CONSAGRACION
Y DEDICACIÓN DE IGLESIAS.
Cruz de la dedicación de 800 años de la Catedral de Compostela |
Nuestros templos e Iglesia son lugar sagrado, ahí es donde
se deposita N.S. Jesús Sacramentado en el Sagrario o “Sancta Sanctorum” ahí es
donde reposan las reliquias de los Santos y Martires de la Iglesia Universal,
ahí es donde se ofrece el Sacrificio vivo y Santo de la Eucaristía, no es un
simple salón, no es un simple garaje o local, es un lugar en el que la Iglesia Católica desde antiguo ha buscado
que sea lugar de reunión de Dios para con
sus fieles,por eso es que una Iglesia ó templo católico tiene una Consagración
o Dedicación.
"Dedicación" es la palabra que usó siempre la
Tradición de la Iglesia para "consagrar" los templos y sus altares.
En realidad toda bendición es una consagración del objeto o la persona a Dios.
La consagración es la solemne dedicación a un propósito o de
servicio especial, por lo general religioso. La palabra
"consagración" significa literalmente "asociar con lo
sagrado". Personas, lugares o cosas pueden ser consagrados, y el término
se utiliza de diferentes maneras por diferentes grupos. Un sinónimo de
consagrar es santificar; un antónimo es profanar.
El Pontifical habla siempre de "dedicación" en
relación al templo y al altar. De hecho, la única consagración que se contempla
es la de vírgenes. Lo demás son bendiciones. aunque la profesión religiosa es
también un modo de consagración.
La ceremonia solemne de dedicación o consagración se
encuentra en el Pontifical Romano y se realiza de jure por un obispo . El rito
más simple, que se da en el Ritual Romano, está reservado generalmente para los
obispos, pero puede ser realizado también por un sacerdote con delegación
episcopal. Todas las iglesias, oratorios públicos y semipúblicos, si se
destinan al culto Divino in perpetuum, deben ser cuando menos bendecidos antes
que los Sagrados Misterios puedan ser celebrados en ellos (Cong. of Rites,
Sept., 1871). Los oratorios puramente privados o domésticos no pueden ser
dedicados así, sino simplemente bendecidos con la Benedictio loci (cf. Ritual o
Misal Romano) en cada ocasión que se celebre misa en ellos. Como regla, las
iglesias principales en cada distrito deben ser consagradas en la manera
solemne, pero debido a que para una consagración lícita se requieren ciertas
condiciones que no son siempre posibles, (cf. Irish Ecclesiastical Record,
Abril, 1908, p. 430) el rito de dedicación simple ordinario es considerado como
prácticamente adecuado. Ambas formas consagran el lugar y contribuyen, como los
sacramentales, a la santificación de los fieles, pero difieren en que mientras
una iglesia que está consagrada si se contamina,por ejemplo en los caos en que
tristemente han profanado nuestras Iglesias, debe ser reconciliada por un
obispo, una iglesia que está simplemente bendecida puede ser reconciliada en
circunstancias similares, por un sacerdote (cf. Ritual Romanol).
La diferencia en las
dos formas de dedicación es que una iglesia consagrada tiene derecho a celebrar
cada año la fiesta del aniversario de su consagración, que debe celebrarse como
un doble de la primera clase con una octava por todos los sacerdotes asignados
a la iglesia. Una iglesia que solo está bendita no tiene derecho a esta fiesta
de aniversario a menos que per accidens, es decir, cuando está incluida en el
indulto especial concedido para la celebración simultánea de los aniversarios
de todas las iglesias en un distrito o diócesis. En este caso el Oficio y Misa
deben ser celebrados en cada iglesia, dentro de los límites del indulto
independientemente de su consagración (Cong. de Ritos, n. 3863). Puede
escogerse cualquier día para la dedicación de la iglesia, sin embargo el
Pontifical Romano sugiere aquellos "Domingos y solemnes días
festivos" que admiten el Oficio y la Misa de dedicación así como la celebración
del aniversario.
El hecho de ungir con el Santo Crisma el altar y las paredes
de los templos dedicados nos lleva a pensar en el término
"consagración".
Las iglesias o están bendecidas (en el caso de iglesias o
capillas de uso particular o limitado) o consagradas.
la dedicación de iglesias era, entre los sacramentales
mayores, el más costoso en tiempo y recursos. Y no era cosa de un sólo día,de
ahí que no todas las Iglesias hayan sido consagradas,pero si bendecidas.
Antes de que la bendición de la iglesia comience, el obispo
con su báculo marca los signos en la parte superior e inferior de la iglesia
con una cruz como signo de consagración, para que la obra de la redención no
sea destruida.
Las primeras imágenes muestran los preparativos de la
construcción del nuevo templo: sacralización del terreno ya delimitado(1),
bendición y colocación de la primera piedra(2) y bendición de los cimientos(3).
Una vez terminado el edificio, se procede al ritual de la
dedicación propiamente dicho:
PARTE I: Ritos de purificación
Lustraciones: la
bendición del agua se hacía junto al lugar donde se había celebrado la vigilia
al lado de las reliquias; con el agua bendita, el obispo y el clero hacían la
aspersión del exterior de la iglesia dando dos vueltas(4).
Al final de la segunda vuelta, el obispo llamaba a la puerta
de la iglesia y ésta no se abría. Daba entonces el obispo una tercera vuelta
aspergiendo y al final accedía al interior con el clero(5).
Se entonaba el Veni, Creator y las letanías. Mientras, se escribía el alfabeto (en latín y
en griego) en el suelo sobre ceniza(6) y (7).
Se canta el Benedictus y se bendice el "agua
gregoriana"(8), que consiste en
agua bendita mezclada con vino, sal y ceniza que se utilizaba en la
consagración de las iglesias, altares y aras de altar.Se utilizaba para la
purificación de la iglesia por dentro en la ceremonia de dedicación. El obispo
pide de nuevo la ayuda del Señor. Bendice esta agua especial llamada agua
bendita gregoriana, pues se atribuye al Papa San Gregorio Magno este rito. Esta
agua es un símbolo de la fuente que brota de la cruz de Cristo, la transmisión
a todo el mundo de su gracia santificante. Ahora será preparar la casa de Dios
para los fieles. La propia consagración está llena de pensamientos sublimes y
lirismo. La sal es bendecida como un símbolo de poder que sale de la cruz, que
el origen divino de la vida nueva lleva a cabo en el mundo. Se bendicen las
cenizas que recuerdan la penitencia. La sal se mezcla con las cenizas, y ambas
con el agua. Cuando la fuerza de lo alto se mezcla con los actos penitenciales,
entonces el agua de la vida celestial se agita. Por último el vino es bendecido
y se mezcla con el agua, para que fructifique la primavera de la gracia y la vida en Dios.
La purificación interior de la iglesia comienza desde el
altar, y se extiende a otras partes de la iglesia. En primer lugar el Obispo
hace los signos del altar en el centro con el agua gregoriana y luego en las
cuatro esquinas del altar, en referencia al sacrificio de propiciación, cuya
renovación se hace aquí, y a las cinco llagas de Cristo. A continuación pasa
alrededor del altar siete veces, rociándolo con el agua gregoriana. El número
siete representa la purificación perfecta, que emerge de la fuente del
sacrificio. Ahora la misma plenitud de la bendición puede ser llevada sobre el
resto de la iglesia y llenar todo el espacio. El Obispo va desde el altar tres
veces alrededor del interior de la iglesia: dos veces de derecha a la izquierda
y una vez desde la izquierda a la derecha. Se rocían las paredes con el agua
Gregoriana, en primer lugar abajo, a continuación en el medio, y después hacia
arriba. Luego rocía el suelo en forma de cruz, desde el altar mayor, a las
puertas principales y de una pared lateral a la otra. Finalmente, en el centro
de la iglesia en pie al este, oeste, sur y norte.
Se marcaban cinco cruces sobre el altar, que era rodeado con
una aspersión séptuple(9). La purificación interior de la iglesia comienza
desde el altar, y se extiende a otras partes de la iglesia. En primer lugar el
Obispo hace los signos del altar en el centro con el agua gregoriana y luego en
las cuatro esquinas del altar, en referencia al sacrificio de propiciación,
cuya renovación se hace aquí, y a las cinco llagas de Cristo. A continuación
pasa alrededor del altar siete veces, rociándolo con el agua gregoriana. El
número siete representa la purificación perfecta, que emerge de la fuente del
sacrificio. Ahora la misma plenitud de la bendición puede ser llevada sobre el
resto de la iglesia y llenar todo el espacio. El Obispo va desde el altar tres
veces alrededor del interior de la iglesia: dos veces de derecha a la izquierda
y una vez desde la izquierda a la derecha. Se rocían las paredes con el agua
Gregoriana, en primer lugar abajo, a continuación en el medio, y después hacia
arriba. Luego rocía el suelo en forma de cruz, desde el altar mayor, a las
puertas principales y de una pared lateral a la otra. Finalmente, en el centro
de la iglesia en pie al este, oeste, sur y norte.
Las paredes del nuevo templo eran aspergidas con tres
vueltas.(10)
Se aspergía luego el pavimento.(11)
PARTE II: Traslado y colocación de las reliquias
Procesión con el pueblo para traer las reliquias al nuevo
templo.(12)
Preparación del sepulcro (sobre o debajo del altar). Se
realizan cuatro unciones del sepulcro. Se unge el altar y se inciensa.(13) las
reliquias sobre el altar nuevo, antes de encerrarlas, pone crisma en la
confesio, en los cuatro ángulos por dentro, encierra la almendra con las
reliquias, después pone tres porciones del Cuerpo del Señor en la confesio y
pone la tabla"(*4.-)de acuerdo a la usanza del siglo X,actualmente no se
pone porciones del Cuerpo del Señor,solo reliquias.
PARTE III: Consagración del altar
Continúa la incensación del altar(14)
El obispo traza cinco cruces con el Óleo de los Catecúmenos
y otras cinco con el Santo Crisma.(15)
Lo vuelve a ungir con ambos óleos(16).
Sigue la crismación de los muros de la iglesia sobre doce
cruces: son ungidas, incensadas y ante ellas se enciende una vela.(17)
El obispo regresa al altar. Se queman sobre el mismo cinco
montoncitos de incienso que tienen forma de cruz y base de cera. Mientras tanto
se canta el verso aleluyático Veni, Sancte Spiritus. Después el obispo canta el
prefacio para la consagración de la iglesia.(18)
Crismación de la base del altar y de las junturas.(19)
Vestición del altar con los manteles. Después es incensado
de nuevo.(20)
PARTE IV: Eucaristía
Comienza la misa, que puede ser celebrada por un presbítero
ante el obispo asistente.
El rito de la dedicación le corresponde al obispo dedicar a
Dios las nuevas iglesias que se edifican en su diócesis. El rito tiene las
partes siguientes:
a) Entrada en la iglesia. Hay dos ritos que sobresalen: I)
La entrega de la iglesia: los delegados de aquellos que han trabajado en la
edificación de la iglesia se la ofrecen al obispo, en este caso al Papa. II) la
aspersión de la iglesia: el Papa bendice el agua y con ella rocía al pueblo,
que es el templo espiritual, y después las paredes de la iglesia y el altar.
b) Liturgia de la Palabra. Se proclaman las lecturas,
escogidas entre las que propone el Leccionario para el rito de la dedicación de
una iglesia. Después el Santo Padre pronunciará la homilía. A continuación se
hace la profesión de fe, el "Creo en Dios". Y después las letanías de
los santos-que sustituyen la tradicional "oración de los fieles" -,
que son una invocación a la Iglesia del cielo en momentos de especial
significación en las celebraciones cristianas.
c) La oración de dedicación y la unción de la iglesia y del
altar. Tras el canto de las letanías, se colocan las reliquias de algunos
santos, como es tradicional en la iglesia. La celebración de la eucaristía es
el rito principal y único necesario para la dedicación de una iglesia. Sin
embargo, según la tradición común de la Iglesia, tanto de Oriente como de
Occidente, se hace una oración de dedicación, con la que se manifiesta el
propósito de dedicar la iglesia para siempre al Señor y se pide su bendición.
A continuación tiene lugar la unción del altar y de las
paredes de la iglesia. El altar se convierte así en símbolo de Cristo, que es y
se le llama el Ungido por excelencia y que con la ofrenda de su cuerpo
-renovada en las celebraciones de los santos misterios- continúa la redención
del mundo por medio de la Iglesia. La unción de la iglesia significa que ésta
es dedicada por completo y para siempre al culto cristiano. Se hacen doce o
cuatro unciones para significar que la iglesia es una imagen de la Jerusalén
celestial.
Incensación. Para significar el sacrificio de Cristo, que
allí se perpetúa sacramentalmente, sube hacia Dios como ofrenda agradable y
propiciatoria con las oraciones de los fieles. La incensación de la nave de la
iglesia indica que ésta, por la dedicación, se convierte en casa de oración.
Pero se inciensa en primer lugar el pueblo de Dios, que es el templo vivo, en
el que cada fiel es un altar espiritual.
Recubrimiento del altar. Con las toallas puestas sobre el
altar se quiere indicar que éste es ahora la mesa del Señor, recordando el
momento fundacional de toda celebración litúrgica cristiana: la Cena del Señor.
El altar se adorna como para una fiesta y una comida, en la que los fieles
toman el alimento divino, que es el Cuerpo y la Sangre de Cristo inmolado.
La iluminación del altar, seguida de la iluminación de la
iglesia, recuerda que Cristo es la "Luz que se revela a las naciones"
y que la Iglesia brilla con esa luz.
d) Celebración de la eucaristía. Preparado ya el altar, el Obispo
celebrará la eucaristía junto con los obispos y presbíteros presentes. Esta es
la parte más antigua y más importante de todo el rito de la dedicación. Con la
celebración de la eucaristía se manifiesta el fin principal de la edificación
de una iglesia y de la erección del altar. La eucaristía consagra el altar y el
lugar de la celebración, tal como los padres antiguos afirman repetidamente:
"Este altar es admirable porque por naturaleza es una piedra pero se
convierte en santo después de que ha sostenido el cuerpo de Cristo" (San
Juan Crisóstomo).
Si quieren profundizar en el tema les dejo una bibliografía,
todo sea
Ad Maiorem Dei gloriam.
Manuel(Miles Christi)
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
1.-Martimort A.G., La dedicación de una iglesia, en La
Iglesia en oración, Herder, Barcelona 1967', 214-219; Righetti M., La
dedicación de las iglesias, en Historia de la Liturgia 2, BAC 144, Madrid 1956,
1046-1064; Tena P., Ritual de la dedicación de iglesias (Comentario), en
"Phase" 183-221.
2.http://www.britishpathe.com/video/pope-paul-consecrates-new-abbey-at-monte-cassino#
3.- De dedicatione ecclesiae seu consecratione.
4.- El altar cristiano, (tomo II, pp. 152 y 153), del padre
Íñiguez
5.- El Papa Benedicto consagró en noviembre 2010 la Sagrada
Familia de Barcelona.
6.- El Santo Papa Juan Pablo II consagró la Iglesia Catedral de la Almudena de
Madrid el 15 de junio de 1993..
7.-Ceremonia y Rúbrica de la Iglesia Española, blog.
8.-Ritual Romano.
9.-Enciclopedia Católica.
11.-Codigo de derecho Canónico,PARTE III,(DE LOS TIEMPOS Y
LUGARES SAGRADOS)TÍTULO I DE LOS LUGARES SAGRADOS (Cann. 1205 - 1243).
12.-Catecismo de la Iglesia Católica, numerales 1671-1672.
14.-“Nuevo Diccionario de Litúrgia” Sartore,Triacca,Canals,
Edit. San Pablo,Madrid,3ª Edición ,1987.
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