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miércoles, 25 de julio de 2018

CATOLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR SON ABORTISTAS Y NO CATÓLICAS REALMENTE!




NO SE DEJEN SORPRENDER POR EL TITULO DE ESTE GRUPO.

Hermanos les comparto este artículo para que no sean engañados y sorprendidos por este grupo que no es Católico, ni tienen nada que ver con la Iglesia Católica, pero que en su nombre trata de desprestigiar y engañar a las personas haciendose pasar por un movimiento que no existe ni es autorizado por la Iglesia, me refiero al grupo "CATOLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR" quienes son? de donde vienen? porque se dicen Católicas?quien las financía y que pretenden? solo para comentarles que es un grupo que favorece el atroz crimen del Aborto y debemos luchar por la vida de los inocentes no nacidos, asi que lean por favor.

Manuel.

La verdad sobre las "Católicas por el Derecho a Decidir"

"Tengan cuidado: No se dejen llevar por quienes los quieren engañar con teorías y argumentos falsos, pues ellos no se apoyan en Cristo, sino en las tradiciones de los hombres y en los poderes que dominan este mundo." (Colosenses 2:8)

Fuente e informe de; Vida Humana Internacional

Introducción

El ataque más insidioso de las feministas antivida contra la Iglesia Católica y sus enseñanzas, es el que ha lanzado la organización "Católicas por el Derecho a Decidir" o CFFC ("Catholics for a Free Choice"). Por más de dos décadas, la CFFC ha luchado por subvertir a la Iglesia y las doctrinas católicas. Sus objetivos principales son promover el aborto y sembrar cizaña y discordia entre los católicos, con la estrategia de "divide y vencerás".

La CFFC también fomenta la anticoncepción, la esterilización, el lesbianismo, la homosexualidad, el feminismo radical y las doctrinas de la New Age (la llamada Nueva Era) dentro de la Iglesia Católica y en todo el mundo. Este documento demuestra lo que realmente es la CFFC: una organización anticatólica, antivida, antifamilia y antifemenina, que se las da de católica y de trabajar en pro de la mujer.

Definición

Ciertamente la CFFC no es católica. El título de católica que ostenta la CFFC es un engaño. La Conferencia Nacional de Obispos Católicos de los EE.UU. declaró el 4 de noviembre de 1993, que la CFFC no es una organización católica. "Muchas personas - dice la declaración - pueden ser inducidas a creer que esta organización es auténticamente católica, pero no lo es. No está afiliada ni formalmente ni de ninguna otra manera a la Iglesia".

"Los obispos hicieron hincapié en el hecho de que la CFFC está asociada con los movimientos a favor del aborto en Washington, D.C., y comparte una dirección postal y fuentes de ingresos con la Federación Nacional del Aborto, el nombre comercial de la industria del aborto. Citan también el apoyo que le presta la CFFC a `la destrucción violenta de seres humanos inocentes en gestación [...] en cualquier etapa del embarazo y por cualquier motivo'. Los obispos insistieron en que la CFFC ha rechazado la adhesión a la Iglesia y ha tomado posturas que `deliberadamente contradicen las enseñanzas esenciales de la fe católica' y concluyeron que `las Católicas por el Derecho a Decidir no pueden ser reconocidas como una organización católica ni apoyárseles como tal'".

Fundada en 1970 para protestar contra la oposición de la Iglesia a la ley de Nueva York que permite el aborto, la CFFC surgió como afiliada de la Coalición Religiosa Pro Derecho al Aborto (Religious Coalition for Abortion Rights), creada poco tiempo después de que el Tribunal Supremo legalizara el aborto en 1973. Ese mismo año la CFFC ya había quedado establecida como una "organización docente que apoya el derecho al legítimo cuidado de la salud de la reproducción [es decir, la anticoncepción y la esterilización] y al aborto". Su primer presidente fungió hasta 1979 y fue un sacerdote, el Padre Joseph O'Rourke, Jesuita expulsado de la Orden en 19745. A partir de 1980, Frances Kissling, la fundadora de la Federación Nacional del Aborto (National Abortion Federation), ha sido la directora de la CFFC.

En un principio, las oficinas principales de la CFFC estuvieron situadas en el edificio de la Paternidad Planificada (Planned Parenthood) en Nueva York. En realidad, ambas organizaciones se aliaron muy estrechamente en su guerra contra la Iglesia, la familia y los niños por nacer; no solamente porque compartían los mismos locales, sino también porque tienen una ideología y objetivos similares. Por ejemplo, Pamela J. Maraldo, quien fue la presidenta de la Federación Norteamericana de la Paternidad Planificada (Planned Parenthood Federation of America) declaró: "yo no soy menos católica porque me aparte de la Iglesia en materias relacionadas con la privacidad de la familia y la autonomía en la reproducción". En otras palabras, Maraldo se considera "buena católica", aunque estaba dirigiendo sin duda, la más poderosa organización dedicada a promover el aborto. Como veremos, este tipo de mentalidad es la que la CFFC desea inculcarles a todos los católicos.

Frances Kissling, agente de la CFFC

La presidenta de la CFFC, Frances Kissling, abandonó la Iglesia Católica durante su juventud, pero dice que ha vuelto a incorporarse; y dice que su regreso a la Iglesia no significa "que haya vuelto a la misa de los domingos, a la confesión y a todas esas cosas que son memorias de mi niñez," sino que ha regresado a la Iglesia como "agente de cambio social". Parte de su labor ha consistido en organizar grandes campañas a favor del aborto. En ese tiempo fue consultora de los Servicios de Asistencia para Proyectos Internacionales (International Projects Assistance Services), una organización dedicada a abrir clínicas de abortos y a capacitar a los que practican abortos en los países donde el aborto es ilegal. También fue fundadora, como señalamos más arriba, de la Federación Nacional del Aborto, una organización profesional de facultativos y de orientadores que fomentan el aborto. Fue directora de una de las primeras clínicas para abortos legales de la ciudad de Nueva York y también dirigió clínicas ilegales de abortos en México y en Roma. Kissling ha confesado haber introducido ilegalmente aparatos para abortos por succión en México. Y, cuando visitó Italia dijo: "No veo nada malo en ayudar a las mujeres a practicarse abortos ilegales". Su "ética" sobrepuja las leyes nacionales que prohíben el aborto con la misma facilidad con la que ignora las enseñanzas de la Iglesia.

A menudo Kissling trata de defender su organización como si ésta fuera la voz legítima de disensión entre los católicos, apoyada por la gran mayoría de ellos. Sin embargo, cuando se unió a la CFFC, declaró que ya no se consideraba católica. Por otro lado, "a principios de los años 80, manifestó que la CFFC tenía 5,000 miembros en todo el país. En 1983, sin embargo, solamente el 3% de sus ingresos anuales de $221,900 provino de las cuotas de los miembros. Si se considera que la cuota son $15.00 por persona, entonces, la CFFC, lejos de tener 5,000 miembros, tiene sólo menos de 450 en total, es decir, un 0.00076% de los 59 millones de católicos de los Estados Unidos". Kissling admitió en el programa de Jeanine Graf, en Radio WRKO de Boston, que la CFFC no es una organización para socios. ¿Es ésta la auténtica voz de la oposición católica?

La misma Kissling, que en 1980 fue miembro no asalariado de la junta directiva de la CFFC, comenzó a ganar al año siguiente, algo menos de $30,000, como directora ejecutiva de esa organización. En 1982, percibió de la CFFC $34,119, cantidad que excedía el límite de sueldo permitido por la Administración de Rentas Internas (Internal Revenue Service) para empleados de organizaciones sin fines lucrativos. En 1983, ante la baja de $43,000 que sufrieron los ingresos de la CFFC (los cuales descendieron a sólo $221,900), Kissling aceptó reducir su sueldo a $28,333.

Sin embargo, actualmente el presupuesto anual de la CFFC es de $1.5 millones y en 1993, la organización le declaró al gobierno entradas por un total de $1,530,636, una cantidad 1,000 veces superior a los 1,542 dólares pagados por los socios. Ese año Kissling percibió un sueldo de $76,400, más $10,000 para su "cuenta de gastos".

¿De dónde recibe la CFFC sus fondos?

Entre 1980 y 1994, 35 fundaciones de los EE.UU. le enviaron cuantiosos donativos a la CFFC para sus actividades antivida y anticatólicas, que ascendieron a $8,138,79724. De $1,530,636 que recibió en 1993, $1,501,412, (o sea, el 98%), lo recibió de estas fundaciones(Pepsi, Starbucks, por mencionar algunas), y solamente $29,224 de otras fuentes. Las cinco fundaciones principales que mantienen a la CFFC son: Ford, Sunnen, J.D. MacArthur, Gund y la Fundación Pedagógica de América (The Educational Foundation of America).

Desde 1986, la CFFC ha recibido $1.5 millones específicamente para promover el aborto, la anticoncepción y el anticatolicismo en la América Latina a través de su rama latinoamericana "Católicas por el Derecho a Decidir" (CDD). Esto significa que más de la quinta parte de los ingresos declarados por la CFFC, se utilizan para persuadir a las madres latinas para que maten a sus hijos por nacer. De estos $1.5 millones, $900,000 fueron donados por la Fundación MacArthur. La Fundación Noyes, ayudó a la CFFC a abrir sus oficinas en Uruguay y México.

La connotación antivida y anticatólica de los donativos enviados por estas fundaciones, consta en las descripciones de su uso: "Guía para los católicos a favor de la libre elección [es decir, del aborto]" (Fundación Packard, 1991); "contrarrestar los esfuerzos de la Iglesia Católica Romana por evitar que legalmente se tenga acceso a los cuidados de la salud de la función reproductiva [es decir, a los anticonceptivos, en su mayoría potencialmente abortivos y dañinos para la mujer]" (Fundación General Service, 1988); "apoyar a los disidentes católicos en el tema del aborto" (Fundación Gund, 1987); "proporcionarles a los ciudadanos católicos una alternativa razonable a la doctrina de la Iglesia" (Fundación Clark, 1985), entre otras.

La CFFC se opone a las enseñanzas de la Iglesia Católica

La CFFC se opone vehementemente a la doctrina de la Iglesia Católica sobre el aborto, la anticoncepción y la moral sexual, siendo su postura que la doctrina de la Iglesia sobre la sexualidad y la procreación no es infalible, y por lo tanto no hay obligación de aceptarla; y que el aborto puede ser una opción moral porque, sin duda las mujeres son capaces de tomar decisiones que "mejoren su integridad y su salud". La CFFC también alega que, un católico aunque crea que el aborto es inmoral, puede estar a favor de su licitud. Kissling ha declarado que, aunque ella considera al feto parte de la especie humana, piensa que el valor del feto nunca puede anteponerse al "valor del bienestar de la mujer". Obviamente, Kissling no toma en consideración el hecho de que aproximadamente la mitad de las criaturas por nacer son mujeres.

La CFFC se jacta de defender a la mujer, ¿por qué, entonces, no ha protegido a las mujeres de los abortos chapuceros, tanto legales como ilegales? ¿Por qué no ha denunciado públicamente el daño que los promotores del control de la población les han hecho a las mujeres, especialmente en los países del tercer mundo, con los abortos, los anticonceptivos y la esterilización? La CFFC se ha pronunciado a favor del "derecho de decidir", pero su verdadera orientación es proaborto.

Kissling, en una ocasión dijo: "yo no estoy a favor del aborto; lo que quiero es que se respete la conciencia de la persona". Sin embargo, la CFFC "se ha opuesto a que a las mujeres se les de información sobre los datos biológicos objetivos que existen acerca de la criatura durante el embarazo, asegurando que eso constituye un instrumento de `...propaganda que favorece la postura que se opone al aborto'". "Ha llegado incluso a referirse al aborto como un `acto sagrado'".

En cuanto a la anticoncepción, la CFFC alega que hasta hoy "ni la jerarquía ni los teólogos ni los laicos católicos han dejado de debatir la cuestión con gran interés".

La CFFC también alega que "la unión entre heterosexuales u homosexuales para vivir como pareja, basada en la justicia y el compromiso más que en el contrato conyugal tradicional, es moralmente válida".

Respecto de la autoridad de la Iglesia, la CFFC declara falsamente que el derecho canónico, "afirma tanto el derecho como la responsabilidad que tienen los católicos de seguir su propia conciencia, aún cuando ésta discrepe de las enseñanzas de la Iglesia".

Finalmente, la CFFC favorece la ordenación de la mujer.

Publicaciones de la CFFC

¿Cómo da a conocer la CFFC sus ideas? Mediante la publicación de libros, folletos y boletines, para lo cual utiliza la mayor parte de su dinero. A continuación una lista parcial:

"Conscience", publicación trimestral en inglés que promueve "la opinión de los católicos a favor del derecho a decidir," contiene artículos de sacerdotes y monjas disidentes.

Conciencia Latinoamericana, publicación trimestral en español de la CDD sobre "cuestiones de la salud de la reproducción" en Latinoamérica, donde se recibe gratis.

Instantes, publicación trimestral de la Iniciativa Latina (Latina Initiative) de la CFFC, creada especialmente para llegar a la mujer latina en los Estados Unidos.

In/Fire Ethics, publicación trimestral publicada por la Red Internacional para Feministas Interesadas en la Reproducción (International Network of Feminists Interested in Reproductive Health), la Salud y la Ética, pero en realidad está dirigida, al menos parcialmente, por la CFFC. En inglés solamente.

Este último grupo surgió en la Reunión Internacional sobre la Mujer y la Salud (International Women and Health Meeting), en Manila, Filipinas, en 1990, y sirve de centro de control e información para feministas profesionales de ambos sexos, interesados en cuestiones éticas relacionadas con "los derechos de la salud de la reproducción." Uno de sus principales objetivos es desarrollar un banco de datos de moralistas feministas y su respectivo campo de especialización, a fin de lograr que se incluya la perspectiva feminista en esta cuestión.

Los siguientes folletos tratan principalmente sobre los vanos intentos de la CFFC de refutar la doctrina de la Iglesia sobre el aborto y la anticoncepción. Tratan de "justificar" el aborto con razones "éticas":

El aborto: Guía para la toma de decisiones éticas ("Abortion: A Guide to Making Ethical Choices"). En inglés y español. Una de las autoras de este libro, Marjorie R. Maguire, quien colaboraba con la CFFC, ha declarado que está de acuerdo con el Vaticano en que dicha organización no es católica. Maguire también afirma que la CFFC no está a favor de la mujer, sino que simplemente se dedica a promover el aborto y el libertinaje sexual.

Los Obispos y el control de la natalidad: Crónica de obstrucción ("Bishops on Birth Control: A Chronicle of Obstruction"). En inglés solamente.

La Historia de las ideas sobre el aborto en la Iglesia Católica ("History of Abortion in the Catholic Church") y El aborto de buena fe: Un cuestionamiento ético. En inglés y español.

La anticoncepción en la Doctrina Católica: Evolución de un código terrenal ("Contraception in Catholic Doctrine: The Evolution of an Earthly Code"). En inglés solamente.

Reflexiones de un teólogo católico durante su visita a una clínica de abortos ("Reflections of a Catholic Theologian on Visiting an Abortion Clinic"). En inglés solamente.

La CFFC también ha publicado folletos y artículos destinados a influir en las decisiones de los congresistas y como parte del trabajo que realizan en el campo de la política. Dos de ellos son: La cuestión del aborto en el proceso político ("The Abortion Issue in the Political Process") y Guía para Católicos a favor del derecho a decidir: la Iglesia, el Estado y la política del aborto ("Guide for Pro-Choice Catholics: The Church, the State and Abortion Politics"). También la CFFC les repartió un escrito de cuatro páginas titulado Los católicos, el aborto y la política pública ("Catholics, Abortion and Public Policy"), a más de 50 "católicos" que están a favor del "derecho a decidir" en el Congreso de los EE.UU.. Junto con más de una docena de miembros de "Mujeres-Iglesia" ("Women-Church"), la CFFC circuló una carta entre los miembros del Congreso de los EE.UU., donde pedía que el gobierno le pague por el "servicio" del aborto a las mujeres acogidas al plan Medicaid (plan de fondos federales para ayudar a las personas de bajos ingresos a cubrir sus gastos médicos).

La CFFC ha patrocinado muchas actividades para promover su ideología antivida por medio de la prensa. En octubre de 1984, puso un anuncio de una página en el New York Times titulado: "Declaración católica sobre el pluralismo y el aborto" ("Catholic Statement on Pluralism and Abortion"). En el artículo afirmaba que sobre el aborto "hay diversas posturas católicas que pueden ser legítimas". El anuncio "fue diseñado y publicado por la agencia publicitaria de la Paternidad Planificada en Nueva York".

El vínculo entre la CFFC y la Nueva Era

Es muy preocupante la relación entre la CFFC y los movimientos de Mujeres-Iglesia y Nueva Era, que se han infiltrado en la Iglesia Católica. La escritora católica, Donna Steichen ha indicado que "Mujeres-Iglesia y la CFFC están íntimamente vinculadas". De hecho, una de las fundadoras del movimiento Mujeres-Iglesia, Rosemary Radford Ruether, que algunos consideran una "teóloga católica", es miembro de la junta directiva de la CFFC y feminista que apoya el aborto. Ruether ayudó a unir a muchos de los grupos feministas en una coalición llamada Convergencia de Mujeres-Iglesia (Women-Church Convergence). "Como parte de su estrategia, las principales teólogas feministas...denominan ahora al movimiento feminista en la religión como Mujeres-Iglesia -- el movimiento que abarca todas las creencias religiosas de `mujeres identificadas consigo mismas y de hombres que se identifican con las mujeres', cuyo fin común es reinterpretar el Evangelio según el enfoque de la liberación de la mujer". Ruether ha dicho que Mujeres-Iglesia es un movimiento de "cristianismo radical", que "tiende a ver la religión tradicional como falsa o en decadencia" y que "prevee la Nueva Era esperando que nazca pronto sobre la tierra, según el modelo del orden social de la redención que esté de acuerdo con sus principios".

Ruether también ha "admitido...[que] `Mujeres-Iglesia está cimentada en lo que recientemente se ha definido como la espiritualidad basada en la creación', que no es sino otra versión de las teorías de las ciencias ocultas y de la Nueva Era del Padre Matthew Fox", Dominico expulsado de la Orden.

"Rituales" para el aborto

"Bajo la dirección de...Ruether...las mujeres han creado sus propias ceremonias de los ciclos de la vida, incluso rituales para marcar el comienzo de la menopausia, la unión de una pareja lesbiana, para lamentar el nacimiento de un niño que ha nacido muerto y la recuperación después de un aborto"6. Uno de estos "rituales" del movimiento Mujeres-Iglesia apareció en un artículo de una de las publicaciones de la CFFC, titulado "Liturgia de afirmación". El artículo "Liturgia de afirmación", publicado en 1992, describe un "ritual" para la mujer mientras le están practicando un aborto. "Se le rezan oraciones al `Dios Madre y Padre', a la vez que la mujer que está abortando es ungida con aceite, bendecida, abrazada, afirmada y se le anima a que tire pétalos de flores". Otra publicación de la CFFC, You Are Not Alone ("No estás sola"), habla de liturgias para la "reproducción responsable", compuestas por Dianne Neu, una ex-monja feminista que apoya el aborto, y "liturgista de la liberación de la mujer". Estas "liturgias" supuestamente "celebran la espiritualidad de la mujer afirmando la integridad y la santidad de sus decisiones", incluso la decisión de matar a su hijo por nacer. Neu, la codirectora de la Alianza de Mujeres pro Teología, Ética y Ritual o WATER (Women's Alliance for Theology, Ethics and Ritual), alega que ella es una "feminista católica, apostólica y romana". También escribe para las publicaciones de la CFFC y ha estado trabajando con grupos "religiosos" en los EE.UU. y Latinoamérica.

En un artículo en la revista Conscience, Neu explica que ella ha creado esos "rituales" para reafirmar las diferentes decisiones que hacen las mujeres en lo concerniente a las "opciones que tienen en la reproducción". Describe en detalle un "rito" que ella creó como una "ceremonia de duelo" para las mujeres que se practicado un aborto. Para celebrar este ritual, la mujer debe pedirle al abortista que le entregue los restos de su bebé abortado, y entonces ella reúne a su compañero sexual y a sus amigos y juntos "rezan" "oraciones" como ésta: "Bendito eres tú, El Santo, madre y padre, que nos has dado facultad para decidir. Nos sentimos entristecidos porque las circunstancias de la vida de (nombre de la mujer) y (nombre del hombre) han sido tales que la decisión de llevar un embarazo a su término, no haya sido vivificadora para todos los que tienen parte en este acto. Una decisión tal nunca es fácil; está llena de dolores y heridas, de ira y dudas. Nuestra amada hermana ha tomado una decisión muy difícil. Prometemos continuar apoyándola durante su vida. Te bendecimos, Oh Santo, por tu presencia en ella". Cuando la mujer que ha abortado explica por qué tomó esa decisión, abre un hoyo en el jardín con la ayuda de su compañero y los dos dicen la siguiente oración mientras entierran al bebé que se extrajo del vientre: "Oh Madre Tierra, depositamos este espíritu para que descanse en tu seno".

Neu sugiere que este rito y otros similares se usen para "sanar" e indica que sirven para celebrar "la espiritualidad de la mujer". Neu también alega que "tomar decisiones responsables sobre la procreación es bueno para nosotras, bueno para las iglesias y bueno para la sociedad". Refiriéndose a Beverly Harrison, otra autora feminista que apoya el aborto, Neu, en tono de aprobación, alega que tales decisiones constituyen un "derecho" y que "este derecho pertenece a todas las mujeres sin importar su clase, raza, o preferencia sexual".

Alabanza al demonio

Las oraciones y las canciones de la CFFC no apoyan sólo el aborto, sino que también alaban al demonio. En la sección de poesías del número de la primavera, 1994, de la revista Conscience, vienen textos como "Canciones a los ángeles", de Thomas Marron, donde, aunque parezca increíble, se alaba a Lucifer y otros ángeles caídos; del infierno se dice que es "tan ardiente y bello como el cielo" y que "todos los ángeles están bailando" para Lucifer (cuyo "dulce nombre" es "lírico, santo").

Libertinaje sexual; lesbianismo

Mary Hunt, la principal cofundadora de WATER y miembro de la Junta Directiva de la CFFC, propuso "sustituir la familia por la amistad como metáfora" en la "Conferencia sobre la Reimaginación", (Reimagining Conference) que se celebró en Minneapolis, Estado de Minnesota, del 4 al 7 de noviembre de 1993. Esta reunión de Mujeres-Iglesia fue organizada para promover el feminismo radical, la ideología de la Nueva Era y el lesbianismo dentro de las principales iglesias cristianas. Hunt explica su nueva metáfora diciendo: "Imaginen las relaciones sexuales como la norma entre amigos, a los jóvenes aprendiendo a hacer amigos más que a tener citas. Imaginen que el valor que se dé a la interacción genital sea el que fomente la amistad y el placer y el logro de éstos...El placer es un derecho de nacimiento, el cual nos ha sido robado en el patriarcado religioso. Es hora de recobrarlo de nuevo con nuestros amigos... Imagino amigos, no familias, gozando de los placeres que merecemos porque nuestros cuerpos son santos y nuestra sexualidad es parte de las riquezas que nos ofrece la creación".

Diann Neu y Mary Hunt viven juntas en una relación lesbiana. Hunt ha dicho: "Desde luego mis vecinos han notado que las dos, mi compañera y yo, somos mujeres...en cada casa debería haber tanto amor como el que existe en el hogar de Mary y Diann...el amor y el lesbianismo van juntos como el amor y la justicia, los corazones y las flores". Hunt se autodenomina una "teóloga católica".

El culto a "Sofía"

En la "Conferencia sobre la Reimaginación" las feministas extremistas crearon una "diosa de la sabiduría" tomada de la personificación femenina de la sabiduría de Dios en los capítulos 7-10 del Libro de los Proverbios. Sin embargo, esta personificación es, en realidad, una figura literaria usada por el autor sagrado para subrayar la importancia de la sabiduría para la rectitud de la conducta en la vida diaria. Estas feministas adoraron a esta "diosa" que llaman "Sofía" (palabra que significa sabiduría en griego), con oraciones como las siguientes: "Sofía, nuestra creadora, somos mujeres creadas a tu imagen...Sofía, Dios Creador...Madre nuestra Sofía,...celebramos la vida sensual que nos das...Celebramos nuestra corporeidad, nuestra naturaleza física, las sensaciones de placer, nuestra unidad con la tierra y el agua".

Eran obvias las características panteístas de esta "diosa Sofía" en el pensamiento de las participantes de esta conferencia. Una de ellas dijo: "Sofía es la energía divina en la mujer, que se va develando con los rituales de la diosa". Otra dijo: "Sofía es la sabiduría dentro de mí". La frase que encabezaba el programa de la Conferencia decía: "Sofía es el sitio donde reside en vosotras el universo entero". Como señaló un crítico de la Conferencia refiriéndose a este culto de Sofía: "Estas feministas extremistas se han hecho un ídolo y le llaman dios. Sin darse cuenta, se adoran a sí mismas".

Este culto a la diosa sabiduría también lo defienden los miembros y los colaboradores de la CFFC. "Ruether hizo varias veces referencia [en un sínodo de Mujeres-Iglesia], como lo había hecho en su libro Mujeres-Iglesia, a la Sabiduría como Dios Madre. Habló de una `voz interior de la Madre Sabiduría' y `la fuente de vida y una nueva vida que llamamos Madre Sabiduría'". Neu creó una "liturgia para la procreación responsable" en la que la mujer embarazada "ora" a "Sofía" en busca de "sabiduría" para ayudarle a decidir si abortar o no al hijo que lleva en sus entrañas.

CFFC extiende sus tentáculos hacia los latinos en los Estados Unidos y en otros países

En agosto de 1991, la CFFC lanzó el Proyecto Hispano (Hispanic Project), diseñado para "educar" a las organizaciones latinas de los Estados Unidos en "el cuidado de la salud de la función reproductiva" (es decir, aborto y anticoncepción). Entre estas organizaciones están la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos o LULAC (League of United Latin American Citizens); la Asociación Nacional Mexicoamericana o MANA (Mexican American National Association); la Conferencia Nacional de Mujeres Puertorriqueñas o NACOPRW (National Conference of Puerto Rican Women); La Raza; el Consejo de Mujeres Hispanoamericanas; el Consejo Hispanoamericano para la Salud (Hispanic Health Council); la Coalición de Organizaciones Hispanas de Servicios Humanos y Sanitarios o COSSMHO (National Coalition of Hispanic Health and Human Services Organizations); y Mujeres Latinas en Acción.

En 1992, La CFFC creó la Iniciativa Latina "para facilitar información sobre el cuidado de la salud de la reproducción y las normas públicas a organizaciones latinas de los EE.UU.". La Iniciativa Latina consiguió que varias de las grandes organizaciones nacionales latinas de los EE.UU. se unieran para exigir públicamente que el Medicaid pagara por el "servicio" del aborto. Estas organizaciones son, entre otras: el Fondo Mexicoamericano para la Defensa en Derecho y la Educación o MALDEF (Mexican American Legal Defense and Education Fund); el Consejo Nacional Latina de Nueva York (New York's National Latina Council); La Coalición Femenina en los Sindicatos (The Coalition of Women in Trade Unions), que forma parte de la AFL-CIO (organización nacional de sindicatos obreros); NACOPRW; el Fondo Puertorriqueño para la Defensa en Derecho y la Educación (Puerto Rican Education and Legal Defense Fund); y promujer de Puerto Rico. Evidentemente, la CFFC está más activa entre los latinos de los EE.UU. que la mayor parte de las organizaciones provida de la nación.

La CFFC ha extendido su influencia a Latinoamérica. Su presidenta, Frances Kissling, viaja por esos países y recibe una gran publicidad por parte de los medios de comunicación. Su principal oficina en los países latinoamericanos se denomina "Católicas por el Derecho a Decidir" (CDD), y su fundadora fue la Dra. Cristina Grela. La CDD tiene ahora su sede en la Argentina, una en Córdoba que es su oficina regional para todo el continente latinoamericano, y la otra en Buenos Aires. También tiene representaciones en Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, España y México.

La Dra. Grela, ginecóloga, influenciada por las enseñanzas de los sacerdotes liberales franceses, tuvo "un momento decisivo en 1986 durante un encuentro ecuménico de mujeres cristianas en la Argentina, sobre nuevas formas de espiritualidad para la mujer", auspiciado por WATER. En ese encuentro, una mujer le dio uno de los boletines de la CFFC. Después de leerlo quedó convencida y se convirtió en defensora de la CFFC. "Esta experiencia fue para mí una revelación - dijo. Tenía un gran conflicto de fe porque pensaba que lo que yo creía como feminista era incompatible con las enseñanzas de la Iglesia Católica a la que pertenezco. Ya estaba por dejar la Iglesia para poder continuar mi trabajo como feminista, pero en la conferencia descubrí que había otras mujeres en conflicto que buscaban un lugar en la Iglesia". En otras palabras, Grela había "descubierto" a la CFFC, y había sido ganada por su errónea ideología y había sido ganada por la CFFC y su errónea ideología de que uno puede ser partidario del aborto, etc., y estar "a bien" con la Iglesia. En un artículo publicado en la Argentina, Grela declaró: "Nosotras decimos que toda mujer que sigue siendo católica, va a la Iglesia y utiliza métodos para planificar su familia es una Católica por el Derecho a Decidir. Porque de hecho esa mujer ha optado por eso, en tranquilidad de conciencia, desoyendo las posturas de la jerarquía". Mary Hunt y Diann Neu, las directoras de WATER, fueron las que trajeron los folletos de la CFFC a la conferencia de la Argentina. Inclusive, en 1997 la CFFC lanzó su iniciativa "Catholics for Contraception" (católicos a favor de la anticoncepción), para apoyar el uso de fondos de impuestos para la planificación familiar y un cambio en la postura de la Iglesia Católica con respecto a la anticoncepción.

La CDD ha estado muy activa en ciertos países como México y Brasil. Por ejemplo, Y María fue consultada para ser madre de Dios, es el título de unas tiras cómicas que la CDD distribuye en Latinoamérica que muestran en la carátula a una joven madre preguntándole a la Virgen María qué puede ella hacer respecto de su embarazo no deseado. En este libro se dice falsamente que el aborto no siempre es pecado, sino que depende de cada caso; que muchos obispos han declarado que usar anticonceptivos es una decisión de la pareja; que puesto que el Papa no ha hecho una declaración infalible sobre el aborto, esto es un asunto de la conciencia de cada cual; que puesto que hay desacuerdo sobre cuándo comienza la existencia de la persona humana, es materia de duda, y que la Iglesia enseña que cuando hay duda, hay libertad para decidir; y finalmente que si Dios le dio a María la libertad de decidir si quería o no concebir a Jesús, Él les da a todas las mujeres la misma libertad de decidir, para que la maternidad sea voluntaria.

La CDD produjo un video en español titulado "Mi vida, mi conciencia y mis derechos", en el cual se falsean las enseñanzas de la Iglesia sobre la sexualidad, el aborto y la anticoncepción, repitiendo los mismos argumentos absurdos que contienen las tiras cómicas. El video comienza con una procesión de la Santísima Virgen y sigue con unas entrevistas a mujeres pobres que se lamentan de su incapacidad económica para atender sus muchos hijos. En forma astuta la CDD manipula la situación de extrema pobreza de las mujeres de la América Latina para tratar de "justificar" el aborto. En su video "Las lágrimas de Eros", la CDD también promueve los actos homosexuales.

En el Brasil, la CDD publicó y distribuyó un folleto en portugués titulado "Una historia no contada", en el cual expone sus propias ideas sobre el aborto como si el tema así tratado formase parte del Magisterio. En cuanto a los hechos históricos, el folleto carece de seriedad y distorciona la postura que la Iglesia ha sostenido a través de la historia. La CDD también se ha unido a otras organizaciones para producir una película que aboga por la legalización del aborto, exhibida al Senado Federal de Brasilia durante una audiencia pública donde se debatía el proyecto de ley para la legalización del aborto. Todos los senadores recibieron copias de la película.

Mujeres e Iglesia: sexualidad y aborto en América Latina es el primer libro de la CFFC por varias autoras latinoamericanas. Siguiendo los pasos de las feministas antivida de los Estados Unidos, las autoras atacan a la Iglesia Católica y promueven el paganismo precolombino, el "derecho" al lesbianismo, el anti-catolicismo, el aborto, la anticoncepción y el feminismo extremista antivida vinculado al movimiento de "Mujeres-Iglesia".

Una de sus autoras, Sylvia Marcos, alaba la primitiva "espiritualidad sexual americana" de las sacerdotisas Aztecas, "celebrantes privilegiadas". También alega que los ritos paganos precolombinos constituyen "una fuente de inspiración para aquellos que cuestionamos la moral recibida y que consideramos que la experiencia del placer unifica con la divinidad".

Otra autora, Ana María Portugal, habla de "la heterosexualidad impuesta" como "una opresión para todas las mujeres". Cristina Grela, otra de las autoras, habla del "mito [de la] crianza de las niñas para la maternidad" y del "mito de la pareja" (compuesta de hombre y mujer) y se lamenta de que las mujeres se tienen que "enamorar del tipo, buen mozo, parecido al príncipe de los cuentos infantiles". Y a continuación se pregunta: "¿Qué libertad puedes tener de enamorarte de una mujer, de darte permiso de sentir amor?".

María Ladi Londoño E., también coautora de este libro, admite que el Vaticano condena el aborto, pero añade falsamente que lo hace "no como resultado de una doctrina del amor sino como consecuencia de su marcada misoginia y discriminación contra la mujer, a quien no acepta como igual y de la cual expresó, hasta el Concilio de Trento, que no tenía alma".

En este libro las autoras presentan una "nueva ética" además del "derecho" de abortar y de usar anticonceptivos, para "darnos el permiso de vivir sin culpa el deseo, el placer y el disfrute del cuerpo... sin...obligaciones ni compromisos".
El libro también promueve las comunidades Mujeres-Iglesia con el fin de "cuestionar el plan que Dios, se supone, tenía para nosotras". Frances Kissling, que escribió el epílogo, concluye diciendo: "En Mujeres-Iglesia nos unimos para celebrar nuestras vidas, para estudiar y trabajar por el cambio en la Iglesia institucional. Este libro salió de este movimiento".

La CFFC colabora con otras organizaciones antivida

La CFFC no está sola en su cruzada contra la vida y la familia, sino que colabora o ha colaborado estrechamente con otras organizaciones antivida y antifamilia, como la Coalición Internacional por la Salud de las Mujeres o IWHC (International Women's Health Coalition); la Red Mundial de Mujeres para los Derechos de Reproductivos (RMMDR) o WGNRR (Women's Global Network for Reproductive Rights); la Convergencia Mujeres-Iglesia (Women-Church Convergence); la Asociación Unitaria Universalista (Unitarian Universalist Association); Paternidad Planificada (Planned Parenthood); la Organización Nacional para la Mujer o NOW (National Organization for Women) de los EE.UU.; la Coalición Religiosa pro Derecho al Aborto o RCAR (Religious Coalition for Abortion Rights) de los EE.UU.; la Federación Nacional del Aborto o NAF (National Abortion Federation) de los EE.UU.; y la Liga Nacional de Acción pro Derecho al Aborto o NARAL (National Abortion Rights Action League), radicada también en los EE.UU.

La CFFC también ha colaborado estrechamente con otros grupos pseudocatólicos de los EE.UU., como Los Católicos Hablan (Catholics Speak Out); las Mujeres Católicas de Chicago (Chicago Catholic Women); el Instituto de Mujeres de Hoy (Institute of Women Today); la Red de Mujeres de Loretto (Loretto Women's Network); la Coalición Nacional de Monjas Norteamericanas (National Coalition of American Nuns); la Misión Especial de las Mujeres en Espíritu de Colorado (Women in Spirit of Colorado Task Force); WATER; y la Conferencia para la Ordenación de Mujeres (Women's Ordination Conference).

La CFFC se ha unido a otras organizaciones antivida, como la Organización de la Mujer para el Ambiente y el Desarrollo o WEDO (Women's Environment and Development Organization) y la Coalición para la Salud de la Mujer (Women's Health Coalition), que pretendieron imponer su propio plan de acción antivida y antifamilia en todo el mundo a través de la Conferencia sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, que se celebró en El Cairo, Egipto, en septiembre de 1994127. En 1993, la CFFC logró reunir en dos ocasiones a representantes de 40 grupos feministas para prepararlas para esa Conferencia.128

La CFFC se ha unido a otras organizaciones feministas antivida de los países iberoamericanos para establecer la Red de Salud para la Mujer Latinoamericana, cuyo objetivo es promover "la salud de la reproducción" y los "derechos de la reproducción". Esta Red publica una revista en español titulada Revista de la Red de Salud/Isis Internacional, en Santiago, Chile y se distribuye en Latinoamérica por medio de su servicio de información, Isis Internacional, la principal organización feminista antivida del continente.

Refutación de las falacias de la CFFC

Veamos ahora cómo responde el Magisterio a los principales alegatos de la CFFC y la CDD. Respecto de la autoridad del Magisterio, o sea, el Papa y los obispos en comunión con él, hay que tener claro que: "El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado únicamente al Magisterio de la Iglesia, el cual lo ejerce en nombre de Jesucristo". Esa autoridad se extiende también a las enseñanzas de la Iglesia en materia de fe y moral.

Respecto al "derecho" a disentir de las doctrinas de la Iglesia, el Magisterio enseña claramente que "la libertad del acto de fe no puede justificar el derecho a disentir. De hecho, esta libertad no significa en absoluto libertad con respecto a la verdad, sino que significa la libre determinación de la persona en conformidad con su obligación moral de aceptar la verdad". De la misma manera, "los argumentos que apelan a la obligación de seguir la propia conciencia no pueden justificar la disensión".

Respecto a la obediencia debida a la doctrina no infalible de la Iglesia, hay que aclarar que los fieles tienen obligación de acatar no sólo la doctrina infalible, sino también todas las demás doctrinas que no han sido enseñadas como infalibles por el Papa o los obispos en comunión con él. "Los fieles, por su parte, en materia de fe y costumbres, deben aceptar el juicio de su Obispo, dado en nombre de Cristo, y deben adherirse a él con religioso respeto. Este obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aún cuando no hable ex cátedra [i.e., infaliblemente]".

En relación con el aborto, la Iglesia enseña claramente: "Desde su concepción, el niño tiene el derecho a la vida. El aborto directo, es decir, buscado como un fin o como un medio, es una práctica infame (cf GS 27,3), gravemente contraria a la ley moral. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana". Aún más, el papa Pablo VI ha declarado que: "esta enseñanza permanece inmutada y es inmutable". El mismo Concilio Vaticano II, también enseña que "la vida desde su concepción ha de ser salvaguardada con el máximo cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables".

Refiriéndose a la doctrina sobre ética sexual, la Iglesia enseña que: "En este campo existen principios y normas que la Iglesia ha transmitido siempre en sus enseñanza sin la menor duda, por opuestas que les hayan podido ser las opiniones y las costumbres del mundo. Estos principios y estas normas no deben en modo alguno su origen a un tipo particular de cultura, sino al conocimiento de la ley divina y de la naturaleza humana. Por lo tanto, no se los puede considerar como caducos, ni cabe ponerlos en duda bajo pretexto de una situación cultural nueva".

Respecto a la homosexualidad, la Iglesia enseña que: "Indudablemente, estas personas homosexuales deben ser acogidas, en la acción pastoral, con comprensión y deben ser sostenidas en la esperanza de superar sus dificultades personales y su inadaptación social." Pero luego añade: "los actos homosexuales sonintrínsicamente desordenados y no pueden recibir aprobación en ningún caso".

Respecto a la anticoncepción y la esterilización la Iglesia enseña: "Hay que excluir igualmente, como el Magisterio de la Iglesia ha declarado muchas veces, la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer, queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación".

Con relación a la ideología y las prácticas de la Nueva Era, el Papa Juan Pablo II ha dicho: "Las ideas de New Age [Nueva Era] a veces se abren camino en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan a influir incluso en los católicos practicantes, que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia".

Conclusión

Los dirigentes de la CFFC deben de ser públicamente desenmascarados como anticatólicos, antivida, antifamilia, y en realidad, contra la mujer. De otro modo, el daño que ya están causándole a la Iglesia Católica y a la causa provida continuará siendo incalculable. San Pablo nos dice: "Mirad que nadie os esclavize mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo"144. Y San Juan afirma: "Todo el que se excede y no permanece en la doctrina de Cristo, no posee a Dios. El que permanece en la doctrina, ése posee al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros y no es portador de esta doctrina, no le recibáis en casa

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