenazas, como un hombre, ni se le marca, como a un hijo de hombre, una línea de conducta. Pidámosle más bien que nos socorra, mientras esperamos confiadamente que nos salve. Y él escuchará nuestra súplica, si le place hacerlo.» (Judit 8,11-17)

2. En segundo lugar, ¿conocemos acaso los planes del Señor? Supongamos que una persona está enferma. Lo más natural es que quiera curarse, pero Dios puede tener otros planes, incluyendo la posibilidad de llevarlo a la gloria eterna. Alguien reza con la cadena esa que va de email en email. ¿Ahí qué sucede? ¿Tendrá Dios que posponer su plan, el plan de su sabiduría, porque nosotros estamos haciendo tal o cual devoción "infalible"? El profeta Isaías nos enseña:

“¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano, con su palmo tomó la medida de los cielos, con un tercio de medida calculó el polvo de la tierra, pesó los montes con la báscula, y las colinas con la balanza? ¿Quién guió al Espíritu del SEÑOR, o como consejero suyo le enseñó? ¿A quién pidió consejo y quién le dio entendimiento? ¿Quién le instruyó en la senda de la justicia, le enseñó conocimiento, y le mostró el camino de la inteligencia? He aquí, las naciones son como gota en un cubo, y son estimadas como grano de polvo en la balanza; he aquí, El levanta las islas como al polvo fino. El Líbano no basta para el fuego, ni bastan sus bestias para el holocausto. Todas las naciones ante El son como nada, menos que nada e insignificantes son consideradas por El. ¿A quién, pues, asemejaréis a Dios, o con qué semejanza le compararéis? (Isaías 40,12-18)”

3. El modelo de oración que tenemos es el que nos regaló Jesucristo, y en él lo que se dice es que esperemos como hijos amados en la voluntad de nuestro Padre del Cielo. El tono de nuestra oración debe ser entonces algo como lo que nos inspira el salmo 19:

“La ley del Señor es perfecta, es consolación del alma, el dictamen del Señor, veraz, sabiduría del sencillo. Los preceptos del Señor son rectos, gozo del corazón; claro el mandamiento del Señor, luz de los ojos. El temor del Señor es puro, por siempre estable; verdad, los juicios del Señor, justos todos ellos, apetecibles más que el oro, más que el oro más fino; sus palabras más dulces que la miel, más que la miel del panal. Por eso tu servidor se empapa en ellos, gran ganancia es guardarlos. Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros? De las faltas ocultas límpiame. (Salmo 19,7-12)

4. Hay casos incluso peores que lo de la cadena de oración citada en la pregunta de hoy. En otras cadenas se habla de amenazas y castigos si uno rompe la cadena. Ese lenguaje va directamente en contra de lo que nos enseña Cristo y lo que aparece en toda la Biblia:
que la razón de nuestra confianza en Dios no está en nada nuestro, pues somos todos pequeños y pecadores, sino en la misericordia y la gracia del Señor. Escribe san Pablo:

“Nadie será justificado ante él por las obras de la ley, pues la ley no da sino el conocimiento del pecado. Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los profetas, justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen - pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y están privados de la gloria de Dios - y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús. ¿Dónde está, entonces, el derecho a gloriarse? Queda eliminado. ¿En virtud de qué ley? ¿La de las obras prescritas en la Ley? No. Por la ley de la fe. (Romanos 3,20-27)

Invito, pues, a todos a JAMÁS difundir o poner amén en esa clase de cadenas "super-eficaces" aunque parezcan muy católicas. Detrás de ellas hay un pensamiento que en el fondo es pura superstición y que está gobernado por el deseo de conseguir lo que uno quiere y gobernado por el temor de no hacer tales o cuales acciones so pena de castigos y desgracias. Nuestra fe es distinta. Como decía Santa Catalina de Siena, refiriéndose a la Orden de Predicadores, así decimos nosotros de nuestra fe, que es "amplia, perfumada y alegre." (Tomado de Fray Nelson):
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- DICE EL SACERDOTE: MARIO MONTES MORAGA: SOBRE LAS CADENAS DE ORACIÓN

A nuestras casas, ya sea por carta o por el correo electrónico, o en las redes sociales llegan con cierta frecuencia ciertos mensajes que nos invitan a iniciar o continuar una cadena de oración. Prometen grandes bendiciones en caso de seguirlas con fidelidad, o presagian alguna desgracia para quien la interrumpa.
Algunas de ellas provienen de diversas partes del mundo y mencionan a renglón seguido los casos afortunados de personas que siguieron la cadena o las desgracias que les sucedieron a quienes la interrumpieron o no quisieron continuarlas. Cuando se oferta premio o castigo, eso es superstición.
Muchas de esas cadenas nos invitan a la oración y a propagar la oración entre nuestros amigos, familiares y conocidos. No hay duda que éstas ofrecen un buen testimonio de la necesidad que todos y todas tenemos de hacer oración.

Pero ofrecer la condena o la desgracia o el premio seguro, no va de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia.

La oración es una fuerza liberadora que permite elevar al cristiano para contemplar a Dios y conocer la voluntad de Él sobre su vida.

En la oración, decía el Papa Juan Pablo II, se realiza la experiencia viva de la promesa de Cristo: ´El que me ame, será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él´ (Jn 14, 21). Se trata de un camino sostenido enteramente por la gracia de Dios, que requiere un intenso compromiso espiritual y que encuentra también dolorosas purificaciones (la noche oscura), pero que llega, de tantas formas posibles, al indecible gozo vivido por los místicos como ´unión esponsal´… ( Novo Millenio Ineunte N.º 33).

La oración, por lo tanto, es una actividad del amor a Dios, una forma de poner en práctica nuestra condición de hijos e hijas. En la oración amamos a Dios y somos amados por Él y el amor no se alimenta con premios y castigos. Su alimento es simplemente buscar el mayor bien de la persona amada. En la oración se busca amar más a Dios, para que Dios sea más amado. Es una acción espontánea que no busca la recompensa o huir simplemente del castigo, como lo proponen las cadenas de oración.

La perseverancia en la oración, motivada por el amor y no por presión de ninguna clase, es un camino a la salvación eterna. Decía Santa Teresa de Jesús: “Dadme un cuarto de hora de oración cada día y os daré el Cielo. Un alma que persevera en la oración, se asegura la propia salvación”. La constancia en la oración, durante toda la vida, es prenda de la gracia de la perseverancia final.

Las cadenas de oración, ciertamente, inician en la oración o trato con Dios, pero sólo de una manera temporal. Después de que desaparece el tiempo del compromiso, mantenido por la presión del “premio” o del “castigo” ofrecido, desaparece la necesidad de orar. De allí que son cadenas de oración que oprimen, que hacen pesada y fatigosa la carga de orar, cuando en realidad deberían servir para dar alas al cristiano para alcanzar más rápido el Reino que Dios ha prometido.

Y esta expresión del amor al Padre Celestial no puede reducirse a una acción tan específica, como la de orar para no ser castigado o el orar para ser premiado. Los santos y santas, hombres y mujeres que se han dedicado a la oración, saben que el amor que se contempla en la oración, no se transmite sólo con palabras.

Es cierto que podemos orar por varias necesidades. Es la oración de súplica, la que hace que elevemos nuestro ser entero hacia Dios y reconociendo nuestra miseria, ponemos en las manos del Dios providente y Bueno aquello que deseamos en nuestro corazón: a lo mejor la curación de un enfermo, la solución a una penuria económica o la paz en nuestras familias.

Pero esta oración de súplica se ha de realizar siempre buscando que se cumpla la voluntad de Dios, cuando es verdadera oración (véase Mt 26,39.42). Cuando se ponen condiciones en estas oraciones de súplica, como muchas veces sucede en las cadenas, no podemos hablar de una verdadera oración, sino de superstición Esas pseudo cadenas de oración más bien nos atan, nos esclavizan y nos oprimen con sus condiciones para hacerlas. No pueden ser entonces verdaderas oraciones cristianas.

De forma que lo mejor es hacer nuestra oración a Dios, con la única condición de confiar en su amor, de alabarlo, de bendecirlo por su amor hacia nosotros, porque Él es infinitamente bueno y sabe lo que necesitamos. De reconocer que todo lo que somos y tenemos viene de Él…que desea lo mejor para sus hijos e hijas en este mundo. Pero nunca “presionándolo” para que realice lo que deseamos simplemente, sino para ponernos en sus manos, nuestra vida y nuestros destinos, “como un niño en brazos de su madre” (cf. Sal 131,2).
Alejate de cadenas con premios o castigos eso no es de Dios. (Tomado del Padre Mario Montes Moraga).
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- EN RESUMEN: ATENCIÓN ESTE TIPO DE CADENAS ES SUPERSTICIÓN: Hablar de una nueva moda supersticiosa, las famosas cadenas de oración que se dan por las redes sociales, e-mail, con textos o imágenes que contienen cierto lenguaje supersticioso por muchas imágenes que contengan. Esto podemos apreciarlo cuando notamos que estas sugieren al destinatario de una supuesta "bendición prometida" de un "Amen". Esas cadenas de oración más bien nos atan, nos esclavizan, nos oprimen con sus condicionantes. No son verdaderas oraciones cristianas.

En la oración amamos a Dios y somos amados por Él, nos comunicamos con El y El con nosotros, pero el amor no busca la recompensa o huye del castigo, como lo proponen las cadenas de oración. Es cierto que podemos orar por las necesidades, pero esta oración se debe hacer buscando que se cumpla la voluntad de Dios. Cuando dicen si haces esto si haces aquello...si pones amén, o Copia esta oración 10 veces y obtendrás.... eso solo tiene un nombre "chantaje a Dios" y pura superstición, ¿es que a un cristiano por que se le ocurrió decir si pones “amén” ¿se cumplirá?, o si haces tal cosa, o si rezas tal otra.... ya con eso crees que Dios está obligado,.... orar para no ser castigado o el orar para ser premiado, eso es pura superstición, se ora para hablar con Dios. Decía Santa Teresa del Niño Jesús “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como en la alegría”. San Juan Damasceno decía “La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes”. Lean lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica Sobre la Superstición.

Catecismo de la Iglesia Católica, 2111.
La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf Mt 23, 16-22).
SEGÚN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, LA SUPERSTICIÓN ES UN PECADO CONTRA EL PRIMER MANDAMIENTO PORQUE ATRIBUYE A COSAS PODERES QUE SOLO LE PERTENECEN A DIOS.

Después de que pusiéramos en muchos grupos lo de las Cadenas de Oración, por algunas respuestas y reacciones que han tenido alguno, me he dado cuenta que muchos católicos están mas liados en esto de los que parecía. De verdad me da mucha pena ver a miles de personas en facebook, instagram.... etc... perdiendo el tiempo en mensajes supersticiosos como estos:

- "Esta oración....se reza quince días. A los ocho días después de hecha esta oración, se alcanza lo que se pide por difícil que sea."

- "Escribe Amén y hoy te aseguro que tendrás un milagro";

- "No ignores esto y te aseguro que hoy estarás bendecido";

- "Si tu crees en su gran poder, Comenta amen si aceptas la bendición que tiene para ti ahora mismo."

¿Dios mio, a que estamos jugando los católicos? ¡No se dan cuenta que eso es pura y dura Superstición! y aún mas doloroso es ver como piensan que son ciertos ese tipo de mensajes, como si los que hacen estos mensajes, por muy bonitos que sean, sometieran la Voluntad de Dios al que se le ocurrió hacer el mensaje en cuestión y a los que lo reciben muchos creen en la gracia o milagro que van a recibir por decir amen o algo parecido. Me da mucha pena ver todo eso ¿como puede creer alguien en estas tonterías? Pues si .... y muchos y ahí los tienes con sus miles de Amenes.

Cuando me animé a hacer el post principal es por que este asunto me preocupa y mucho. Por eso preferí dar mi opinión muy corta en el resumen, y que la carga de la prueba residiera en otros dos artículos de dos sacerdotes católicos. Pero aún así, parece que muchos le cuesta entender o al menos aceptar que estan en algo que no es católico.

Ya lo he escrito antes pero lo voy a repetir: Simplemente hay que tomar el catecismo de la Iglesia Católica y lo que dice muy claramente 2111.

Una cosa es compartir pedidos de oración diciendo reza por esto o por aquello o de verdaderas novenas con otras personas, y por tanto hacer oraciones intercesoras, cadenas que nos llaman a la oración y que se lo digamos a nuestros amigos, familiares y conocidos para que recemos una oración, un rosario, una novena, por su persona e intenciones, en eso no hay nada malo, es mas, es una necesidad de que recen por nosotros y nosotros por los demás. Y otra muy diferente este sistema de haz esto y ale milagrito que te crió que lo digo yo. Ofrecer una desgracia o un premio seguro, eso en ninguna manera es doctrina buena ni cierta de la Iglesia. Hay que ser un poco mas adultos en la fe. Además tenemos la obligación moral de intentar evitar que los demás comentan el error de caer en estas prácticas supersticiosas que nada tiene de católicas, y además es una obligación de Caridad fraterna el corregir este error.
CARTA DE UN SACERDOTE SOBRE LAS CADENAS DE ORACIONES
Padre Javier L. de Guevara. Asesor Espiritual del Movimiento de Cursillos de Cristiandad del Arz. de Córdoba.
Queridos amigas y amigos:
Preocupado por las constantes 'Cadenas de Oración' que me llegan, sobre trabajo, prosperidad, ángeles, la Virgen, Madre Teresa de Calcuta entre otras, con oraciones lindas, pero que terminan 'condicionando', el tener que mandarlas a otras personas, ofreciendo premios o sorpresas milagrosas al segundo o cuarto día, o exigiendo mandar a la Virgen rápido fuera de nuestro hogar para que pueda circular, le pedí al Padre Adolfo Franco, me diera su opinión y escribiera al respecto y aquí les mando su respuesta:
"Esto de las cadenas de oración es una ABERRACIÓN, que va en contra de la fe; es querer manipular la Providencia de Dios, que por ser de Dios actúa libremente, y que no está sujeta a condiciones (como 'envíe esto a diez personas') ni está enviando amenazas ('si no lo hace le sucederá todo lo contrario").
Y lo malo es que lo envían personas que deberían tener más formación cristiana; la fe cristiana destierra las amenazas y no acepta los tabúes.
Podrían leer entre otros, el texto del Deuteronomio cap. 18, versículos 10-12.
Esas fórmulas que hay en esas cadenas, tratan de convertir a Dios en una receta: haz esto, más lo otro y te resultará un beneficio, si no lo haces se convertirá en una maldición.
Creer en Dios, en su paternidad y en su providencia, es algo muy diferente; no se trata de asegurarnos las cosas mediante 'nuestros recursos', sino sólo la seguridad de quien sabe que está en las manos de Dios".
Ojala esto les sirva para parar esas cadenas...
Un abrazo y mis oraciones
Padre Juan José
NOTA : ESPERO QUE DE UNA VEZ POR TODAS SE ENTIENDA: NO A LAS CADENAS...Y NO SE SIENTAN CULPABLES POR NO ENVIAR LAS DE ORACIONES A DIOS, A LA VIRGEN ETC?
Propaguemos el amor de Dios sin condicionamientos, libremente, como Jesús nos enseñó.
NO A LAS CADENAS. ESO NO ES DE DIOS.

Fuente: Fray Nelson Medina
Padre Mario Montes Moraga
Padre Javier L. Guevara
Catecismo de la Iglesia Católica