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viernes, 30 de junio de 2017
Realmente existió Jesús?
HISTORICIDAD DE JESUCRISTO
¿Existió Jesucristo?
A partir del siglo XIX, el racionalismo ha puesto en duda la existencia histórica de Jesucristo. Por ejemplo, según Bauer (1809-1882) y otros de la escuela de Tubingen, Jesús es tan solo un símbolo inventado por la primera comunidad cristiana. Sin embargo, la historicidad de Jesús está mas documentada que muchos grandes personajes de la historia.
Fuentes paganas
Aunque manifiestan una fuerte aversión al cristianismo, no dudan de la historicidad de Jesús.
Cornelio Tácito, historiador latino, escribió sobre Jesús en sus "Anales" (116 AD.)
Escribe en el libro XV, 44: "Aquél de quien procede ese nombre [de cristianos], Cristo, fue entregado al suplicio siendo emperador Tiberio por el procurador [gobernador ecuestre de Judea] Poncio Pilato"
(Auctor nominis eius Christus Tiberio imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus est).
"Reprimida de momento esta superstición nociva, brotó de nuevo no sólo en Judea, punto de origen de tal calamidad, sino en la misma Roma donde convergen y hallan buena acogida las cosas más groseras y vergonzosas".
Suetonio, en su obra "Vida de Claudio" (120 AD.) dice que este emperador "expulsó de Roma a los judíos en continua agitación a causa de Cretos (Cristo)."
Plinio el Joven, gobernador de Bitinia (circa 112 A.D.), en carta a Trajano escribe que los cristianos "tienen por costumbre reunirse un día determinado, al amanecer, para alabar a Cristo a quien consideran su Dios."
Fuente judía:
Son escasos los judíos de los primeros siglos que escribieron sobre Jesús. Esto se entiende porque lo habían rechazado (Quienes lo aceptaron, como S. Pablo, escribieron como cristianos). Los judíos no negaron, sin embargo, que Jesús hubiese existido.
Flavio Josefo, historiador judío romanizado. En su obra "Antigüedades Judías",
18,3,3: “Por aquella época apareció Jesús, hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, fue autor de obras maravillosas, maestro para quienes reciben con gusto la verdad. Atrajo a sí muchos judíos y también muchos gentiles. Este era el Cristo (el Mesías). Habiendo sido denunciado por los primados del pueblo, Pilato lo condenó al suplicio de la cruz; pero los que antes le habían amado le permanecieron fieles en el amor. Se les apareció resucitado al tercer día, como lo habían anunciado los divinos profetas que habían predicho de El ésta y otras mil cosas maravillosas. De él tomaron su nombre los cristianos, cuya sociedad perdura hasta el día de hoy”.
20,9,1 v.4.6: “entretanto subió al pontificado, según dijimos Anás, el más joven, de índole feroz y extremadamente audaz...Dado este su carácter, pensando que había llegado el momento oportuno...., convocó el consejo de jueces y, haciendo presentar a juicio a un pariente del que llamaban Cristo (por nombre Santiago) y algunos otros con él, habiéndolos acusado de reos violadores de la ley, los condenó a ser apedreados”
Algunos dicen que los textos de Josefo contienen textos interpolados posteriormente, pues se guardó en silencio hasta el año 311 en que lo recuerda Eusebio de Cesarea (M.J. Lagrange, Batiffol). Pero muchos otros, incluso el racionalista alemán A. Harnack lo consideran genuino, ya que aparece en todos los códices. El hecho de que no haya sido anteriormente citado no extraña pues las obras de F. Josefo no eran conocidas entre los cristianos. F. Josefo habló también de otros pretendidos mesías de su tiempo.
Según algunos, lo que arriba aparece en cursiva serían interpolaciones de un copista cristiano. Pero aun si se eliminasen esas líneas, el testimonio histórico de la existencia de Jesús permanece.
Testimonio Cristiano:
Más importantes son los testimonios de San Pablo. La primera carta a los Tesalonicenses se escribió en el invierno del 55 y en ese tiempo ya es evidente que el cristianismo se fundamenta en el seguimiento de una persona histórica llamada Jesús.
Los cuatro Evangelios relatan la vida de Jesús. Los escritores fueron testigos de los hechos. Al escribir no tenían nada que ganar en este mundo, mas que persecución, sufrimiento y muerte. La muerte de Jesús en la Cruz, desde el punto de vista humano hubiese sido el fin del cristianismo. Sin embargo, algo ocurrió que transformó a los apóstoles haciéndoles capaces de comunicar la verdad sobre Cristo por todas partes.
Los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas enseñan la importancia no solo de una vida moral sino de una adhesión a la persona de Jesús.
Los Padres dan testimonio de la autenticidad de los Evangelios:
San Ireneo (170), obispo de Lyon. Era discípulo de Policarpo, quien a su vez era discípulo de Juan el Evangelista. S. Ireneo escribe: "Mateo escribe cuando Pedro y Pablo evangelizaban Roma, hacia el 50, en lengua hebrea; Marcos transmite la predicación de Pedro, hacia el 65; Lucas, colaborador de Pablo, escribe el evangelio enseñado por éste a los gentiles entre los años 67 y 70; Juan escribe en Efeso hacia fines del siglo primero"
-Tertuliano, Africa, (160-223). Afirma que los cuatro evangelistas tienen la misma autoridad .
-Orígenes, Egipto (185-255), menciona a los cuatro evangelistas y el orden en que escribieron.
-Clemente Alejandrino (Circa 200), relata sobre los cuatro evangelios, sobre los cuales conoce una tradición.
Ellos enseñaron sobre la importancia de la adhesión a Jesús y estaban dispuestos a morir por dar ese testimonio.
Libros apócrifos: Son libros no reconocidos en el canon de las Sagradas Escrituras pero que hablan sobre Jesucristo como un personaje histórico. Hay divergencias sobre su naturaleza y doctrina pero no dudan de que fue una persona real.
La extraordinaria transformación de los Apóstoles después de Pentecostés y la propagación del Cristianismo no es comprensible sin no se toma en cuenta a Jesús como una persona real que inspiró y dio fuerza a sus seguidores para semejante empresa.
Desde el primer siglo hasta hoy, todos los que abren su corazón y creen en El reciben la gracia de conocerle de una manera real y poderosa que transforma radicalmente sus vidas haciéndoles posible participar en la vida divina. Ellos son testigos de Cristo vivo.
No faltan los que rechazan a Cristo y han anunciado la desaparición del cristianismo
Ellos sin embargo son los que desaparecen mientras la Iglesia continua
Artículo de la paginal
www.corazones.org
Manuel.
lunes, 19 de junio de 2017
VINO PARA LA SANTA MISA
VINO PARA LA SANTA MISA.
Elaboración, procesos, cuidados
Elaboración, procesos, cuidados
.El vino es uno de los dos elementos absolutamente necesarios para el sacrificio de la Eucaristía. Para una consagración válida y lícita debe usarse vinum de vite, esto es, zumo puro de la uva fermentado natural y adecuadamente. Se puede usar vino sacado de la uva seca, siempre que por su color y sabor pueda ser juzgado como puro (Collect. S.C. de Prop. Fide, n. 705). Puede ser blanco o rojo, débil o fuerte, dulce o seco. Puesto que la validez del Santo Sacrificio y la licitud de su celebración requieren vino absolutamente genuino, el adquirir sólo vinos puros se convierte en una seria obligación del celebrante. Y puesto que los vinos se adulteran con tanta frecuencia como para escapar a un minucioso análisis químico, se puede dar por sentado que la forma más segura de conseguir un vino puro es comprarlo, no de segunda mano, sino directamente de un fabricante que comprenda y respete concienzudamente la gran responsabilidad que implica la celebración del Santo Sacrificio.
Si el vino se avinagra, o se vuelve pútrido o se corrompe, si se prensó a partir de uvas no totalmente maduras, o si está mezclado con tal cantidad de agua que apenas pueda llamársele vino, su utilización está prohibida (Misal Rom., De Defectibus, tit. IV, 1). Si el vino empieza a avinagrarse, o a volverse pútrido, o es el zumo no fermentado de la uva exprimida, sería una grave ofensa usarlo, pero se considera materia válida (Ibíd., 2). Para conservar los vinos flojos y débiles, y para evitar que se agrien o se estropeen durante el transporte, se le puede añadir una pequeña cantidad de espíritu de vino (brandy de uva o alcohol), siempre que se observen las siguientes condiciones (1) el espíritu (alcohol) añadido debe haber sido destilado de la uva (ex genimine vitis); (2) la cantidad de alcohol añadido, junto con la que el vino contenía naturalmente tras la fermentación, no debe exceder del 18% del total; (3) la añadidura se debe hacer durante el proceso de fermentación (S. Romana et Univ. Inquis., 5 ago. 1896).
Dice la Instrucción para la Eucaristía "Redemptionis Sacramentum" en su # [50.] El vino que se utiliza en la celebración del santo Sacrificio eucarístico debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas.[127] En la misma celebración de la Misa se le debe mezclar un poco de agua. Téngase diligente cuidado de que el vino destinado a la Eucaristía se conserve en perfecto estado y no se avinagre.[128] Está totalmente prohibido utilizar un vino del que se tiene duda en cuanto a su carácter genuino o a su procedencia, pues la Iglesia exige certeza sobre las condiciones necesarias para la validez de los sacramentos. No se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género, que no constituyen una materia válida.
La opinión de un experto enologo.
1. Algunas consideraciones técnicas.
Tratándose de un producto que va a ser destinado a tan noble fin como es la transustanciación en la preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, debemos poner el mayor cuidado en la elección de las uvas y en su elaboración.
Debe procurarse que la uva sea de una variedad noble (fina); puede ser tinta o blanca, en lo personal prefiero que sea tinta –Cabernet Sauvignon– aunque, si el vino está correctamente
elaborado, con respecto a la celebración el tema de la variedad no es fundamental.
El jugo junto con el hollejo y semillas (orujo) se pasan a un recipiente limpio, donde se hace el agregado correspondiente de levaduras seleccionadas
Estos microorganismos naturales de la misma familia que la levadura del pan transforman el azúcar –glucosa– en alcohol y gas carbónico cambiando así el mosto (jugo) de la uva en vino. A esta transformación se la denomina fermentación. Como vemos, éste es el paso fundamental para que la
materia o producto que obtenemos pueda denominarse vino. Esta fermentación es el nacimiento del vino; en consecuencia, debe ser muy bien controlada para obtener buenos resultados: tres veces al día se debe determinar como va disminuyendo el contenido de glucosa y aumentando el alcohol.
Además, se degusta para tomar decisiones sobre las veces que debemos hacer bazuqueos (sumergir los orujos en el líquido); de esta manera llevamos un control de la dinámica de la fermentación y podemos decidir sobre el descube, que es el acto de separar el vino nuevo de los orujos.
Este vino nuevo se pasa a una vasija desinfectada y limpia, donde continúa reduciendo la glucosa en una fermentación más lenta; se sigue la vigilancia analítica diaria para determinar el final de la misma. El vino se deja en reposo un mes en un lugar fresco. De ese modo sedimentan las
borras gruesas. Éstas están compuestas principalmente por levaduras que durante la fermentación se reproducen en forma muy abundante y pequeños restos de celulosa proveniente de los orujos. Se separa el líquido limpio de las borras sedimentadas: esta operación en bodega es llamada «primer trasiego».
Tratándose de un producto que va a ser destinado a tan noble fin como es la transustanciación en la preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, debemos poner el mayor cuidado en la elección de las uvas y en su elaboración.
Debe procurarse que la uva sea de una variedad noble (fina); puede ser tinta o blanca, en lo personal prefiero que sea tinta –Cabernet Sauvignon– aunque, si el vino está correctamente
elaborado, con respecto a la celebración el tema de la variedad no es fundamental.
El jugo junto con el hollejo y semillas (orujo) se pasan a un recipiente limpio, donde se hace el agregado correspondiente de levaduras seleccionadas
Estos microorganismos naturales de la misma familia que la levadura del pan transforman el azúcar –glucosa– en alcohol y gas carbónico cambiando así el mosto (jugo) de la uva en vino. A esta transformación se la denomina fermentación. Como vemos, éste es el paso fundamental para que la
materia o producto que obtenemos pueda denominarse vino. Esta fermentación es el nacimiento del vino; en consecuencia, debe ser muy bien controlada para obtener buenos resultados: tres veces al día se debe determinar como va disminuyendo el contenido de glucosa y aumentando el alcohol.
Además, se degusta para tomar decisiones sobre las veces que debemos hacer bazuqueos (sumergir los orujos en el líquido); de esta manera llevamos un control de la dinámica de la fermentación y podemos decidir sobre el descube, que es el acto de separar el vino nuevo de los orujos.
Este vino nuevo se pasa a una vasija desinfectada y limpia, donde continúa reduciendo la glucosa en una fermentación más lenta; se sigue la vigilancia analítica diaria para determinar el final de la misma. El vino se deja en reposo un mes en un lugar fresco. De ese modo sedimentan las
borras gruesas. Éstas están compuestas principalmente por levaduras que durante la fermentación se reproducen en forma muy abundante y pequeños restos de celulosa proveniente de los orujos. Se separa el líquido limpio de las borras sedimentadas: esta operación en bodega es llamada «primer trasiego».
El transporte de la uva a la bodega debe hacerse en recipientes pequeños –cajas de 20 Kg.
aproximadamente– para evitar la rotura, y con ello la contaminación con microorganismos que luego, con su actividad, influirán en la calidad final del vino.
En cuanto al estado de madurez es preferible que el tenor de azúcar (glucosa: azúcar contenido en las
uvas) sea alto, para así obtener un vino cuya buena graduación alcohólica ayudará a una mejor
conservación del mismo, y con algunos gramos de azúcar residual, que lo hará más palatable, teniendo
en cuenta que muchas veces la Santa Misa se celebra en la mañana temprano después de largo
ayuno.
La elaboración debe ser natural: no debe agregarse ningún tipo de antiséptico o producto químico que
varíen la composición natural de la uva despalillada.
Este vino nuevo, ya bastante más limpio pero aún con borras finas en suspensión, se debe colocar, de ser posible, en una cámara frigorífica a 3° C. Se mantiene allí dos meses. Con esta
operación por medio del frío se logra la total sedimentación de las borras finas y una muy buena limpieza natural del vino, sin que hayamos tenido que agregar ningún coagulante (clarificante), a diferencia de lo que habitualmente se hace en otros vinos.
Luego de sacarlo de la cámara separándolo de las borras finas, se lo filtra y envasa –la filtración es el pasaje del vino a través de placas de celulosa de poros muy finos para retener
cualquier microorganismo, lográndose así una estabilidad biológica que nos garantiza la buena conservación.
En estas condiciones el vino está para ser usado, aunque es preferible dejarlo un buen tiempo en botellas –por ejemplo, un año–; así se suaviza volviéndose menos tánico, menos agresivo a la boca, más redondo, untuoso, permaneciendo de buen cuerpo. También cambian los aromas que se
hacen frutados y especiados, dándole mayor complejidad y nobleza.
Hasta aquí, muy estimado padre, he expuesto en forma somera lo óptimo en lo que respecta a cómo debe ser un vino para la Santa Misa. Esto no quita que otros vinos bien elaborados, por ejemplo, que no hayan sido puestos en cámara fría, puedan usarse con toda tranquilidad. Considero
que cualquier vino fino de una bodega moralmente prestigiosa puede usarse, porque lo principal, o sea la materia «vino», está sin desvirtuar.
aproximadamente– para evitar la rotura, y con ello la contaminación con microorganismos que luego, con su actividad, influirán en la calidad final del vino.
En cuanto al estado de madurez es preferible que el tenor de azúcar (glucosa: azúcar contenido en las
uvas) sea alto, para así obtener un vino cuya buena graduación alcohólica ayudará a una mejor
conservación del mismo, y con algunos gramos de azúcar residual, que lo hará más palatable, teniendo
en cuenta que muchas veces la Santa Misa se celebra en la mañana temprano después de largo
ayuno.
La elaboración debe ser natural: no debe agregarse ningún tipo de antiséptico o producto químico que
varíen la composición natural de la uva despalillada.
Este vino nuevo, ya bastante más limpio pero aún con borras finas en suspensión, se debe colocar, de ser posible, en una cámara frigorífica a 3° C. Se mantiene allí dos meses. Con esta
operación por medio del frío se logra la total sedimentación de las borras finas y una muy buena limpieza natural del vino, sin que hayamos tenido que agregar ningún coagulante (clarificante), a diferencia de lo que habitualmente se hace en otros vinos.
Luego de sacarlo de la cámara separándolo de las borras finas, se lo filtra y envasa –la filtración es el pasaje del vino a través de placas de celulosa de poros muy finos para retener
cualquier microorganismo, lográndose así una estabilidad biológica que nos garantiza la buena conservación.
En estas condiciones el vino está para ser usado, aunque es preferible dejarlo un buen tiempo en botellas –por ejemplo, un año–; así se suaviza volviéndose menos tánico, menos agresivo a la boca, más redondo, untuoso, permaneciendo de buen cuerpo. También cambian los aromas que se
hacen frutados y especiados, dándole mayor complejidad y nobleza.
Hasta aquí, muy estimado padre, he expuesto en forma somera lo óptimo en lo que respecta a cómo debe ser un vino para la Santa Misa. Esto no quita que otros vinos bien elaborados, por ejemplo, que no hayan sido puestos en cámara fría, puedan usarse con toda tranquilidad. Considero
que cualquier vino fino de una bodega moralmente prestigiosa puede usarse, porque lo principal, o sea la materia «vino», está sin desvirtuar.
2. Otras consideraciones
Aconsejo a Ustedes, sobre todo a los misioneros, que, si en los lugares de misión se puede conseguir un buen vino fino, celebren usándolo con toda tranquilidad.
Anecdóticamente le cuento que una vez di este consejo a un sacerdote, quien me respondió que los vinos finos eran muy caros. Yo pensé para mí: «¡Cuánto más vale una Misa! ¿Cómo se puede decir que el vino es caro?».
Por supuesto, hay lugares donde no se consigue. Entonces habrá que buscar los medios de proveer a esos misioneros de este elemento, enviándoselo, viendo la posibilidad de que haya uva en la zona para enseñarles a elaborarlo aunque sea en las condiciones más precarias (pero siempre terminando en que la materia final de esta elaboración sea vino).
Me ofrezco gustosamente a dictarles instrucciones técnicas a quienes Usted considere conveniente para que nuestro Instituto tenga sacerdotes que sepan elaborar el vino, como lo tenían los franciscanos y jesuitas en la evangelización de América. Ya es por todos conocido que fueron los
sacerdotes quienes difundieron el cultivo de la vid en la colonia. Creo en algunos lugares de misión
la situación es muy similar a la de aquellos tiempos, al menos en este aspecto.
Aconsejo a Ustedes, sobre todo a los misioneros, que, si en los lugares de misión se puede conseguir un buen vino fino, celebren usándolo con toda tranquilidad.
Anecdóticamente le cuento que una vez di este consejo a un sacerdote, quien me respondió que los vinos finos eran muy caros. Yo pensé para mí: «¡Cuánto más vale una Misa! ¿Cómo se puede decir que el vino es caro?».
Por supuesto, hay lugares donde no se consigue. Entonces habrá que buscar los medios de proveer a esos misioneros de este elemento, enviándoselo, viendo la posibilidad de que haya uva en la zona para enseñarles a elaborarlo aunque sea en las condiciones más precarias (pero siempre terminando en que la materia final de esta elaboración sea vino).
Me ofrezco gustosamente a dictarles instrucciones técnicas a quienes Usted considere conveniente para que nuestro Instituto tenga sacerdotes que sepan elaborar el vino, como lo tenían los franciscanos y jesuitas en la evangelización de América. Ya es por todos conocido que fueron los
sacerdotes quienes difundieron el cultivo de la vid en la colonia. Creo en algunos lugares de misión
la situación es muy similar a la de aquellos tiempos, al menos en este aspecto.
3. Bebidas fermentadas que no son vino
Paso a considerar las bebidas fermentadas que no son vino y, por confusión, pudieran llegar a usarse para la Santa. Misa.
Primero veremos la definición de vino.
Definición: «Es la bebida que se obtiene por medio de la fermentación natural del jugo de uva». En consecuencia, toda otra bebida que no provenga de la uva no es vino y no se debe usar para el Santo Sacrificio.
Paso a considerar las bebidas fermentadas que no son vino y, por confusión, pudieran llegar a usarse para la Santa. Misa.
Primero veremos la definición de vino.
Definición: «Es la bebida que se obtiene por medio de la fermentación natural del jugo de uva». En consecuencia, toda otra bebida que no provenga de la uva no es vino y no se debe usar para el Santo Sacrificio.
a) Bebidas que no provienen de la uva
Cashasa: Bebida hecha con la fermentación de azúcar de caña diluida en agua, muy conocida en Brasil.
Hidromiel: Miel de abeja disuelta en agua, fermentada.
Cerveza: Bebida proveniente de la fermentación de cebada disuelta en agua.
Shaki: Bebida obtenida por la fermentación de arroz disuelto en agua luego destilada, muy
común en Japón.
Chicha: Bebida obtenida con la fermentación de fécula de maíz disuelta en agua originaria de la América precolombina.
Aloja: Bebida proveniente de la fermentación de la fécula del fruto del algarrobo disuelto en agua, también de la América precolombina.
b) Bebidas provenientes de la uva que no son vino:
Mosto concentrado: se elabora concentrando por medio de calor y vacío el jugo de la uva (mosto).
Mistela: Se elabora alcoholizando el jugo de uva. Queda una bebida muy dulce y con 18° de alcohol, que luego se añeja en barricas de roble. Es muy apreciada como bebida de postre; por confusión ésta es la bebida que más se usa como vino de Misa.
Jerez: Vino elaborado con uva de la variedad Listan de la zona de Jerez de la Frontera, España, añejado en barricas de roble muy consumido. En Inglaterra se elabora con el nombre de Sherry.
Para estabilizar su acidez se agrega sulfato de calcio (yeso) a la uva molida, por esto no es conveniente usarlo para la Santa. Misa.
Coñac: Destilado de vino originario del pueblo de Cognac, de la zona de Bordeaux, Francia, añejado en barricas de roble.
Champagne: Vino originario de la zona del mismo nombre en Francia, creado por el monje Don Perignon. Se elabora haciendo primero un vino base de bajo alcohol y en la primavera siguiente se hace una segunda fermentación con agregado de azúcar de caña; por esto no es conveniente usarlo para la Santa Misa.
Pisco: Destilado de vino moscatel, originario de Perú muy conocido en Chile.
Vinagre: Si el vino no es higiénicamente conservado, por acción de las bacterias acéticas se transforma en vinagre. En consecuencia deja de ser vino. Es por esto que no debe ser usado para la Santa Misa. Aconsejo a los sacerdotes que cuando usen muy poco vino y éste permanezca mucho
tiempo en una botella empezada, se guarde la botella en un refrigerador.
Sidra: Se elabora haciendo fermentar jugo de manzanas en forma similar al vino. Algunas de ellas comercialmente suelen llevar en calificativo de vino, por tener su origen en la uva pero han sufrido algún agregado y destilación que las desnaturaliza como vino.
Existen bebidas provenientes de la fermentación de otros frutos dulces, distintos a la uva, que pueden ser similares al vino; pero al no tener como origen la uva no son vino, porque vino –como la palabra lo indica– es originario del fruto de la vid.
El hombre a través del tiempo y diversos lugares ha elaborado, usando frutas, numerosas bebidas por medio de la fermentación, que es un proceso biológico espontáneo que se verifica en la naturaleza por la degradación de los polisacáridos (almidones y azúcares) produciendo alcohol. El
alcohol hace a estas bebidas más fácilmente conservables.
Tengo entendido que según santo Tomás se puede en caso de necesidad usar para consagrar jugo de uva (mosto) fresco porque es materia próxima al vino o sea es la que le da origen aún cuando todavía falte el proceso de fermentación.
Paso al tema del caso de un «vino» para la Misa hecho en una Facultad de Química, disolviendo pasas de uva en agua. A esto, a su vez, le agregaban azúcar de caña porque, al parecer, se les pasaba la cantidad de agua agregada; quizás era para hacer más cantidad de esa bebida. Todo esto
me pareció ridículo pues si tenían las uvas para hacer las pasas... ¿por qué no elaboraban con esa uva fresca el vino, sin complicarse y obteniendo un producto auténtico y de mejor calidad?
Quizás es que las pasas las recibían de otra parte; pero, aún siendo así, no tenía sentido el agregado de azúcar de caña, pues ésta era la causa por la que producían una bebida distinta al vino.
Lo resultante era una parte de vino de pasas, mezclado con una cantidad indeterminada de cashasa.Si carecían de uva fresca lo más propio es que debieran elaborar vino de pasas hidratando y disolviendo éstas, usando pautas para mantener las proporciones de los elementos de la uva en forma lo más próxima posible a la uva original, siguiendo luego los cuidados de una fermentación normal y demás partes ya explicadas.
Se puede elaborar, en caso de necesidad, vino de pasas. Y es válido, pues, como dije en la definición, su origen es la uva y las pasas aunque, concentradas en sus elementos, siguen siendo uvas De todas maneras el vino a obtener será de baja calidad.
Para evitar situaciones como la comentada, insisto en que los sacerdotes deben tener aunque sea un conocimiento superficial sobre vino, para saber discernir si es la materia propia para el Sacrificio cuando indaguen sobre la elaboración del vino a usar en sus diversos destinos.
Muy querido Padre, espero no haber sido muy denso con las explicaciones y comentarios, sobre el tema del vino de Misa, muy caro a mis afectos. Siempre pienso que es poco lo que se puede hacer para lograr que todas las Misas del mundo se celebren con la materia propia, correcta y lo más noble posible.
Con el mayor afecto, saludo a Ud. con un fuerte abrazo, en Cristo y su Santísima Madre.
Hidromiel: Miel de abeja disuelta en agua, fermentada.
Cerveza: Bebida proveniente de la fermentación de cebada disuelta en agua.
Shaki: Bebida obtenida por la fermentación de arroz disuelto en agua luego destilada, muy
común en Japón.
Chicha: Bebida obtenida con la fermentación de fécula de maíz disuelta en agua originaria de la América precolombina.
Aloja: Bebida proveniente de la fermentación de la fécula del fruto del algarrobo disuelto en agua, también de la América precolombina.
b) Bebidas provenientes de la uva que no son vino:
Mosto concentrado: se elabora concentrando por medio de calor y vacío el jugo de la uva (mosto).
Mistela: Se elabora alcoholizando el jugo de uva. Queda una bebida muy dulce y con 18° de alcohol, que luego se añeja en barricas de roble. Es muy apreciada como bebida de postre; por confusión ésta es la bebida que más se usa como vino de Misa.
Jerez: Vino elaborado con uva de la variedad Listan de la zona de Jerez de la Frontera, España, añejado en barricas de roble muy consumido. En Inglaterra se elabora con el nombre de Sherry.
Para estabilizar su acidez se agrega sulfato de calcio (yeso) a la uva molida, por esto no es conveniente usarlo para la Santa. Misa.
Coñac: Destilado de vino originario del pueblo de Cognac, de la zona de Bordeaux, Francia, añejado en barricas de roble.
Champagne: Vino originario de la zona del mismo nombre en Francia, creado por el monje Don Perignon. Se elabora haciendo primero un vino base de bajo alcohol y en la primavera siguiente se hace una segunda fermentación con agregado de azúcar de caña; por esto no es conveniente usarlo para la Santa Misa.
Pisco: Destilado de vino moscatel, originario de Perú muy conocido en Chile.
Vinagre: Si el vino no es higiénicamente conservado, por acción de las bacterias acéticas se transforma en vinagre. En consecuencia deja de ser vino. Es por esto que no debe ser usado para la Santa Misa. Aconsejo a los sacerdotes que cuando usen muy poco vino y éste permanezca mucho
tiempo en una botella empezada, se guarde la botella en un refrigerador.
Sidra: Se elabora haciendo fermentar jugo de manzanas en forma similar al vino. Algunas de ellas comercialmente suelen llevar en calificativo de vino, por tener su origen en la uva pero han sufrido algún agregado y destilación que las desnaturaliza como vino.
Existen bebidas provenientes de la fermentación de otros frutos dulces, distintos a la uva, que pueden ser similares al vino; pero al no tener como origen la uva no son vino, porque vino –como la palabra lo indica– es originario del fruto de la vid.
El hombre a través del tiempo y diversos lugares ha elaborado, usando frutas, numerosas bebidas por medio de la fermentación, que es un proceso biológico espontáneo que se verifica en la naturaleza por la degradación de los polisacáridos (almidones y azúcares) produciendo alcohol. El
alcohol hace a estas bebidas más fácilmente conservables.
Tengo entendido que según santo Tomás se puede en caso de necesidad usar para consagrar jugo de uva (mosto) fresco porque es materia próxima al vino o sea es la que le da origen aún cuando todavía falte el proceso de fermentación.
Paso al tema del caso de un «vino» para la Misa hecho en una Facultad de Química, disolviendo pasas de uva en agua. A esto, a su vez, le agregaban azúcar de caña porque, al parecer, se les pasaba la cantidad de agua agregada; quizás era para hacer más cantidad de esa bebida. Todo esto
me pareció ridículo pues si tenían las uvas para hacer las pasas... ¿por qué no elaboraban con esa uva fresca el vino, sin complicarse y obteniendo un producto auténtico y de mejor calidad?
Quizás es que las pasas las recibían de otra parte; pero, aún siendo así, no tenía sentido el agregado de azúcar de caña, pues ésta era la causa por la que producían una bebida distinta al vino.
Lo resultante era una parte de vino de pasas, mezclado con una cantidad indeterminada de cashasa.Si carecían de uva fresca lo más propio es que debieran elaborar vino de pasas hidratando y disolviendo éstas, usando pautas para mantener las proporciones de los elementos de la uva en forma lo más próxima posible a la uva original, siguiendo luego los cuidados de una fermentación normal y demás partes ya explicadas.
Se puede elaborar, en caso de necesidad, vino de pasas. Y es válido, pues, como dije en la definición, su origen es la uva y las pasas aunque, concentradas en sus elementos, siguen siendo uvas De todas maneras el vino a obtener será de baja calidad.
Para evitar situaciones como la comentada, insisto en que los sacerdotes deben tener aunque sea un conocimiento superficial sobre vino, para saber discernir si es la materia propia para el Sacrificio cuando indaguen sobre la elaboración del vino a usar en sus diversos destinos.
Muy querido Padre, espero no haber sido muy denso con las explicaciones y comentarios, sobre el tema del vino de Misa, muy caro a mis afectos. Siempre pienso que es poco lo que se puede hacer para lograr que todas las Misas del mundo se celebren con la materia propia, correcta y lo más noble posible.
Con el mayor afecto, saludo a Ud. con un fuerte abrazo, en Cristo y su Santísima Madre.
Raúl Arroyo
Enólogo
Enólogo
Fuente Bibliográfica:
1.-Enciclopedia Católica "
2.-Instrucción "Redemptionis Sacramentum "
3.-Summa Theológica , Sto Tomás de Aquino, S. Th., 74, 5 ad 3: S. Th., lect. 3.
4.-La Santísima Eucaristía combatida por el Satanismo del Beato Clemente Marchisio , 1894.
1.-Enciclopedia Católica "
2.-Instrucción "Redemptionis Sacramentum "
3.-Summa Theológica , Sto Tomás de Aquino, S. Th., 74, 5 ad 3: S. Th., lect. 3.
4.-La Santísima Eucaristía combatida por el Satanismo del Beato Clemente Marchisio , 1894.
viernes, 9 de junio de 2017
EDICTO DE MILAN
EL EDICTO DE MILÁN (313 d.C.)
Los protestantes y sectarios siempre mienten y por lo visto nunca se preocupan por tomar un libro de historia, entre otras cosas cuando dicen que el Emperador Constantino fundó la Iglesia Católica con el "Edicto de Milán", vamos ni siquiera se ponen de acuerdo si fue en el siglo III o IV lo cual nos muestra la poca seriedad que tienen de basar sus dichos en mentiras con tal de atacar a la verdadera Iglesia de Cristo ,que es la católica. y que cuando Constantino llegó al poder del Imperio Romano para entonces habían existido más de 30 Papas o sucesores de Pedro en la Iglesia.
El "Edicto de Milán" o llamado también "edicto de tolerancia", lo que hizo fue poner fin a las persecuciones que durante tres siglos habían sufrido los Cristianos bajo el dominio del Imperio Romano Pagano.
Constantino tras la batalla del Puente Milvio en que venció a Majencio , y que atribuyó a la intervención del Dios de los cristianos ,pues en sueños vio una cruz que decía "In hoc signo vinces" (Con este signo vencerás) ordenó a su ejercito poner eso como insignia y estandarte y bueno, el resultado ya es historia.
Como les comentabamos, Constantino en acuerdo con el otro Cesar , asociado a él, Licinio Augusto se reunen en Milán en el 313 d.C. deciden dar libertad de culto en todo el Imperio tanto a paganos,como a cristianos, eso es el edicto de Milán, ya ven como los protestantes mienten cuando dicen otra cosa?, puede investigarse por fuentes fidedignas y comprobables ,incluso no católicas, pues tanto historiadores ateos,agnósticos y protestantes serios lo afirman.
Esto es lo que se conserva del Edicto tomando en cuenta que es del Siglo IV su promulgación y basicamente gracias a Eusebio de Cesarea se conserva practicamente integro el texto, al final ponemos una bibliografia para el que quiera profundizar sobre el mismo.
1. .............
2. Al considerar, ya desde hace tiempo, que no se ha de negar la libertad de la religión, sino que debe otorgarse a la mente y a la voluntad de cada uno la facultad de ocuparse de los asuntos divinos según la preferencia de cada cual, teníamos mandado a los cristianos que guardasen la fe de su elección y de su religión.
3. Mas como quiera que en aquel rescripto en que a los mismos se les otorgaba semejante facultad parecía que se añadía claramente muchas y diversas condiciones, quizás se dio que algunos de ellos fueron poco después violentamente apartados de dicha observancia.
4. Cuando yo, Constantino Augusto, y yo, Licinio Augusto, nos reunimos felizmente en Milán y nos pusimos a discutir todo lo que importaba al provecho y utilidad públicas, entre las cosas que nos parecían de utilidad para todos en muchos aspectos, decidimos sobre todo distribuir unas primeras disposiciones en que se aseguraban el respeto y el culto a la divinidad, esto es, para dar, tanto a los cristianos como a todos en general, libre elección en seguir la religión que quisieran, con el fin de que lo mismo a nosotros que a cuantos viven bajo nuestra autoridad nos puedan ser favorables la divinidad y los poderes celestiales que haya.
5. Por lo tanto, fue por un saludable y rectísimo razonamiento por lo que decidimos tomar esta nuestra resolución: que a nadie se le niegue en absoluto la facultad de seguir y escoger la observancia o la religión de los cristianos, y que a cada uno se le dé facultad de entregar su propia mente a la religión que crea que se adapta a él, a fin de que la divinidad pueda en todas las cosas otorgarnos su habitual solicitud y benevolencia.
6. Así, era natural que diéramos en rescripto lo que era de nuestro agrado: que, suprimidas por completo las condiciones que se contenían en nuestras primeras cartas a tu santidad acerca de los cristianos, también se suprimiera todo lo que parecía ser enteramente siniestro y ajeno a nuestra mansedumbre, y que ahora cada uno de los que sostienen la misma resolución de observar la religión de los cristianos, la observe libre y simplemente, sin traba alguna.
7. Todo lo cual decidimos manifestarlo de la manera más completa a tu solicitud, para que sepas que nosotros hemos dado a los mismos cristianos libre y absoluta facultad de cultivar su propia religión.
8. Ya que estás viendo lo que precisamente les hemos dado nosotros sin restricción alguna, tu santidad comprenderá que también a otros, a quienes lo quieran, se les dé facultad de seguir sus propias observancia y religiones -lo que precisamente está claro que conviene a la tranquilidad de nuestros tiempos-, de suerte que cada uno tenga posibilidad de escoger y dar culto a la divinidad que quiera.
Esto es lo que hemos hecho, con el fin de que no parezca que menoscabamos en lo más mínimo el honor o la religión de nadie.
9. Pero, además, en atención a las personas de los cristianos, hemos decidido también lo siguiente: que los lugares suyos en que tenían por costumbre anteriormente reunirse y acerca de los cuales ya en la carta anterior enviada a tu santidad había otra regla, delimitada para el tiempo anterior, si apareciese que alguien los tiene comprados, bien a nuestro tesoro público, bien a cualquier otro, que los restituya a los mismos cristianos, sin reclamar dinero ni compensación alguna, dejando de lado toda negligencia y todo equívoco. Y si algunos, por acaso, los recibieron como don, que esos mismos lugares sean restituidos lo más rápidamente posible a los mismos cristianos.
10. Mas de tal manera que, tanto los que habían comprado dichos lugares como los que lo recibieron de regalo, si pidieran alguna compensación de nuestra benevolencia, puedan acudir al magistrado que juzga en el lugar, para que también se provea a ello por medio de nuestra bondad.
11. Todo lo cual deberá ser entregado a la corporación de los cristianos, por lo mismo, gracias a tu solicitud, sin la menor dilatación.
Y como quiera que los mismos cristianos no solamente tienen aquellos lugares en que acostumbraban a reunirse, sino que se sabe que también otros lugares pertenecientes, no a cada uno de ellos, sino al derecho de su corporación, esto es, de los cristianos, en virtud de la ley que anteriormente he dicho mandarás que todos esos bienes sean restituidos sin la menor protesta a los mismos cristianos, esto es, a su corporación, y a cada una de sus asambleas, guardada, evidentemente, la razón arriba expuesta: que quienes, como tenemos dicho, los restituyan sin recompensa, esperen de nuestra benevolencia su propia indemnización.
12. En todo ello deberás ofrecer a la dicha corporación de los cristianos la más eficaz diligencia, para que nuestro mandato se cumpla lo más rápidamente posible y para que también en esto, gracias a nuestra bondad, se provea a la común y pública tranquilidad.
13. Efectivamente, por esta razón, como también queda dicho, la divina solicitud por nosotros, que ya en muchos asuntos hemos experimentado, permanecerá asegurada por todo el tiempo.
14. Y para que el alcance de esta nuestra legislación benevolente pueda llegar a conocimiento de todos, es preciso que todo lo que nosotros hemos escrito tenga preferencia y por orden tuya se publique por todas partes y se lleve a conocimiento de todos, para que a nadie se le pueda ocultar esta legislación, fruto de nuestra benevolencia.
Eusebio de Cesárea, Historia Eclesiástica, X, 5, en: Cruz, N., "Relaciones Cristianismo-Imperio Romano. Siglos I, II, III", en: Revista de Historia Universal, nº 8, 1987, Santiago, pp. 135 y ss. v. tb.: : Antoine, C., Martínez, H., Stambuk, M., Yáñez, R., Relaciones entre la Iglesia y el Estado desde el Nuevo Testamento hasta el tratado De La Monarquía de Dante, Memoria Inédita, Academia Superior de Ciencias Pedagógicas, 1985, Santiago, p. 298-300, cit. a: Apud Lactantium, De mortibus persecutorum, 48, ed. Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (Viena, 1866), en: Gallego Blanco, E.,Relaciones entre la Iglesia y el Estado en la Edad Media, Ediciones Revista de Occidente, 1970, Madrid, p. 64-67; Artola, M., Textos fundamentales para el estudio de la Historia, Biblioteca de la Revista de Occidente, 1975, Madrid, pp. 21-22; Huber, S., Los Santos Padres. Sinopsis desde los tiempos Apostólicos hasta el siglo sexto, Ed. Desclée de Brouwer, 1946, Buenos Aires, pp. 404-406.
Los protestantes y sectarios siempre mienten y por lo visto nunca se preocupan por tomar un libro de historia, entre otras cosas cuando dicen que el Emperador Constantino fundó la Iglesia Católica con el "Edicto de Milán", vamos ni siquiera se ponen de acuerdo si fue en el siglo III o IV lo cual nos muestra la poca seriedad que tienen de basar sus dichos en mentiras con tal de atacar a la verdadera Iglesia de Cristo ,que es la católica. y que cuando Constantino llegó al poder del Imperio Romano para entonces habían existido más de 30 Papas o sucesores de Pedro en la Iglesia.
El "Edicto de Milán" o llamado también "edicto de tolerancia", lo que hizo fue poner fin a las persecuciones que durante tres siglos habían sufrido los Cristianos bajo el dominio del Imperio Romano Pagano.
Constantino tras la batalla del Puente Milvio en que venció a Majencio , y que atribuyó a la intervención del Dios de los cristianos ,pues en sueños vio una cruz que decía "In hoc signo vinces" (Con este signo vencerás) ordenó a su ejercito poner eso como insignia y estandarte y bueno, el resultado ya es historia.
Como les comentabamos, Constantino en acuerdo con el otro Cesar , asociado a él, Licinio Augusto se reunen en Milán en el 313 d.C. deciden dar libertad de culto en todo el Imperio tanto a paganos,como a cristianos, eso es el edicto de Milán, ya ven como los protestantes mienten cuando dicen otra cosa?, puede investigarse por fuentes fidedignas y comprobables ,incluso no católicas, pues tanto historiadores ateos,agnósticos y protestantes serios lo afirman.
Esto es lo que se conserva del Edicto tomando en cuenta que es del Siglo IV su promulgación y basicamente gracias a Eusebio de Cesarea se conserva practicamente integro el texto, al final ponemos una bibliografia para el que quiera profundizar sobre el mismo.
1. .............
2. Al considerar, ya desde hace tiempo, que no se ha de negar la libertad de la religión, sino que debe otorgarse a la mente y a la voluntad de cada uno la facultad de ocuparse de los asuntos divinos según la preferencia de cada cual, teníamos mandado a los cristianos que guardasen la fe de su elección y de su religión.
3. Mas como quiera que en aquel rescripto en que a los mismos se les otorgaba semejante facultad parecía que se añadía claramente muchas y diversas condiciones, quizás se dio que algunos de ellos fueron poco después violentamente apartados de dicha observancia.
4. Cuando yo, Constantino Augusto, y yo, Licinio Augusto, nos reunimos felizmente en Milán y nos pusimos a discutir todo lo que importaba al provecho y utilidad públicas, entre las cosas que nos parecían de utilidad para todos en muchos aspectos, decidimos sobre todo distribuir unas primeras disposiciones en que se aseguraban el respeto y el culto a la divinidad, esto es, para dar, tanto a los cristianos como a todos en general, libre elección en seguir la religión que quisieran, con el fin de que lo mismo a nosotros que a cuantos viven bajo nuestra autoridad nos puedan ser favorables la divinidad y los poderes celestiales que haya.
5. Por lo tanto, fue por un saludable y rectísimo razonamiento por lo que decidimos tomar esta nuestra resolución: que a nadie se le niegue en absoluto la facultad de seguir y escoger la observancia o la religión de los cristianos, y que a cada uno se le dé facultad de entregar su propia mente a la religión que crea que se adapta a él, a fin de que la divinidad pueda en todas las cosas otorgarnos su habitual solicitud y benevolencia.
6. Así, era natural que diéramos en rescripto lo que era de nuestro agrado: que, suprimidas por completo las condiciones que se contenían en nuestras primeras cartas a tu santidad acerca de los cristianos, también se suprimiera todo lo que parecía ser enteramente siniestro y ajeno a nuestra mansedumbre, y que ahora cada uno de los que sostienen la misma resolución de observar la religión de los cristianos, la observe libre y simplemente, sin traba alguna.
7. Todo lo cual decidimos manifestarlo de la manera más completa a tu solicitud, para que sepas que nosotros hemos dado a los mismos cristianos libre y absoluta facultad de cultivar su propia religión.
8. Ya que estás viendo lo que precisamente les hemos dado nosotros sin restricción alguna, tu santidad comprenderá que también a otros, a quienes lo quieran, se les dé facultad de seguir sus propias observancia y religiones -lo que precisamente está claro que conviene a la tranquilidad de nuestros tiempos-, de suerte que cada uno tenga posibilidad de escoger y dar culto a la divinidad que quiera.
Esto es lo que hemos hecho, con el fin de que no parezca que menoscabamos en lo más mínimo el honor o la religión de nadie.
9. Pero, además, en atención a las personas de los cristianos, hemos decidido también lo siguiente: que los lugares suyos en que tenían por costumbre anteriormente reunirse y acerca de los cuales ya en la carta anterior enviada a tu santidad había otra regla, delimitada para el tiempo anterior, si apareciese que alguien los tiene comprados, bien a nuestro tesoro público, bien a cualquier otro, que los restituya a los mismos cristianos, sin reclamar dinero ni compensación alguna, dejando de lado toda negligencia y todo equívoco. Y si algunos, por acaso, los recibieron como don, que esos mismos lugares sean restituidos lo más rápidamente posible a los mismos cristianos.
10. Mas de tal manera que, tanto los que habían comprado dichos lugares como los que lo recibieron de regalo, si pidieran alguna compensación de nuestra benevolencia, puedan acudir al magistrado que juzga en el lugar, para que también se provea a ello por medio de nuestra bondad.
11. Todo lo cual deberá ser entregado a la corporación de los cristianos, por lo mismo, gracias a tu solicitud, sin la menor dilatación.
Y como quiera que los mismos cristianos no solamente tienen aquellos lugares en que acostumbraban a reunirse, sino que se sabe que también otros lugares pertenecientes, no a cada uno de ellos, sino al derecho de su corporación, esto es, de los cristianos, en virtud de la ley que anteriormente he dicho mandarás que todos esos bienes sean restituidos sin la menor protesta a los mismos cristianos, esto es, a su corporación, y a cada una de sus asambleas, guardada, evidentemente, la razón arriba expuesta: que quienes, como tenemos dicho, los restituyan sin recompensa, esperen de nuestra benevolencia su propia indemnización.
12. En todo ello deberás ofrecer a la dicha corporación de los cristianos la más eficaz diligencia, para que nuestro mandato se cumpla lo más rápidamente posible y para que también en esto, gracias a nuestra bondad, se provea a la común y pública tranquilidad.
13. Efectivamente, por esta razón, como también queda dicho, la divina solicitud por nosotros, que ya en muchos asuntos hemos experimentado, permanecerá asegurada por todo el tiempo.
14. Y para que el alcance de esta nuestra legislación benevolente pueda llegar a conocimiento de todos, es preciso que todo lo que nosotros hemos escrito tenga preferencia y por orden tuya se publique por todas partes y se lleve a conocimiento de todos, para que a nadie se le pueda ocultar esta legislación, fruto de nuestra benevolencia.
Eusebio de Cesárea, Historia Eclesiástica, X, 5, en: Cruz, N., "Relaciones Cristianismo-Imperio Romano. Siglos I, II, III", en: Revista de Historia Universal, nº 8, 1987, Santiago, pp. 135 y ss. v. tb.: : Antoine, C., Martínez, H., Stambuk, M., Yáñez, R., Relaciones entre la Iglesia y el Estado desde el Nuevo Testamento hasta el tratado De La Monarquía de Dante, Memoria Inédita, Academia Superior de Ciencias Pedagógicas, 1985, Santiago, p. 298-300, cit. a: Apud Lactantium, De mortibus persecutorum, 48, ed. Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (Viena, 1866), en: Gallego Blanco, E.,Relaciones entre la Iglesia y el Estado en la Edad Media, Ediciones Revista de Occidente, 1970, Madrid, p. 64-67; Artola, M., Textos fundamentales para el estudio de la Historia, Biblioteca de la Revista de Occidente, 1975, Madrid, pp. 21-22; Huber, S., Los Santos Padres. Sinopsis desde los tiempos Apostólicos hasta el siglo sexto, Ed. Desclée de Brouwer, 1946, Buenos Aires, pp. 404-406.
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