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jueves, 22 de mayo de 2025

¿EDUCAMOS A NUESTROS HIJOS?

 ¿EDUCAMOS A NUESTROS HIJOS?



Cuando éramos niños mis papás siempre procuraban enseñarnos lo bueno y lo malo, la diferencia entre lo que agrada o aleja de Dios, en todo siempre había una enseñanza.



Una de tantas que nos dio mi papá era tomar un hueso de aguacate, lo separaba a la mitad, tienen siempre dos partes y sobre la superficie interna con un cuchillo le tallaba una cruz de un lado y una reja del otro, cerraba el hueso y me decía "Escoge un lado" yo le indicaba uno y veíamos si me tocaba el cielo, que tenía la cruz o el infierno que tenía una reja que simulaba la prisión eterna.



Así que hacíamos intentos hasta que nos salía el "cielo".

Pero todo era plan con maña.

Mi papá empezaba a darnos catequesis de los novísimos, (muerte, juicio cielo, purgatorio, infierno) y nos enseñaba a tener un santo temor a Dios, temor a ofenderlo, temor a hacer algo que no pudiéramos hacer delante de él o de nuestra familia, temor de alejarlo de nuestra vida. 

En la actualidad veo tanta indolencia y desprecio por todo lo que sea relacionado a Dios y a su Iglesia que me pregunto¿Acaso sus padres no les enseñaron a temer ofender a Dios y a respetar los Mandamientos?

De nosotros depende que nuestros hijos tengan valores morales, una vida de gracia y testimonio de ser católicos.

Con algo tan simple como un "hueso de aguacate" mi padre nos guiaba para que no nos perdiéramos en el camino de la salvación.

Nos repetía mucho el soneto

"No me mueve mi Dios para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido, para dejar por ello de ofenderte,.

Tú me mueves Señor, mueveme ver tu cuerpo tan herido, mueveme tus afrentas y tu muerte, mueveme en fin tu amor de tal manera, que aunque no hubiera cielo yo te amara y aunque no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar por qué te quiera, por que si lo que espero no esperara lo mismo que te quiero te quisiera".

Antes nuestros curas y sacerdotes no tenían reparos en decir "pan al pan y al vino, vino" a decir que si pecábamos y moríamos así íbamos al infierno, verdad tan necesaria para algunos que se arrepientan, o que no podíamos ir al cielo si quebrantabamos las leyes de Dios y de la Iglesia.

¿Tú a donde quieres el destino de tus hijos?

Vamos a dar cuenta de sus vidas, no se nos olvide¿No vale la pena enseñarles a amar a Dios y también a temerle? No caer en un "buenismo" o falsa misericordia.

Dios nos llamará a cuentas. 

La divina Providencia nos guíe,bendiciones.


Manuel Cuevas Ramírez.

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