LA BODA
Amanece en el poblado, ya se escuchan los gallos cantando al
clarear el sol, nosotros desde temprano estamos trabajando, limpiando el huerto y el patio,
pues hoy tendremos una gran fiesta, mi padre me manda a mí y a mis primos a que
llenemos de agua las seis vasijas de piedra que se encuentran junto al sicomoro, para que las llenemos hasta el tope,
pues se esperan muchos invitados a la Boda de Sara y mi hermano Joachim,
seguramente todos harán sus abluciones.
El pozo no queda lejos, así que empezamos desde temprano
para llenar con odres las 2 o 3 Efá o metretas como dicen los griegos de cada vasija,
como soy el mayor de los chicos a quienes se les encomendó llenar las vasijas, sé
muy bien que tendremos que hacer muchos viajes y rápido, pues ya empiezan a
llegar los invitados a la Boda, algunos son parientes otros son amigos que vienen desde Nazaret, Jerusalén y Betsaida.
Hace una semanas mi hermano Joachim fue a casa de Eleazar,
padre de Sara a llevar la dote con
regalos para pedir desposarla y fueron aceptadas sus nupcias , claro no podía ser de
otra manera si Sara y Joachim desde muy chicos no dejaban de estar siempre
juntos en todas partes ,su amor y unión es algo tan puro que deleita hasta los
más cascarrabias del pueblo ,así todos por la alegría de esta unión en nuestras
familias están ayudando, unas mujeres haciendo tortas y pastelillos, otras
llevando un potaje de habas y garbanzos especial para las bodas, otras dulces y
postres ,algunos hombres están sacrificando corderos y terneras para que lo invitados coman y tengan suficiente para gozar del evento y que sus
corazones se regocijen, las niñas han juntado flores del campo y las enlazan en
guirnaldas para decorar entre los árboles y las casas que cercan el patio donde también hemos
colocado tablones de madera, bancos y muchos asientos con cojines donde puedan
descansar y comer los invitados, todo mundo está haciendo algo de los
preparativos de la Boda.
Veo que llegan Tomas y Simón que son originarios de aquí,
pero se rumorea que están siguiendo un Rabí que está causando revuelo en toda
Judea, me acerco a saludarlos y veo con sorpresa que son muchos y entre ellos
destacan dos personas, una mujer que tiene una mirada profunda y amable, se le ve la
ternura y me sonríe dejándome sin
aliento, nunca había sentido una mirada como la suya ,ella se llama María ,
quedo sin poder decir nada y Tomas me dice, “anda muchacho que parece que no
sabes recibir a los invitados”, y todos ríen lo cual me hace voltear y ver a un
hombre más alto que todos ellos, con la frente amplia, su sonrisa franca, sus
cabellos largos hasta los hombros y una mirada tan intensa que me hace solo querer
estar con él ,viéndolo , de repente pienso, “pero si es la misma mirada que la
de María”, y él se acerca y me dice , “Hola Emanuel, yo soy Jesús y ella es
María mi madre” y cariñosamente me toma de la cabeza y me hace una caricia y
todos reímos, pues como no si es un día de fiesta.
Mi corazón está todo alborozado y no sé por qué, van pasando
las horas, llega el momento en que mi hermano va por su desposada Sara para traerla
a su nuevo hogar ,ella va vestida elegantemente con una túnica de algodón blanco
y con hermosas flores bordadas de colores, con brazaletes y collares que le han
regalado su familia y amigos, lleva una corona de olivo y flores que sostiene
el velo en su cabeza, se ve radiante y
saluda a María y a Jesús quienes me parece son sus parientes y los conoce, luego es
rodeada por 10 mujeres y doncellas del pueblo que con lámparas alumbran el
camino y la llevan con alegría a su casa para que luego el novio, vaya por
ella al atardecer y la lleve al hogar que mi hermano ha preparado para que
ellos vivan juntos.
Mi hermano Joachim va acompañado de Tomas y Simón como sus
testigos para traer a la novia a su casa y así al llegar a la reunión
todos exclaman con voces de júbilo y
alegría por este nuevo matrimonio, y se oyen poemas, cantos, algunos empiezan a
danzar y los más versados tocan arpas y tambores para alegrar la fiesta, y es
cuando a nosotros los jóvenes nos toca el trabajo duro, servir la comida y las
bebidas, pero tanta gente ha rebasado las expectativas de los que se pensaba
acudirían a la fiesta, lo que se supone que iba a ser una pequeña comida
nupcial resulta ser una gran fiesta con más de 500 personas, la comida
afortunadamente es bastante y las mujeres y hombres se encargan de tener más
carne y alimentos para los manjares, pero el problema es el vino, y de eso nos
damos cuenta porque rápidamente se consumen las botellas y los odres que se habían
dispuesto pero ya casi no queda nada.
Yo he procurado estar sirviendo a María y a su hijo Jesús,
pues por más que quiera no puedo separarme de ellos mucho rato, escucho que María le dice “Hijo, ya no tienen
vino” el voltea a ver a su madre y con una mirada divertida y una sonrisa le
dice “Pero mujer, a ti y a mí que nos importa”
yo pienso, tiene razón ellos son invitados, y no tienen por qué hacer
algo al respecto, el preocupado soy yo que como familia no sé qué vamos a
hacer.
Entonces ella se dirige a mí y viéndome con esos ojos me
dice “Hagan lo que él les diga” y señala a su hijo, que no ha dejado de vernos
un instante, él me dice “Vayan y llenen de agua las vasijas de las abluciones” yo
obedezco su orden, sería imposible no hacer lo que Jesús me pide, y regreso a
decirle, #ya está hecho Rabí”, entonces me dice, “toma un poco y llévalo al
Mayordomo de la fiesta”, y me apresto a hacer lo que me dice.
Llevo un pequeño cántaro al Mayordomo que sin saber de qué
se trata, piensa que es más vino sabe que soy hermano del novio y me dice, “trae
acá muchacho veamos que tienes” y lo empieza a beber, yo no entendía por qué me
ordenó Jesús llevarle agua al Mayordomo, pero este exclama casi gritando “¡Que
exquisito vino, el mejor que he probado en mi vida!” y dirigiéndose a mí y a mi
hermano que estaba en una mesa le dice “ Todos sirven el mejor vino al
principio y ya que todos han bebido bastante sirven el regular, pero tu amigo
mío has hecho todo lo contrario, el
mejor vino lo has reservado hasta el último”, mi hermano no tiene idea de lo
que le dice el mayordomo, pero se alegra que le guste el vino y que todos los
invitados se diviertan.
Yo junto con algunos de mis primos nos quedamos atónitos, ¿Vino?
Pero si es simple agua y yo mismo me encargué de sacarla del pozo y llenar las
vasijas junto con algunos de los chicos del pueblo, voy a las vasijas y para mi
sorpresa pruebo un poco de todas y se trata de un vino delicioso, pero ¿Cómo es
posible? No puedo sino maravillarme y saber que el Rabí ha hecho un milagro
pues él fue quien me ordeno llenar esas vasijas con agua y es vino suficiente
para toda la semana que duran los festejos de la boda, me acerco humilde a
María y le digo, mi Señora, cumplí lo que me dijiste, hice lo que me ordenó tu
hijo y se ha obrado un portento, ella me dice, “tranquilo muchacho, sé que mi
hijo siempre atiende los consejos y peticiones de su Madre, pero la decisión
final es suya”, yo me quedo mudo de asombro y no sé qué decir, Jesús me ve y me
llama diciendo, “Ven muchacho, ¿hiciste lo que te dije?” Sí Señor, así lo hice,
respondo al instante y sonriendo me dice, “te voy a contar un secreto, todo lo
que me pide mi Madre siempre lo escucho, ella nunca pide algo para ella,
siempre piensa en los demás, por eso la amo y como buen hijo trato de amarla y
honrarla en todo, ¿Tu lo crees?” Si Rabí, sé que con una mirada de ella o tuya,
yo soy capaz de seguirte y hacer lo que me digan, él dice, “ya lo harás a su
debido tiempo, por ahora quiero encomendarte el cuidado de tus padres y de esta
pareja de novios, ellos deben de saber que Dios los ama y que a partir de hoy
todos los que sepan de su boda se alegrarán que se manifestó la gloria de Dios
a petición de una mujer que piensa y pide por ellos y por todos”.
Yo me siento inmensamente feliz de escucharlo, no dejo de
escuchar en mi corazón y en mi mente las palabras de María “Hagan lo que él les
diga” y pienso que así debe ser el Reino de los cielos, como una Boda en Caná
de Galilea.
LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI
Jn 2,1-12
Efá: medida de capacidad de 45 litros aproximadamente
Cántaro de Metreta: medida de 39.4 litros aproximadamente
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