GÁRGOLAS
Las gárgolas no son más que un sistema para canalizar el agua
de lluvia y expulsarla a cierta distancia del edificio para que no dañara la
piedra, o el mortero con que se unían los bloques en una construcción. Así en
Arquitectura son caños, desagües ,canales sobresalientes donde se vierte el
agua de los tejados o de las fuentes Lo normal es que en la espalda de la
gárgola se tallase un canal por el que
el agua llegase a la boca, y desde ahí al suelo a la mayor distancia posible, y
por eso lo de los largos cuellos. En Egipto los canales se tallaban en las
piernas y el agua fluía por un desagüe justo por debajo de la cabeza, pero con
el mismo resultado. Con el tiempo las gárgolas se hicieron cada vez más
elaboradas, hasta que se convirtieron en símbolos del personajes míticos y fantásticos y que podían
producir figuras quiméricas.
El nombre proviene al parecer del francés gargouille >
gargouiller ‘producir un ruido semejante al de un líquido en un tubo’, latín
gargărīzo y griego γαργαρίζω ‘hacer gárgaras’), parte sobresaliente de un caño
que sirve para evacuar el agua de lluvia de los tejados.
En algunas ciudades
escarpadas, gárgola es una piedra acanalada en medio de la calle que
recoge las aguas pluviales y domiciliarias.
El concepto de una proyección decorativa a través de la
cual el agua se expulsase del edificio era conocido desde la antigüedad, siendo
utilizado por egipcios, griegos, etruscos y romanos.
Mientras que los griegos tenían especial querencia por
las cabezas de león, fueron los romanos los que utilizaron estos canalones
decorativos con abundancia, tal y como lo demuestran los ejemplares de la
ciudad de Pompeya, conservados intactos hasta la actualidad merced a la capa de
lava que los cubrió durante la erupción del Vesubio, en el primer siglo de
Nuestra Era.
Muchas personas creen que las gárgolas fueron
desarrolladas por arquitectos y escultores medievales, con el fin de mostrar al
hombre la existencia de un mundo imperfecto y no solo para servir de elementos
decorativos en Catedrales y palacios. Las primeras gárgolas recibieron el
nombre de Grifos, nombre que hacía alusión a un animal mitológico, que tiene la
cabeza de águila y el cuerpo de león. En la mitología griega éste animal
figuraba como guardián del Dios Apolo, al cual estaba consagrado, sin embargo,
en el campo de la arquitectura, los griegos emplearon a los grifos como figuras
decorativas, las cuales eran colocadas en las acróteras de los templos, ya que
estos eran los pedestales que remataban los frontispicios de las
construcciones.
En la Edad Media, el tema de las gárgolas, dejo de ser
únicamente los grifos y paso a convertirse en la creación de figuras quiméricas
y de animales, razón por la cual en muchas de las Catedrales góticas, podemos
encontrar figuras talladas con las formas de dragones, hombres, gatos, ranas,
serpientes e innumerables formas de animales reales y fantásticos. La palabra
gárgola se deriva de la palabra francesa gargoille, que significa garganta y
eran empleadas originalmente, como desagües para expulsar el agua de la lluvia
lejos de los edificios (Catedrales), ya que se pensaba, que si estos seres
grotescos podían expulsar el agua, también podrían asustar y ahuyentar a los
malos espíritus.
Es importante señalar que el uso de las gárgolas se dio
principalmente en el arte Gótico durante el periodo de la Baja Edad Media(S XI-
S XV), y es preciso ubicar que las únicas fuentes de cultura y civilización
eran precisamente las Iglesias, Catedrales y Monasterios, pues todavía no había
Universidades sino que nacieron en este periodo , y la inmensa mayoría de la
población en Europa no sabía leer ni escribir, así las imágenes que veían en
las Iglesias, los retablos, esculturas, pinturas, vitrales y gárgolas incluidas
eran un conjunto en el que las personas podían entender y aprender sobre la fe,
la historia y la civilización occidental, que estaba llena de simbología
cercana a ellos,pero que no podemos nosotros juzgar con nuestra mentalidad
moderna si no tenemos un panorama amplio de esa época.
El arte Gótico (de Godo, usado en forma despectiva
inicialmente) fue un arte que busco ser una respuesta o contracorriente al arte
Románico, más oscuro y de recogimiento, en cambio el Gótico ensalzaba lo contrario, luz, color, elevación, expresividad,
verticalidad hacia el cielo, quien haya tenido la oportunidad de visitar alguna
Catedral Gótica sabrán de lo que hablo, entrar a una de ellas es transponer los
umbrales a un mundo colorido de luz ,belleza y sensación de espiritualidad, en
mi caso que conozco la Catedral de Colonia en Alemania, entrar a un espacio en que la luz entra por
miríadas multicolores, con esos espacios inmensos hacia el cielo, elevan a
Dios, y todo el repujado de esculturas y gárgolas que tiene la Catedral no
distrae, ni desorienta contra lo que pudiera pensarse, sino que curiosamente
dan un sentido de equilibrio entre la belleza de los Vitrales, de las altas
torres, de las cúpulas ,arcos y rosetones, con lo grotesco de las esculturas
quiméricas o gárgoles de esas estructuras, ese Arte Gótico es quien nos dio las
gárgolas que conocemos, aunque como se
dijo ya en otras culturas existían.
Por lo visto fue durante la Edad Media,siglos XII y XII
cuando se desarrolló el Arte Gótico, una época en la que la mayoría de los
ciudadanos no tenía acceso a la educación, cuando las gárgolas fueron
aprovechadas para enviar un mensaje visual. Los constructores de las grandes
catedrales querían que la gente entendiera que la Iglesia fuente de luz y
conocimiento, la podía proteger de los malos espíritus, esto es, que la Catedral
era un lugar seguro y debían acudir a ella lo más frecuentemente posible. Como
suele suceder en estos casos, las gárgolas tienen una leyenda y hay una en
Francia que “explica” su origen, o al menos el de su nombre. Se supone que una
especie de dragón, con sus alas y fuego por la boca, aterrorizaba a los
viajeros que transitaban por un camino. Un tal San Romano, a la sazón arzobispo
de la ciudad, persiguió al monstruo, llamado Gargouille (que proviene del latín
gargula, garganta), lo capturó y lo llevó de vuelta a Rouen para quemarlo. Como
el cuello y la garganta del tremebundo ser estaban templados por el fuego, no
pudo ser quemado, así que San Romano decidió colgarlo de una de las esquinas de
la catedral, como advertencia a los malos, muy malos espíritus
¿Y por qué animales y seres fantásticos? Pues porque un
ángel con la boca totalmente abierta como si se fuera a tragar un melón tendría
un aspecto grotesco, como lo tendría cualquier persona. Y porque la función de
la gárgola, al fin y al cabo es la de una cloaca: evacuar el agua con las
impurezas arrastradas por la cubierta. Por eso es lógico recurrir a seres no
precisamente angelicales y dulces sino más bien todo lo contrario.
Europa está llena de edificaciones góticas con múltiples
variaciones locales. El caso de las gárgolas no escapa a esta variedad y no
existe un patrón común que sigan todas las gárgolas. Es más, hay catedrales e
infinidad de iglesias góticas que no tienen gárgolas. Si los arquitectos no
preveían la evacuación de agua mediante gárgolas, simplemente no había
gárgolas.
Como ya se ha dicho , muchas gárgolas pluviales están
perfectamente labradas con todo lujo de detalles a muchos metros de altura y en
zonas invisibles desde la calle. Está claro que ahí no tendrían valor para
adoctrinar al pueblo.
Por otra parte, la reforma cisterciense fue de carácter
muy limitado y no tuvo apenas repercusión fuera de la propia orden o del ámbito
monástico. Algunos especialistas han tratado de definir un estilo cisterciense
al margen de las corrientes del románico y del gótico. En cualquier caso lo que
se pretendía con esta reforma no era eliminar específicamente a los animales,
sino cualquier tipo de ornamentación figurativa, ente otras cosas para no
distraer a los monjes, esta reforma no acabó con las representaciones animales
en la arquitectura sacra y la prueba más evidente y palmaria son precisamente
las gárgolas góticas, muchas de ellas posteriores a lo que se ha venido en
llamar "estilo cisterciense". Por no mencionar que hay gárgolas
renacentistas, barrocas, etc.
La variedad de las gárgolas es tal que es imposible
reducirlas a un programa común o a una determinada simbología concreta.
También, como se ha dicho antes, hay gárgolas con formas humanas. Es decir que
las hay de todo tipo. Por tanto no se puede decir que sean exclusiva ni
siquiera predominantemente grifos. Hay grifos, demonios, hombrecillos deformes,
pájaros, leones, caballos y todo lo que a uno se le ocurra.
Tampoco se puede descartar en muchos caso el carácter
puramente decorativo de las gárgolas. Se trata de un elemento en el que los
escultores daban rienda suelta a su imaginación y a veces aprovechaban para
plasmar su sentido del humor creando figuras de cierta comicidad o de aspecto
burlón, sin más trascendencia o significado oculto.
Fueron empleadas por la Iglesia Cristiana para enseñar.
Es así, como las gárgolas y las figuras grotescas, van a tomar diferentes
significados, podían ser vistas como la maldad que se encontraba fuera de las catedrales
e iglesias, mientras que por dentro de éstas, era un sitio de encuentro y paz
interior, que se encontraba bellamente adornado por vitrales y murales. También
podían estar, con el fin de actuar como guardianes de su iglesia, para mantener
alejado al mal. Sin embargo, es claro que eran puestas, para recordarle al
pueblo, que se encontraban en un mundo imperfecto, en donde se sabía, que
aunque Dios estaba presente, el mal nunca estaba lejos.
En resumen. Lo propio es hablar de las gárgolas de un edificio
concreto y no de las gárgolas en su conjunto. Porque cada edificio es un mundo
y lo que en uno puede tener un sentido en otro puede tener otro.
En las gárgolas hay una extraordinaria variedad de
motivos y formas que se extiende por toda Europa de modo que no es posible
encerrar esta variedad forzadamente en ningún bestiario ni simbolismo. Hay que
estudiarlas en cada edificio concreto para poder encontrarles algún sentido. Y
no siempre lo tienen. Ni Fulcanelli ni otros esoteristas les prestaron atención.
Por otra parte, basta repasar las múltiples
interpretaciones que han dado a las gárgolas diversos autores (no ocultistas),
para darse cuenta de que no hay acuerdo entre los especialistas, precisamente
debido a su enorme variedad.
Es cierto que los antiguos estaban más familiarizados con
el simbolismo que nosotros. Pero con el simbolismo de su catedral o de las
iglesias de su entorno, y no siempre. Los hombres del gótico que iban a misa a
la iglesia visigótica, mozárabe, asturiana, carolingia, etc. de su pueblo no
tenía porqué comprender el simbolismo de la catedral de Notre Dame de París y
según donde vivieran podrían no haber visto una gárgola en su vida. En una
misma comarca podían coexistir iglesias prerrománicas, románicas y góticas.
Suponer que los antiguos eran perfectos conocedores de todo el simbolismo es
mucho suponer.
- Hay gárgolas zoomorfas, antropoformas y de animales
fantásticos. Es decir, de todo tipo. Unas están en los bestiarios y otras no.
No hay regla fija.
- Hay gárgolas que se pueden interpretar como
advertencia, otras como protección del lugar sacro, otras como almas de
condenados y avisos de a dónde conducen ciertas conductas o costumbres. Las hay
meramente decorativas y jocosas. Unas con sentido positivo y otras negativo, etc.
No hay regla fija.
- Las hay en todo tipo de edificios: catedrales,
iglesias, conventos, palacios, torres...
- Hay muchas catedrales góticas sin gárgolas. Son
elementos muy secundarios que pueden o no existir. El simbolismo más importante
está en otra parte.
- Es poco probable la existencia de un código
perfectamente conocido por todo el pueblo cuando la pluralidad de estilos en
una misma comarca, pueblo o ciudad implicaba la superposición de códigos
distintos de épocas distintas. Por ejemplo en Toledo coexisten el gótico del
siglo XIII-XIV de la Catedral Primada con el gótico tardío de finales del siglo
XV y con el mudéjar tan característico de la ciudad (también presente en S.
Juan). Entre la multitud de iglesias medievales de Toledo ¿cuántos gaiteros hay
como para que el pueblo pudiera "leerlos" con un significado preciso?
- Es mucho más probable que los códigos los manejaran los
maestros -arquitectos, o escultores- Las grandes catedrales, sobre todo las
francesas son punto y aparte porque ahí había espacio para decir muchas cosas
en niveles muy distintos de inteligibilidad. Una parte nada despreciable de la
simbología escapaba al pueblo y no era de universal conocimiento.
- Es fundamental analizar los elementos en el edificio en
el que están, para valorarlos en su contexto. Lo que en un edifico significa
una cosa en otro puede significar otra.
Al final, la tecnología dio al traste con el arte de las
gárgolas. Hacia principios del siglo XVIII, la invención del canalón sustituyó
a las gárgolas, y no tanto porque fueran aterradoras, sino porque representaban
un peligro para la población cuando se rompían debido a su peso y forma y caían
sobre los indefensos transeúntes. A partir de entonces, pocas serían
construidas, y las que quedaron, que son muchas, han servido para inspirar
cuentos fantasiosos como el Jorobado de Notre Dame y películas.
Aterradoras o
prácticas, las gárgolas están ahí, y son historia.
Bibliografía:
Diccionario Enciclopédico Quillet
Diccionario Enciclopédico Larousse.
Janetta REBOLD BENTON, [i]Saintes
Terreurs.
Les gargouilles dans l'architecture médiévale[/i], Paris, 1999.
Francisco VIcente
CALLE CALLE, Gárgolas de la provincia d Cáceres, 2003; Francisco VIcente CALLE
CALLE, Plasencia: "Misterios" en las Catedrales, 2008; Francisco
Vicente CALLE CALLE, Las gárgolas de la Catedral de San Antolín de Palencia, ,
2008.
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